domingo, 16 de abril de 2017

El más grande pillo de la historia mexicana tenía acuerdo con EPN

Estaba tan seguro de que no le iba a pasar nada que consideró innecesario irse a esconder más lejos | Quizá consideró que como a Humberto Moreira o Marcelo Ebrard, a él los de su cofradía le disolverían sus culpas con enjuagues mediáticos | Esta vez Peña Nieto no presumió en sus redes sociales la captura de Duarte, como lo hizo con la captura de capos de la droga | Habrá que ver, pues, si como guión de telenovela los comediantes en cuestión se van a apegar a él
Javier Duarte de Ochoa
Tan seguro estaba el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, que su compromiso contraído con el presidente Enrique Peña desde sus días en campaña como candidato, le daba carta de inmunidad para no irse a esconder tan lejos –como sí lo hizo Tomás Yárrington, quien vivía plácidamente nada menos que en Florencia, Italia–, que quizá por eso consideró más conveniente pasar una larga temporada vacacional en Guatemala mientras en México con el tiempo se olvidaba lo de su desfalco al patrimonio veracruzano por más de 50 mil millones de pesos… Cuando Manlio Fabio Beltrones era presidente del CEN del PRI, había buscado infructuosamente que al menos Javier Duarte de Ochoa pidiera licencia al cargo de gobernador de Veracruz antes de la elección del cinco de junio de 2015 y con ello evitar el voto de castigo –lo que finalmente sucedió en siete entidades–, pero éste logró mantenerse en el cargo gracias al «compromiso económico» contraído desde 2012 con el presidente Peña Nieto… Sucedió que al enterarse de la intención de Beltrones, Duarte de Ochoa vino a Los Pinos, «alegó lo que a su parte consideró y se quedó en su cargo, y nos hizo todo el daño que nos tenía que hacer», comentó después una fuente consultada… Por eso Duarte consideró que a él, en caso de que alguna instancia internacional llegara a capturarlo, le iba a suceder igual que a su ex correligionario Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, quien de igual forma tenía un compromiso contraído con Peña, por lo que al extraditarlo a México, como fue el caso del ex dirigente del partido tricolor, las acusaciones en su contra también se disolverían por obra y gracia de los de su cofradía política. Debió haber pensado que las acusaciones de diversos delitos de corrupción y crimen organizado, desaparecerían con el tiempo… De ahí que aún falte por ver el siguiente capítulo de la intrincada historia de los politicastros insertos en la clase de los usufructuarios del poder, una vez que transcurra el período de linchamientos mediáticos y la consecuente expiación de culpas por parte de los simuladores del mercado electoral, como Margarita Zavala que fue la primera en aventar la piedra tuitera sin recordar lo que su marido causó en Pemex, junto con otros de su partido y que ahora se encuentran instalados plácidamente en el Congreso… Al parecer Javier Duarte no consideró necesario ir más lejos a esconderse, ni siquiera contempló la posibilidad de hacerse alguna cirugía facial como para despistar incautos, lo que podría reforzar la hipótesis de que se sentía protegido, como al final de cuentas lo han estado, insistimos, su ex compinche partidista Moreira, así como el perredista Marcelo Ebrard, quien tras de su escandalosa gestión en el gobierno capitalino por el endeudamiento público jamás visto y la multimillonaria desviación de recursos durante la construcción de la fallida línea 12 del Metro, negoció un buen acuerdo para que lo dejaran disfrutar de su fortuna en París… Al final de cuentas, a Raúl Salinas de Gortari lo sacaron de la cárcel y se le regresó su cuantiosa fortuna, no mayor por cierto a lo que el veracruzano desapareció... Lo cierto es que Duarte también pudo pecar de incauto, por aquello de que no se dio por bien servido con que lo dejaran pelarse del país, ahora sí que con casi todo y chivas, y que eso finiquitaba cualquier compromiso contraído con el presidente, lo que lo llevó a instalarse muy cerquita del terruño… Esta vez Peña Nieto no presumió en sus redes sociales la captura de Duarte, como lo hizo con la captura de capos de la droga que casi a la par de las detenciones –por obvias razones– aprovechó para presumir al país que su gobierno actúa y cumple con la justicia… Cuando todavía era candidato a la presidencia, Peña Nieto presumió en un programa de Televisa que los gobernadores de Quintana Roo, Chihuahua, Campeche y Veracruz eran «ejemplo de la renovación de su partido»… Aunque cuatro años más tarde, ya como presidente de la República, se olvidó de su declaración durante el foro «Impulsando a México», organizado por el grupo El Financiero Bloomberg, en donde al momento de las preguntas y respuestas, un periodista le cuestionó si todavía pensaba que Javier Duarte era ejemplo del nuevo PRI, por lo que dijo no recordar «yo la alusión, pero seguramente en algún momento la hice, si es la referencia que hacen»… Luego dijo que el PRI «ha sido artífice y constructor de las grandes instituciones, no exento de errores, no exento de fracasos, no exento de desaciertos, como me parece ocurre en todas las fuerzas políticas del país»… El caso es que estamos ante un montaje más de la captura de un pez gordo de la política mexicana, realizada por la Interpol, y potencial candidato a ser diputado una vez que regrese al país y se disuelvan los cargos de corrupción y crimen organizado tras de cumplirse el objetivo de su detención luego de celebradas las elecciones de junio próximo (ahí está nuevamente el ejemplo de Humberto Moreira en Coahuila, quien será legislador local voten o no por él)… Porque, al igual que en el caso de Yarrington a quien se le localizó debido a la visita que le hizo un familiar, en el de Javier Duarte dieron con su paradero dizque por un vuelo privado en el que viajaron a Guatemala ocho familiares… Pero en fin, la podredumbre de corrupción en los ámbitos del poder seguramente también ha trastocado a los usufructuarios de éste, debido a que cada vez son tan predecibles estos siniestros políticos que hasta llegan a suponer –porque no podemos asegurar que estén aptos para ejercer la función de pensar– que quienes integran la población son tan ingenuos que se tragan sin chistar todos los cuentos con que pretenden justificar su permanencia en el cargo o vil hueso… Habrá que ver, pues, si como guión de telenovela los comediantes en cuestión se van a apegar a él, o saldrán con que para taparle el ojo al macho al rufián veracruzano, el más grande pillo de la historia de México –cuál robo del siglo ni qué ocho cuartos del celuloide–, lo van a poner a la sombra por algún tiempo.

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