miércoles, 4 de noviembre de 2020

La UACM ya cuenta con un protocolo para erradicar la violencia

 Mercado Sobre Ruedas                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

 

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Da respuesta a la demanda histórica de la comunidad universitaria para la atención de los casos de violencia en dicha institución.

El Pleno del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) aprobó el «Protocolo para prevenir y erradicar la discriminación, la violencia contra las mujeres, el acoso y el hostigamiento sexual» en esa casa de estudios, a fin de terminar con este problema que se padece en el país y del cual no están exentos los centros educativos de todos los niveles.

El Protocolo da respuesta a la demanda histórica de la comunidad universitaria para la atención de los casos de violencia en la UACM, a través de construir estrategias para el cambio de conductas violentas en contra de las mujeres y poder brindar a la comunidad universitaria un ambiente libre de violencia, producto de una cultura de la paz.

A decir de la maestra Karla Montalvo, secretaria técnica de la Comisión de Mediación y Conciliación del Consejo Universitario, la Universidad no contaba con normas de convivencia, procedimientos o protocolos, y eso hacía que las relaciones entre las personas integrantes de la comunidad se volvieran cada vez más problemáticas.

A partir de la aprobación del Protocolo, no habrá lugar para decir a nadie «vaya al Ministerio Público» o «es tu problema», debido a que ya se tiene un procedimiento institucional para responder. «A la larga, esto se traducirá en mejores relaciones entre las personas de la comunidad universitaria, para que puedan –de manera libre y eficaz– cumplir con su trabajo y estudiar», dijo.

El Protocolo contempla acciones no sólo de respuesta ante un acto violento, sino también de prevención. Hay un proceso de reeducación que lleva a repensar las relaciones entre las personas, a fin de hacer conciencia acerca de cómo se ejerce violencia.

El protocolo brinda a las víctimas todas las posibilidades de acción, incluso las legales, pero teniendo en cuenta siempre su opinión y respetando sus decisiones. La persona afectada puede acudir a la Unidad de Atención y presentar su queja. Ahí recibirá orientación acerca del tipo de violencia que haya sufrido, debido a que no siempre se es consciente a cabalidad de las características e implicaciones de los actos violentos. La persona recibirá orientación e información sobre todas las opciones con las que cuente, para que pueda tomar decisiones informadas.

Además de ofrecer contención inmediata, si la posible víctima se encuentra severamente afectada, la Unidad de Atención contará con personal que ayude a procesar mejor lo que está viviendo, y la canalizará a las instituciones con las cuales la universidad tiene convenios, a fin de que le brinden el apoyo terapéutico y legal que corresponda.

La Unidad de Investigación de la Defensoría de los Derechos Universitarios se encargará de investigar cada caso de manera profesional y objetiva, y entregará los resultados al Consejo de Justicia o la Oficina del Abogado General.

Si quienes cometen la falta son trabajadores y la falta amerita despido, será la Oficina del Abogado General la que proceda; si son estudiantes o la falta no amerita el despido, se irán al Consejo de Justicia. Ahí se procederá a deliberar, a plantear las posibles sanciones y la posible reparación integral del daño, que incluya medidas importantes y significativas para la víctima, así como la aplicación de medidas institucionales para que no se repitan las faltas.

Una de las innovaciones del Protocolo es que la atención de estos casos no dependa de si sucedieron o no al interior de la universidad, porque hay agresiones que ocurren en otros ámbitos de  convivencia universitaria como son redes sociales, reuniones y demás. Estos casos serán atendidos, siempre y cuando se encuentre involucrada alguna persona de la UACM.

La no prescripción está contemplada en el ámbito de actuación del Protocolo. Si una falta se considera muy grave, no importa el tiempo que haya transcurrido. La persona afectada puede presentar la queja de manera no inmediata, pues se entiende que su voluntad de recibir ayuda puede verse inhibida por el temor a sufrir represalias.

El Protocolo acepta que haya quejas de personas externas que sean violentadas por personas de la comunidad universitaria, pero también permite que, si una persona de la comunidad está siendo violentada por alguien externo, puede presentar una queja. En estos casos es posible aplicar medidas de prevención, para que la persona pueda seguir yendo a estudiar o a trabajar sin correr peligro dentro de la universidad.

En fecha próxima, el Consejo Universitario aprobará la estructura de la Unidad de Atención de la Defensoría de los Derechos Universitarios; enseguida viene la etapa de capacitación, impartición de cursos y talleres, así como otras actividades para que la comunidad conozca a plenitud el Protocolo, incluyendo la revisión de los planes y programas de estudio con perspectiva de género.

Para la doctora Tania Rodríguez Mora, rectora de la UACM, la aprobación del Protocolo remonta una deuda histórica con las mujeres que han sufrido distintos tipos de violencia y con casos que la universidad no pudo atender como es debido, en los cuales mucho del seguimiento y del acompañamiento de las personas fue por iniciativas de distintos grupos de la comunidad, pero acerca de los cuales la institución muchas veces se fue omisa, incluidos los graves casos de feminicidio.

Este Protocolo es de avanzada, en términos de la cantidad de garantías que otorga para la no repetición y para la reparación del daño, aseguró.

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