sábado, 8 de julio de 2017

Luis Videgaray, ¿es o se hace? Otra vez salió con su domingo siete

Mercado Sobre Ruedas
El canciller mexicano literalmente estaba comiendo camote cuando le preguntaron a Trump si aún quería que México pagara el muro | Resulta que estaba más ocupado en ver cómo sacaban del salón a la reportera que se había colado con tanto elemento de seguridad afuera | Lo único que hizo fue evidenciar una vez más la ingenuidad provinciana del gobierno de Peña Nieto en la relación bilateral con el vecino del norte | Y aún así no falta quien asegure que como candidato a la silla presidencial no sería un buen candidato, pero sí un magnífico presidente. ¿Será?
Cartón de Antonio Garcí
Tras de salir con su domingo siete, por aquello de que no escuchó lo que debió oír, porque para eso lo pusieron en un cargo que requiere de mucha sagacidad y perspicacia para pescar al vuelo cualquier indirecta de fatuo mandatario, a fin de revirarla al instante con donaire diplomático –esto es, estar permanentemente ojo avizor, o dicho de coloquial manera, no estar comiendo camote–, el canciller Luis Videgaray evidenció la candidez provinciana del régimen en turno tan estigmatizado por la improvisación y la incapacidad en la relación con el vecino del norte…  Porque resulta que tras de la conversación por algo así como 40 minutos de los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, el canciller de marras aseguró que estos nunca hablaron acerca del muro en la frontera entre Estados Unidos y México, lo que no se puede contradecir porque no se estuvo ahí; son embargo, lo que sí vio y escuchó todo aquel que le dio seguimiento a la información, principalmente en televisión, escuchó cuando una periodista que se coló al recinto al término de la misma, le preguntó a Trump si aún quería que México pagara el muro, a lo que éste respondió con un «absolutamente»… Pero Videgaray, al ser cuestionado después por los reporteros mexicanos invitados a la gira de Peña, aseguró no haber escuchado en ningún momento el «absolutamente» del presidente norteamericano, lo que lleva a preguntarse: ¿Es o se hace?... Lo curioso es que, en el caso de que si lo sea, pues entonces embarró al presidente al momento en que se refirió en plural: «No lo escuchamos»… Pero una cosa es que previamente ambos gobiernos hayan acordado no tocar el tema de la construcción del muro, y otra muy distinta el que curiosamente se haya colado una reportera al salón para soltarle a rajatabla la pregunta a Trump… ¡Con tanto elemento de seguridad afuera y resulta que se coló una reportera!... Lo bueno es que no fue una terrorista la que logró entrar al salón, que si no, ¡la que se arma!… En fin, que para colmo, Videgaray justificó su distracción al asegurar a los periodistas mexicanos que no escuchó el «absolutamente» de Trump porque estaba más entretenido en mirar cómo sacaban del salón a la reportera que en atender lo que ahí sucedía y que competía a sus funciones de canciller… ¿Así o más estulto? Porque Videgaray fue designado en el puesto de canciller sobre todo para que atienda a conciencia todos los asuntos de la relación bilateral con el vecino del norte, no para que ande entrometiéndose en asuntos que competen a un jefe de prensa y se ponga a comer camote con Trump enfrente, y todo porque estaba papando moscas viendo cómo los elementos de seguridad sacaban a la reportera del salón… El caso fue que una vez más el también mexiquense volvió a hacer el papelón, no conforme con aquel de chambón que de forma tan patética representó cuando tras de asumir su nuevo cargo en la cancillería, ante el cuerpo diplomático salió con su batea de babas a decir que llegaba a la Secretaría de Relaciones Exteriores para aprender con ellos debido a que él no era uno de ellos… En fin, y aun así hay quien se atreve a decir que Videgaray Caso no sería un muy buen candidato sino un mejor presidente, por aquello de que suena como suspirante a la silla presidencial… Al tiempo.

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