Como si la gente
ignorara que el estercolero de corrupción en el partido tricolor, pandillas
como la de Movimiento Territorial vienen haciendo lo que le da su regalada
gana al capo de marras desde hace cuando menos ocho años, al controlar el
70 por ciento de los consejeros políticos de la Ciudad y haberse apoderado
de la comisión de procesos internos del partido que, por cierto, también
ha fungido como presunto congal.
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Dizque La voz de Tláhuac... ¿A poco? |
«México es el
segundo país más feliz de la región», anunció hace poco una de esas compañías
patito denominada The World Hapinness
Report, y según su «Informe Mundial de la Felicidad 2018», ocupa el puesto 24
de 156 países de la lista, lo que fue motivo de goce y fruición para unas
cuantas empresas comunicacionales que terminaron por creerse la noticia –o les
convino su difusión–… Sobre todo porque los mexicanos son más felices que los
chilenos (25 en la lista), brasileños (28) y argentinos (29), cuyos equipos
de futbol siempre le ponen una repasada en la cancha a los ex ratoncitos verdes… Dicha compañía patito aseguró que su ranking salió del análisis de una
variedad de indicadores como la esperanza de vida, el apoyo social y la
corrupción, entre otros factores… El susodicho informe se parece tanto al
periodiquito de Emiliano Aguilar,
de reciente aparición, y quien en Tláhuac va como candidato a la alcaldía por
la pura orquitis del truculento «pepenas», Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, tótem de la mitología ramplona
ponderativa del decadente PRI en la Ciudad de México, cuya extinción es por
demás inminente una vez que se cumpla el ciclo electoral, que no pudimos
dejar de lado dicho libelo… Un periodiquito de esos que cualquier protagonista
de la grilla politiqueril se manda
hacer como quien exige encuestas semanales a la medida, en las que él y su
partido deban aparecer con ventaja de tres a uno sobre el más inmediato
rival, con uno de esos sastres tunde-teclas
de pasquines de publicación religiosa (porque aparecen cuando Dios quiere), en temporada de elecciones, para
promocionar su ridiculum vitae a
causa de sentirse literalmente un producto milagro que va a resolver todos
los problemas que aquejan a la comunidad… Como si la gente ignorara que el
estercolero de corrupción en el partido tricolor, pandillas como la de
Movimiento Territorial vienen haciendo lo que le da su regalada gana al capo
de marras desde hace cuando menos ocho años, al controlar el 70 por ciento de
los consejeros políticos de la Ciudad y haberse apoderado de la comisión de
procesos internos del partido que, por cierto, también ha fungido como presunto
congal… Un periodiquito de petulante nombre («La voz de Tláhuac», ¡hágame el refavrón cabor!, como dice
el donairoso Catón), en el que se busca
denigrar a quien buscó la misma candidatura atribuyéndole desconocimiento,
aptitudes y habilidades, según un examen que, sabido es, solamente sirve de disimulo
porque les permite eliminar a quienes los capos del partido no desean
favorecer… Ahí está el caso de Mariana
Moguel hace tres años, cuando los impolutos dictaminadores de la comisión
de procesos internos tenían la instrucción de reprobar al tumulto de
aspirantes a la candidatura para la diputación por el distrito 34 (Tláhuac y
Milpa Alta), sin importar que fueran oriundos de esas delegaciones, a fin de
que la advenediza «cachorra» del régimen
peñanietista fuera ¡la única que aprobara el examen!... Y así sucedió,
¡lo aprobó!… El caso es que tras de la nueva imposición de la pandilla
tricolor, quien supuso que en dicho partido había lealtades y nobleza en sus
correligionarios, ahora tiene ya los elementos suficientes para valorar la
necesidad de seguir batiéndose en la suciedad, así como de sopesar la
conveniencia de alejarse definitivamente de las porquerizas multicolores de
vivales y oportunistas del leviatán partidista, donde sólo importan los
intereses personales de sus correspondientes mandamases y que siempre, invariablemente,
acaban sobreponiéndolos a los de la población… Ciudadanía a la que sólo
recurren en época de elecciones y con el único fin de verles la cara,
engatusándola con promesas y farsas de que van a cambiar todo… Por lo pronto,
el escenario en Tláhuac con respecto a las elecciones a la alcaldía en julio
próximo es incierto, con una tercia de candidatos que no convence –y difícilmente
lo hará– a los potenciales electores apartidistas. Sobre todo, porque no se
ve que ni Emiliano ni Marco Polo Carballo vaya a sacar de
la administración local a los de Morena… Aunque en el periodiquito de Emiliano, como en el informe mundial de
la felicidad, lo que más influye en el ánimo de las personas son las buenas
relaciones sociales… ¿Será? Porque en el PRI de Tláhuac muchos ya de plano
tiraron el arpa y ya no quieren saber nada del partido donde por tantos años
les vieron la cara, y en el PRD las cosas están igual o peor, de ahí que Carballo ande meando fuera de la
bacinica por el vacío que le han hecho sus correligionarios, al andar en
busca de apoyos a su persona hasta en asentamientos irregulares o recogiendo
cascajo de otros partidos… Al tiempo.
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