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Por su protagonismo es muy probable que López en lugar de ayudar a Delfina finalmente acabe por fastidiarla en la elección mexiquense |
Aunque a simple vista
parezca un contrasentido, si la candidata Delfina Gómez no llega a
ganar la elección para gobernadora mexiquense será por culpa del dueño del
partido que representa, Morena, el inefable Andrés Manuel López…
Porque, ciertamente, la ex edil texcocana encabeza las preferencias del voto
de los electores del estado de México, y de igual forma es cierto que la
inmensa mayoría de la población manifiesta hartazgo contra todo lo que tenga
tufo a PRI, debido a gestiones corruptas como la de Arturo Montiel,
entre muchas otras de los de Atlacomulco, pero todas estigmatizadas por la
violencia e inseguridad que ha ido creciendo sin que a ningún gobernante le
haya interesado la fragilidad de los ciudadanos ante las cada vez más
organizadas y engrosadas bandas de delincuentes comunes y del crimen
organizado… Sin embargo, también es cierto que la imagen que proyecta el
dueño de Morena es la de un líder intransigente e intolerante que puede
convertirse en despiadado dictador si llega al poder… El afán protagonista de
López, acentuado por la caterva de aduladores que por conveniencia
propia lo rodean en su papel de asesores y correligionarios diciéndole a cada
instante que es el guía moral del país y que va a salvar al pueblo –cosa de
ver el tumulto de colados en los templetes de los actos de campaña de Morena
en la vecina entidad–, lo ha llevado a montarse mediáticamente sobre Delfina
y aparecer en todos sus promocionales de campaña en radio y televisión, le ha
causado más daño a ésta que simpatías entre ese amplísimo sector, por
supuesto, de población al que la política le es ajena por dañina y
perjudicial a causa de tanto sátrapa politicastro que cuando llegan a
encumbrarse en los cargos públicos la esquilman con impuestos, alzas en los
servicios y la extorsionan con multas y acosos sistemáticos. Porque la imagen
que proyecta Delfina es la de una pelele que puede ser manipulable según
la voluntad del Peje, y que
solamente servirá para transferirle fondos a su colchón –con eso de que no
maneja cuentas bancarias– como lo hacen los delegados morenistas de la Ciudad
de México ante la indiferencia de absolutamente todos los que están
incrustados en las instancias que podrían investigar ese descomunal
latrocinio o patrocinio de presunto adalid de la honestidad valiente… Ese amplísimo sector que definirá la
contienda electoral finalmente, y que ve a Delfina como una real
opción para sacudirse de una vez por todas a los priistas de la
administración pública central que por décadas sólo han medrado con los
cargos y presupuestos, pero que también ve a López como un político
logrero y oportunista, igual que el resto de sus congéneres del leviatán
partidista que han sabido lucrar y engañar incautos con eso del decálogo
ramplón del no robar, ni mentir ni traicionar –como lo han hecho los
del Partido Verde con su presunto ecologismo–, se encuentra indeciso ante la
posibilidad de beneficiar indirectamente al tabasqueño si votan por Gómez…
Porque ciertamente Delfina proyecta todo lo opuesto a esa imagen del
político abusón y estafador de pulcro vestir y engolado hablar –y que han salido
más largos que la cuaresma–, con
sonsonete tipo Luis Echeverría o Carlos Salinas, muy a la
usanza del siglo pasado, con frases hechas por agencias especializadas en el
manejo de la imagen pública de suspirantes
chatarra, y es vista como una ciudadana común y corriente, de muy natural
proceder, despojada de ese talante de perdonavidas que tienen los de la cauda
de advenedizos de la grilla politiqueril
a quienes, a propósito, tanto han padecido en la entidad mexiquense; sin
embaqrgo, el problema está que la percepción que tienen de López en ese
sector de la población que no depende del pago de los 200 pesos por su voto ni
de una despensa o chambita en alguna gestión
morenista, es de que se trata de un individuo que significaría, en
efecto, un peligro para México en caso de llegar a la Presidencia debido a su
visible trastrocamiento y ambición de poder y dinero… La otra posibilidad que
tienen es la de votar por el candidato del PRD, Juan Zepeda, el
problema es que éste va más abajo en las preferencias del voto, encuestas por
cierto que no son garantía de nada porque sabido es que son confeccionadas
como un traje a la medida, al gusto de quien las paga, pero que de cualquier
forma influyen en el ánimo de la gente y la predisponen, al grado de que el potencial
elector supondría en estos momentos que podría desperdiciar su voto en el
intento de botar al PRI de la gubernatura si lo hace por otra opción que no
signifique potencial amenaza al abanderado del partido tricolor… Como hemos
anotado antes, el peor enemigo de López como candidato
único es él mismo, y por ese protagonismo desmedido y su frenético discurso por el
que dice cocerse aparte y no ser miembro de la mafia del poder y demás
barrabasadas –siendo que hasta hace relativamente poco tiempo mantuvo un
pacto con Peña Nieto desde que éste era candidato a la Presidencia–, que
sólo le creen sus incondicionales y demás que le profesan fe ciega porque consideran
que con López en Los Pinos por fin les haría justicia la Revolución, Delfina
corre el riesgo de no ganar la elección dentro de una semana… Pero sobre
todo, con la más reciente alianza que hizo con Elba Esther Gordillo,
la dirigente del magisterio oficial –si desde los reclusorios el hampa dirige
a sus secuaces no se ve por qué no una líder sindical pueda sellar alianzas
con tan probo remedo de salvador que con una bendición suya redime pecadores
con sólo pasarse a su secta política–… Mal hizo la texcocana con no imponer desde
un principio sus condiciones a López para que éste no empalmara su
campaña con la de ella, aunque ciertamente eso era prácticamente imposible
debido a que Morena es, y volvemos al Partido Verde por la similitud, un
negocio de particulares. El tiempo de campañas va llegando a su fin y
entonces sabremos si la asfixiante presencia del Peje en el estado de México mediante actos públicos o mensajes
por radio sobre todo, a Delfina le ayudó o la perjudicó… Nosotros
creemos que si la candidata de Morena hubiera ido sola durante su campaña, en
estos momentos nadie dudaría de su inminente triunfo, pero con eso de que el
mesías trasnochado en verdad siente que todo el pueblo le rinde pleitesía, y apareció
hasta en la sopa recomendando a su candidata, simplemente acabó por fastidiarla…
Al tiempo.
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