viernes, 21 de mayo de 2021

Decepción y hartazgo por Morena en Tláhuac son el anuncio de la derrota

Mercado Sobre Ruedas                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

 

| Columna de Zaratustra |

§  Berenice Hernández continúa en caída libre

§  Claudia Sheinbaum y Rigoberto Salgado, preocupados

§  Radicalización del iluminado vendrá como consecuencia

La que sigue en Tláhuac en caída libre en cuanto a la intención del voto de la ciudadanía es la candidata de Morena al cargo de alcaldesa, Berenice Hernández Calderón. Nos dicen que independientemente de que presuntos resultados de encuestas como la más reciente de Massive Caller indiquen que pueda haber un repunte y que esté incluso en presunto empate técnico, la realidad es que en Tláhuac crece el hartazgo de la gente en contra de todo lo que huela a Morena.

Nos dicen que, incluso, en una reunión que tuvo esta semana el diputado local Rigoberto Salgado con integrantes de su primer círculo, reconoció estar muy preocupado porque la campaña de Berenice nada más no ha prendido en el ánimo de la gente.

Ni prenderá, decimos aquí, porque ya solamente faltan unos cuantos días para que se lleve a cabo la elección.

Gran parte de ese hartazgo y enfado generalizado de la ciudadanía tlahuaquense se debe a la estafa que significó la construcción de la Líneas 12 y la posterior tragedia en que derivó la negligencia y corrupción de los que después pararon en Morena y nunca hicieron nada por remediar las fallas estructurales de la obra.

El acabose lo significa la crítica situación de movilidad que desde el tres de mayo enfrentan los pobladores de Tláhuac, al tener que pasar tres horas de ida y tres de regreso a sus hogares en ese calvario de transporte público de cuarta.

El problema es que con la habilitación de un carril confinado sobre Avenida Tláhuac para que circule el Metrobús hasta la estación Atlalilco de la Línea 12, el infierno será peor, si así se puede decir. Habrá partes en donde queda la Avenida Tláhuac quedará confinado a un solo carril, lo que hará más denso el tránsito vehicular.

Los tlahuaquenses (obviamente la mayoría porque aún los hay quienes siguen siendo fieles al iluminado) ya no están dispuestos a permitir que los izquierdosos se sigan burlando de ellos desde el gobierno capitalino y desde el congreso local.

La prueba más fehaciente de la improvisación que ha caracterizado prácticamente todas las decisiones del gobierno de la Ciudad e, incluso, federal, relacionadas con Tláhuac, es la improvisación con la que están haciendo las cosas las últimas dos semanas con tal de evitar la derrota en las elecciones del seis de junio.

Mientras que la directora del Metro, Florencia Serranía, y en general todos los que estuvieron involucrados en la construcción y operación de la Línea 12, siguen en el desarrollo de sus actividades normales. No ha pasado nada para ninguno. Ni pasará.

Tapan un bache, pero abren otro. Así funcionan los de la 4T.

Por eso el único preocupado no solamente es Rigoberto Salgado por el desplome irreversible de su candidata a la alcaldía, también doña Claudia Sheinbaum lo está, y mucho, porque ve cómo las posibilidades de que ella pierda alcaldías de significativa importancia para su proyecto de llegar a ser la candidata de Morena a la presidencia de la República dentro de tres años son bastantes. Hay tres en las que Morena podría desaparecer y son las demarcaciones de Tlalpan –donde ella fue jefa delegacional y vivió también una tragedia con lo del Colegio Rebsamen–, Cuauhtémoc –la joya de la corona por lo que económicamente representa, aun cuando ahí los Bejarano-Padierna serían los principales damnificados– y Tláhuac –por lo que históricamente ha significado para buen número de ambiciosos y codiciosos de poder: una tumba política–. En esas y otras alcaldías más la intención del voto de los ciudadanos está volteando a ver a los candidatos de partidos que no tienen arreglos con Morena.

Más vale malo por conocido, repiten, incluso, muchos que creyeron en las cuentas alegres que había ofrecido el iluminado en campaña y hasta votaron por él y los suyos.

Cómo estará la situación para que ahora hasta los priistas Emiliano Aguilar y Grecia Hernández (del grupo de incondicionales a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, presuntamente prófugo de la justicia) sean una de las opciones para desterrar a Morena de Tláhuac y disminuir la presencia de los morenistas en el Congreso.

Si a eso se le agrega que de 15 gubernaturas Morena podría solamente ganar entre dos y cuatro, no las nueve que se jactaban en ganar, y que en el Congreso ya no tendrán el 50 por ciento más uno, si no cuando mucho el 40, la situación propiciará la radicalización del iluminado y sus huestes.

Porque de que va a soltar al tigre ni duda cabe, desdentado y con garras mochas, sí, pero lo va a hacer.

Sin embargo, habrá que correr el riesgo. El hartazgo y la decepción es mayor… Al tiempo.

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