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| El más mediático de los cabecillas de cárteles |
El
nuevo video de Servando Gómez la
«Tuta», líder del cártel de los Caballeros Templarios, difundido y comentado
con profusión en el espacio informativo MVS que conduce la periodista Carmen Aristegui, fastidió la
existencia y el desempeño profesional de dos periodistas de Michoacán, José Luis Díaz Pérez de la agencia
Esquema, y Eliseo Caballero Ramírez,
ahora ex corresponsal de Televisa, lo que nos remite nuevamente en nuestro
tema central a la difícil situación que a diario enfrentan todos aquellos
ciudadanos que viven en regiones donde la guerra del narco ha trastornado los
escenarios con la presencia de grupos de operadores de las organizaciones
criminales y el consiguiente establecimiento de «sicariatos» (por aquello del
tiempo que dura el predominio del sicario mayor); con o sin consentimiento de
la parte representativa del Estado de derecho a través de subrepticias
concesiones o franquicias… No es que queramos asumir la defensa de estos
periodistas, pero sí insistir una vez más en el hecho —así como lo hicimos en
los casos de otras figuras públicas de Michoacán que fueron grabadas por la
«Tuta» al momento en que platicaron con él—, de que no es lo mismo vivir en
una metrópoli como la del Valle de México, donde por sus dimensiones la
incidencia delictiva y niveles de inseguridad se presentan de forma muy
distinta a como se vive en poblaciones de mediano, regular y pequeño tamaño…
Porque en estas, como sucede en las de entidades inmersas en los territorios
que hasta hace poco se disputaban los cárteles de la droga (antes de que
presuntamente los cabecillas de todas las organizaciones criminales se
reunieran en Piedras Negras, Coahuila, para acordar el reparto de las
regiones en las que cada una debe operar, motivo por el que bajaron los
enfrentamientos con armas de fuego y ejecuciones, y no tanto por la acción
del gobierno federal como asegura el Presidente y el secretario de
Gobernación), el ciudadano común debe convivir con los integrantes de las
bandas debido a que se cruzan en su camino varias veces al día, o incluso se
conocen y fraternizan… Y si por los poblados circulan en ostentosos vehículos
a cualquier hora grupos de sicarios o de los llamados halcones, muchachos de 17 o 18 años con cuerno de chivo al hombro
(lo que corrobora que la industria del narco es la que realmente está
aprovechando el bono demográfico en nuestro país, de ahí que haya descendido
la migración de jóvenes a los Estados Unidos) significa que alguien,
comenzando por el gobernador y las instituciones de justicia federales y
locales, se están haciendo majes con el cumplimento de sus obligaciones, por
lo que estos individuos pertenecientes al llamado «crimen organizado» llegan
a ser vistos con naturalidad… Después de todo, si quienes deben capturarlos
no lo hacen, el ciudadano común no tiene por qué meterse en problemas; ya
bastante tiene con andar con el Jesús en la boca y encerrarse en casa apenas
oscurezca… Lo cierto es que los cabecillas de las organizaciones criminales
son quienes disponen de la voluntad de quienes habitan en las comunidades,
incluidos los ediles y representantes de la ley, y por supuesto los
periodistas; por lo que todo aquella figura política o líder de opinión de la
comunidad que no se somete a sus órdenes termina por pagar las consecuencias,
ya sea en su persona o en su familia… Así que ver la situación que se vive en
entidades dominadas por los cárteles desde la relativa comodidad de una de
las zonas metropolitanas más grandes del mundo, sobre todo desde la
interpretación que cada medio de comunicación le da al tema, es errónea,
confusa y difusa. Sobre todo porque quienes habitan en esas regiones
comprendidas por los «sicariatos», ni siquiera pueden acudir a ninguna
instancia de procuración de justicia a denunciar hechos y pedir protección,
por la simple sospecha de la confabulación entre unos y otros bandos. Por eso
es que cuando algún cabecilla de organización criminal manda llamar a un
presidente municipal o periodista, e incluso algún hijo de gobernador, para
que se siente a platicar con él, negarse es prácticamente firmar su condena
de muerte… Podría decirse que ellos son el poder omnímodo, porque están de
planta en las regiones que controlan y no se van a ir a ningún lado;
pareciera que operan como si contaran con franquicia, porque no hay más ley
que la de ellos; y cuando llega a haber algún acontecimiento político en
alguna de esas poblaciones, previamente aparece por el lugar algún convoy con
soldados del Ejército, pero previamente los sicarios desaparecen del pueblo,
son cortadas todas las comunicaciones (telefónicas y satelitales, como para
protección de ambas partes) para reaparecer luego de la vuelta a la
normalidad… Entonces, ensañarse con quienes han sido evidenciados en los
videos de la «Tuta» es practicar un periodismo sensacionalista, cual nota
roja de la guerra del narco; porque ni idea se tiene de lo que es vivir en un
estado donde nadie sabe a ciencia cierta quién es de un bando y quién del
otro, comenzando por el gobernador y su gabinete, siguiendo con el presidente
municipal y su cuerpo edilicio… No querer ver esto es seguirle el juego a la
simulación, y seguir confundiendo a la gente en un combate al crimen
organizado que ya no se sabe a qué intereses obedece. Porque en la cárcel
está el doctor José Manuel Mireles
y no la «Tuta»; porque los satanizados y en la mira de la justicia para
procesar estos dos periodistas, pero no Julio
César Godoy Toscano, quien después de permanecer prófugo por un año al
ser conocida una conversación telefónica con la «Tuta», logró tomar protesta
en San Lázaro, y finalmente ya no se volvió a saber de él... Mientras tanto,
habrá que esperar a ver si hay más videos con personajes conocidos que
platicaron con Servando Gómez, a
quien en el gobierno federal nadie parece preocupado por encontrar. Al final
de cuentas del comisionado del gobierno federal en Michoacán, Alfredo Castillo, nada puede
extrañarnos de que no encuentre a la «Tuta», si cuando fue procurador
mexiquense ni siquiera pudo encontrar el cuerpo de la niña Paulette supuestamente secuestrada y
cuyo inerte cuerpo estaba debajo del colchón de su cama.
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Gobierno de Coahuila dice no tener pruebas de la reunión de narcos en Piedras Negras.
Como si le fueran a notificar que ahí iban a realizar su congreso |
Cuatro de las principales organizaciones
criminales en México buscan una alianza
entre ellas, que de darse, reconfiguraría el mapa del
narcotráfico en nuestro país, reporta el diario Reforma… Debido al debilitamiento que han registrado en
los últimos años, estas organizaciones buscan un acuerdo en común,
según reportes de inteligencia del
gobierno mexicano y de Estados Unidos, que señalan que los grupos que pretenden
esto son el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Carrillo Fuentes,
los Beltrán Leyva y Los Zetas, cárteles que operan en dos terceras partes del
país…
La información se derivó agencias policiacas de
México y Estados Unidos, las cuales indican que en junio pasado, los líderes
de las mencionadas organizaciones se reunieron en una cumbre en Piedras Negras, Coahuila…
En la reunión estuvieron Rubén o Nemesio Oseguera Cervantes, el «Mencho», jefe del CJNG; Vicente
Carrillo Fuentes, el «Viceroy», del Cártel de Juárez,
y Alejandro u Omar Treviño Morales, el «Z42», cabeza de Los Zetas,
además de un sujeto identificado como el «Z43», informaron funcionarios del gobierno…
De acuerdo con las fuentes, el único narcotraficante que no asistió
fue Héctor Beltrán Leyva, el «Hache», pero en su representación mandó a Fausto Isidro Meza, el «Chapo Isidro»…
Entre los estados que mayor influencia tienen estos
cárteles, se encuentran: Sonora, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Coahuila, Nuevo
León, Tamaulipas, Zacatecas, México, Hidalgo, Veracruz
y Jalisco…
Las organizaciones que pretenden aliarse
tienen características
diferentes, unas se especializan en fabricación de drogas sintéticas,
los Beltrán y los Carrillo se dedican a la importación y tráfico de cocaína,
mientras que Los Zetas tienen diferentes giros… Entre Los Zetas y los Beltrán existen
antecedentes de acercamientos, alianzas y pactos, desde 2007…
(Con información de Reforma).
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