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Este secuestro sucedió en Calle Balderas |
La escasez crónica de agua en la alcaldía Tláhuac ocasionada
en gran medida por los intereses políticos y partidistas de la clase gobernante
en la Ciudad de México, debido a que el vital líquido que se extrae del
subsuelo tlahuaquense es conducido hacia otras demarcaciones donde los
potenciales electores son determinantes para la continuidad de su proyecto, terminó
por agravar la condición de lugar de alto riesgo para vivir.
Este viernes como a las 13:15 horas un grupo de
individuos a bordo de varias motocicletas, llegaron ante un grupo de personas
que en la Colonia La Estación habían comprado un pipa con agua y a punta de
pistola se la llevaron.
Los hechos ocurrieron en Calle Nativitas, donde los
malandros, integrantes de uno de los grupos que se disputan el control de la
distribución de agua a través de pipas, amenazaron a las personas que se encontraban
a la espera de su turno para llenar sus recipientes del vital líquido, por lo
que se llevaron la pipa y dejaron al conductor de la unidad en el lugar.
Los choferes de pipas ya están acostumbrados a que
muy seguido los despojen de las unidades, debido a que si no son los de un
grupo, son del otro que disputa el control de la zona, y una vez que a estas
les vacían su contenido, las abandonan con todo y llaves en calles de
Zapotitlán porque saben que aquellos deberán volverlas a llenar.
A la policía el secuestro de pipas parece no interesarle
mucho, de hecho cuando el despojo de una de estas unidades sucede, por más
que los vecinos reportan los hechos, la reacción del sector Zapotitla al
llamado de auxilio es muy lenta. Hasta pareciera que hay confabulación entre
unos y otros.
En esta ocasión la vecina Reyna Gutiérrez denunció
en su cuenta de Facebook el atraco que sufrieron los vecinos.
«Pedimos seguridad pública #Tláhuac #LaEstación a
punta de pistola llegaron delincuentes a los domicilios a robarse la pipa de
agua, y amenazaron a todos. Que se
busquen por cámaras C5 y que se haga justicia».
Sin embargo, el llamado de auxilio de la vecina de
Tláhuac fue para su destinatario, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, como
un grito en el desierto.
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