No paran retenes y extorsiones a automovilistas en Tláhuac por SSC

Mercado Sobre R   | Información A los mandos policíacos les importa un comino la crisis económica que sufre la población y por ende los conductores de vehículos por culpa de los errores del gobierno federal. Por eso luego les grita la gente que andan hambreados Un nuevo retén de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) fue impuesto en la Alcaldía Tláhuac ayer a mediodía en la Avenida Acueducto, muy cerca del paradero de la Colonia La Habana, registró el reportero Héctor Cázares de la revista NosotrosMSR, con lo que continuó la arremetida de dichos agentes contra conductores de automóviles. Roban más que los delincuentes Pero estos lo hacen con placa y uniforme Tras de que aquí hemos denunciado que el Eje 10 se ha convertido en niedo de salteadores de caminos con uniforme, tanto de la Dirección de Seguridad del estado de México como de la SSC de la Ciudad de México, ayer domingo un grupo de policías capitalinos implantó su propio retén para extorsionar a conductores. Cuando el reportero cuestionó a los uniformados acerca de su proceder, estos dijeron que el retén era simplemente por motivos de seguridad para prevenir delitos; sin embargo, los policías pedían a los conductores que detenían licencia, tarjeta de circulación y seguro del vehículo. En caso de no traer ninguno de dichos documentos, le exigían al conductor una cuota de mil pesos para dejarlo continuar su camino. Cada vez son más frecuentes este tipo de retenes donde elementos policíacos tanto de la capital del país como de la entidad mexiquense extorsionan a conductores de vehículos con el pretexto de no traer algún documento, pero sobre todo el atraco es más evidente debido a que sin haber cometido alguna falta al reglamento de tránsito, son detenidos e inspeccionados, lo que da lugar a que les exijan cuotas por las que no se expide ningún recibo. Este tipo de robos en despoblado son solapados por los mandos policíacos tanto de una como de otra entidad, como parte de la continua práctica de corrupción establecida en dichas corporaciones a través de los años, sin que ninguna autoridad superior se preocupe por detener el que se esquilme a ciudadanos ya de por sí muy castigados por la crisis económica propiciada por los errores del gobierno federal.