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Portada del número 178 de marzo de 2016 de la revista Nosotros |
Ante la posibilidad
de que el gobierno capitalino aproveche la situación de emergencia por la que
pide a la población recluirse en sus domicilios, a fin de continuar con la
perforación de más pozos de extracción de agua en la Colonia Selene de la
alcaldía Tláhuac, y cuyo destino del vital líquido sería hacia otras demarcaciones,
vecinos convocaron a un junta urgente el próximo lunes 13 de abril a las 10 de
la mañana a un costado del Colegio de Bachilleres.
«Los Pueblos se
tienen que unir», se dijo a través de la red social de WhatsApp de
Noticiudadana. «No podemos permitir que
sigan saqueando al pueblo, en Zapotitlán están metiendo tubería para poder
llevarse el agua para dónde no sabemos», se asentó en la convocatoria.
«Ya es tiempo de
demostrar quiénes somos y qué unidos somos», se apuntó en el texto del mensaje,
en el que se hace un llamado a los Pueblos de Tláhuac y sus colonias a fin de
que se deje de sufrir por la carencia ancestral del vital líquido.
«Ya es tiempo de defendernos y no dejarnos pisotear», concluye el
mensaje.
La
batalla perdida en la Selene
En 2016 vecinos de
la Colonia Selene opusieron resistencia al proyecto del gobierno capitalino
para perforar tres pozos más en esa zona, a pesar de los hundimientos y cuarteaduras
del suelo debido a la desmedida extracción de agua, lo que vino a agravarse
con los sismos de septiembre de 2017.
Sin embargo, el
gobierno capitalino de Miguel Mancera contó con la colaboración del delegado
Rigoberto Salgado –entonces sólo era una sospecha lo de la narcogestión en
Tláhuac–, a fin de cooptar a quienes lideraron los movimientos de protesta
con dádivas o puestos de trabajo en la administración local.
El resultado fue
que, en efecto, los nuevos pozos fueron perforados, y a pesar de que el Sacmex
ofreció a los pobladores de la Selene que nunca más volverían a sufrir por
escasez de agua, la realidad ha sido muy distinta.
Gobierno
capitalino quiere seguir secando subsuelo de Tláhuac
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La nueva mafia del poder va a continuar con la extracción de agua del subsuelo de Tláhuac |
Por su parte,
vecinos de Zapotitlán, tras de reclamar al alcalde de Tláhuac, Raymundo
Martínez Vite, que no les informara de la obra hidráulica que la empresa
constructora ESSA lleva a cabo en Avenida San Rafael Atlixco esquina con
Avenida del Trabajo, consistente en conectar un tubo de agua potable de 12
pulgadas de diámetro del pozo de Santa Catarina 7 a la planta potabilizadora
Francisco de Garay en dicha población y cuyo destino final es la Colonia Los
Olivos, pararon la obra.
Como es sabido, lo
único que le interesa a Martínez Vite es ganarse la voluntad de sus
superiores a fin de amarrar su reelección en el cargo, por lo que no se
descarta que en caso de que el gobierno de la Ciudad tenga nuevos proyectos
para extraer agua del subsuelo de Tláhuac, al igual que como lo hizo su
correligionario Salgado en la llamada narcogestión, él también coopte a quienes
vayan a erigirse como representantes de los vecinos con dádivas o chambas en
su administración.
Después de todo,
de casos como estos está llena la historia de medio siglo de Tláhuac, donde
oportunistas y vividores han sacado provecho personal al encabezar a vecinos
que se opusieron a una obra y que finalmente terminó por hacerse.
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