lunes, 25 de julio de 2016

Barrales, posible alcahueta de liderazgos preponderantes del PRD

No importaron dislates, escándalos y contradicciones para encumbrarla como presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática | Los capos de las tribus más aguerridas y canibalescas del agónico perredismo le entregaron el bastón de mando | Dizque busca la unidad quien ha sido estigmatizada por sus declaraciones cargadas de visceralidad | Propició el rompimiento entre su grupo y el DIA (Diálogo por la Reconstrucción de México), por no habérsele otorgado la candidatura para jefa de gobierno

Hay quien dice que Barrales fue impuesta para que los cabecillas del partido puedan
mangonearla mejor 
Quien como presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa combatió a quien en 2010 fue su correligionaria de bancada Edith Ruiz Mendicuti, cuando ésta denunció públicamente las dádivas de entre 200 y 800 mil pesos que por instrucciones de Marcelo Ebrard se repartieron a asambleístas de todos los partidos para votar a favor de las reformas al Código de Procedimientos Civiles y Código Civil que permitieron los entonces denominados matrimonios gays en la Ciudad de México, y gracias a la impunidad de los perredistas como pandilla predominante en la capital del país jamás se aclaró el papel que la ex aeromoza desempeñó en la entrega de dinero a los diputados locales y mucho menos se esclareció la procedencia del recurso para lo que fue una descarada compra de votos, Alejandra Barrales Magdaleno fue designada –mediante el montaje de una elección– dirigente nacional de su partido, sí, el de la Revolución Democrática… Aun cuando la trivial presidenta del partido del sol azteca debutó como mamá hace poco más de un año, motivo por el cual el benévolo de Miguel Ángel Mancera le concedió justo hace un año una especie de beca al designarla como titular de una secretaría que, de plano, no sirve para nada porque las funciones que debería cumplir son planeadas y desarrolladas en la dependencia federal y, por consiguiente, quienes ahí nutren a la burocracia del gobierno de la Ciudad solamente se hacen pentontos –la de Educación Pública–, para que tuviera tiempo de dedicarse por completo al cuidado de su hija, razón por la cual casi nunca la vieron pararse en su oficina (no te acabes izquierda), los cabecillas del colapsado partido decidieron darle su regalo de cumpleaños el pasado 16 de julio, un día antes de que cumpliera los 49 años de edad, encumbrándola como su dirigente nacional… Aun cuando Barrales carece del perfil que requiere un partido en terapia intensiva, pero sobre todo de la credibilidad necesaria por lo desacreditada que ha quedado luego de una larga lista de escándalos en los que se ha visto involucrada, como aquella licencia por 30 días que le concedió el 23 de noviembre de 2010 a la entonces oficial mayor de la Asamblea Legislativa, María de Lourdes Cedillo Rivas, tras de la compra ilegal de mobiliario para las oficinas de los asambleístas, con lo que violó el artículo 43 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del Apartado B del artículo 123 de la Constitución (Que es improcedente licencia a Oficial Mayor de la ALDF), los capos de la grilla politiqueril y mandamases de las tribus más aguerridas y canibalescas del agónico perredismo decidieron cederle el desvencijado bastón de mando… O tal vez se lo entregaron para tener a quién mangonear mejor… De otra forma no se explica que se le haya conferido la dirigencia de un partido al que gracias a la alianza que su anterior presidente –Agustín Basave– hizo con el PAN en las pasadas elecciones donde consiguieron el triunfo en siete entidades, en este momento estarían preparándose las honras fúnebres para un moribundo, porque para ser francos un alto porcentaje de los electores votaron por lo que significó el partido blanquiazul, al menos en cinco de los siete estados que ganaron, como fue el caso en Durango, donde el partido del sol azteca prácticamente no existe… La ex líder sindical de las sobrecargos que entonces fue relacionada con Eduardo Pérez Anaya, uno de los sobrecargos de Aeroméxico detenidos en España en posesión de cocaína y acusado de narcotráfico (Diputada Barrales escoge a sus amistades), aunque ella negó alguna relación sentimental aun cuando no pocos trabajadores y personal cercano a ella afirmaron lo contrario, parece ser la responsable de planchar el camino para que el actual jefe de gobierno de la Ciudad, Miguel Mancera –y quien se dice sin partido cuando le conviene– tenga alguna posibilidad de agenciarse la candidatura presidencial perredista en 2018. Porque en ese partido, definitivamente, militan por fortuna buen número de mujeres con mucha mayor capacidad intelectual y gran carisma que Barrales, pero sobre todo con mayor independencia de criterio; de ahí que sea difícil de entender que al final los jefes perredistas hubiesen torcido por la más trivial de sus opciones para que, en primer lugar, consiga unificar a las tribus (lo cual se lee mejor que si uno escribe corrientes porque se evita caer en analogías lingüísticas), y posteriormente consiga sacar del atolladero en que se encuentra dicho partido… Sobre todo cuando ha sido estigmatizada por sus declaraciones cargadas de su correspondiente dosis de visceralidad que han derivado en descalificaciones, insultos e imputaciones, como recurso de precandidata frustrada, como fue el caso de cuando se tuvo que resignar a no ser la candidata a la jefatura de gobierno para cederle el paso a Miguel Ángel Mancera, con quien se dice que también tuvo una relación sentimental y que incluso éste prácticamente la dejó vestida y alborotada frente al altar… Unidad, posibilidad que en esa ocasión ella misma desechó por sus rabietas, al propiciar el rompimiento entre su grupo y el DIA (Diálogo por la Reconstrucción de México), por no habérsele otorgado la candidatura referida…
En pose para la revista H
¡A s’órdenes jefe!
Lo cierto es que Barrales se ha caracterizado por su analfabetismo funcional, lo que quedó demostrado a su paso por la Asamblea Legislativa, en casos como aquella ocasión en que nunca pudo definir si los diputados iban a bajar o no la tarifa del agua en el Distrito Federal, y como presidenta de la Comisión de Gobierno, respondió con esa verborragia pastosa que caracteriza a buena parte del peladaje arribista, transfigurado en sabelotodo de gabinete dispuesto a ilustrar al populacho en cualquier asunto que se le requiera de la administración pública, que: «Acordamos una mesa con funcionarios, con el secretario de finanzas, el tesorero, el procurador fiscal, etcétera» (el bendito etcétera como un recurso de los más socorridos por quienes la sesera no les da para más y les permite evadir los lapsus linguae), mesa de trabajo para plantear una propuesta en conjunto que les permitiera abordar la problemática del agua en la Ciudad… ¿Y bajarán las tarifas? Preguntó entonces perseverante informador. «Eso no está sujeto a discusión –cantinfleó Barrales–, hay un problema con el abastecimiento del agua, por el uso del agua, tenemos que abordarlo, y el otro tema que compartimos, primordialmente preocupación del jefe de gobierno (¡ole!) es el impacto que puede tener con la ciudadanía» (Mesa que más trabaje le bajo la tarifa del agua)… Conocida por desfacer el lenguaje, Barrales fue de las que calificó al DF como «territorio vanguardista» en materia de derechos humanos en diciembre de 2010, cuando en su discurso lisonjero aduló al entonces jefe de gobierno (Marcelo Ebrard, hoy confundido en el anonimato parisino a causa de sus presuntos desvíos presupuestales claro está), por aquello de que había sido designado el mejor alcalde del mundo, porque según dijo «muchos países del mundo» (valga la rebuznancia) han reconocido su empeño, trabajo y promoción de los derechos humanos (La capital, bastión de los derechos humanos)… El mismo, por cierto, que la dejó colgada de la brocha en la Asamblea Legislativa, tras de que la entonces presidenta de la Comisión de Gobierno buscó convencer a incrédulos y reticentes correligionarios acerca de que la tarifa del agua debía incrementarse en más del siete por ciento… Alguien que por buscar fama y celebridad para aplicarla a sus aspiraciones políticas, lo mismo posó para una revista de frivolidades, que llegó a someterse al antidoping (Le aplicaron la prueba antidoping a la diputada Barrales) para, como solía decir entonces, «confirmar congruencia», sobre todo cuando anunció la creación de un instituto para prevenir adicciones el cual, obviamente, jamás fue concretado; sin embargo, ahora es la dirigente nacional de un partido donde nunca han cuajado las buenas intenciones…
Ni premio ni castigo. Ya se verá para qué la pusieron ahí
De defensora de mujeres a encubridora de «dipuporno»
Otra de las contradicciones de la flamante dirigente nacional del PRD fue su presunto apoyo incondicional para el castigo a golpeadores y violadores de mujeres, por lo que su bancada (la abrumadoramente mayoritaria en la Asamblea Legislativa), dizque había presentado hasta enero de 2011 varias iniciativas (El tremendo chacaleo con la diputada Barrales) para formalizar la detención y arresto de aquellos, además de complementarlo con la persecución de oficio… Fue cuando alardeaba a los cuatro vientos de que la Ciudad de México se había convertido en la primera entidad del país en proteger la integridad física y psicológica de las mujeres que pudieran haber sido «víctimas de agresión en el hogar y en su entorno social y laboral» (La diputada Barrales es promovente de reformas), porque hasta incluso acuño el término de «promovente» por aquello de que la Asamblea Legislativa era promotora de reformas… Sin embargo, cuando en junio de 2012 se supo por un video grabado subrepticiamente por una trabajadora que el delegado perredista de Tláhuac le había pedido una felación a cambio de otorgarle su base, la diputada Alejandra Barrales literalmente se escondió y jamás volvió a aparecer en su papel de feminista; luego de que acudió muy puntual a los informes de trabajo de Rubén Escamilla a la explanada del edificio delegacional, donde largó a la concurrencia sendos choros discursivos con su estilo cantinflesco… De risa, porque la actual dirigente nacional del partido del sol azteca adoptó entonces el discurso de que de 2007 a 2010 habían sido denunciados en la capital del país 63 mil 690 delitos en tres modalidades, el psico-emocional, la agresión física y la sexual, por lo que 46 mil 111 mujeres habían sido víctimas de delitos y, según esto, 18 por ciento consistieron en ataque sexual (violación o abuso)… Así que esa fue otra de las acostumbradas simulaciones de Barrales, quien por lo visto fue colocada en la presidencia perredista para cumplir la función de alcahueta de algunos que todavía suponen que como partido tienen posibilidades de ganar la Presidencia de la República en 2018, sobre todo si el candidato llega a ser el omiso y veleidoso de Miguel Ángel Mancera… Por eso consideramos que a los perredistas no les va a quedar mayor opción que volver a ir en alianza para la elección de ese año, ya sea con sus aliados recientes del Partido Acción Nacional o, quizá, también, con los del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), si es que quieren salvar el registro; sólo que en ambos casos –ya tendrán tiempo para decidir con cuál partido se alían– será con un candidato que definitivamente no militará en el sol azteca, debido a que la imposición de Barrales en lugar de unir acabó por dividir aún más a las tribus perredistas… Así que la única manera en que los del sol azteca podrían llegar a presumir de que por fin alcanzaron un día de estos la unidad, será porque se acabaron de ir del partido todos los inconformes (¿y a dónde más se están yendo sino es a Morena?) con esta nueva imposición… Por lo pronto, los dislates, escándalos y contradicciones de la telenovela de la presidenta Barrales aquí seguiremos enumerándolos en posteriores entregas… Al tiempo.

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