martes, 30 de junio de 2015

Lo iletrado del Presidente no tiene nada que ver con su estado de salud

Además: Un presidente no renuncia por motivos de salud | Por lo común los políticos son rústicos e iletrados | Una cosa es la ignorancia y otra la enfermedad 


La enfermedad de Peña Nieto seguirá siendo un secreto para la ciudadanía
A través de un video compartido en su perfil de Facebook y en su cuenta de la plataforma YouTube, el cual lleva por título «dos polémicas», el periodista Rafael Loret de Mola Vadillo afirma que el presidente Enrique Peña Nieto padece un cáncer expansivo y debe dejar la Presidencia de la República… Sin mayores pruebas que sus palabras y las citas de diversas situaciones en las que se ha visto involucrado el mandatario, Loret de Mola afirma que desde hace dos años el presidente está enfermo, «y está enfermo de gravedad, y por eso no está en condiciones de seguir gobernando»…El hijo del ex gobernador Carlos Loret de Mola Mediz y padre del también periodista Carlos Loret, asegura que es cada vez más evidente que Peña Nieto padece esta enfermedad, por su palidez y la demacración de su rostro; situación que ha provocado que su capacidad de mandato se haya visto mermada… El periodista asegura que «es torpe pensar que el presidente sea un ignorante tan grande que no se sepa las capitales de los estados ni el nombre de las entidades federativas, esto es un exceso, tiene un problema de lagunas mentales. Si tiene problemas de lagunas mentales esto quiere decir que todo su organismo está viciado y que sus capacidades para gobernar están muy mermadas. Es necesario, pues, un cambio»… Hasta el momento la Presidencia de la República ni el propio mandatario han emitido comentarios al respecto…


El periodista comienza con una aclaración: «Yo nunca dije que el Presidente estuviera enfermo de cáncer en la vesícula, lo que dije es que desde 2011, en octubre exactamente, fue sometido a una intervención para extirparle un tumor que resultó, dicen, benigno, de cáncer en la próstata, todavía en estado de incubación; pero lo extraño es que en 2013, en julio 31 para ser exactos, fue sometido a una nueva operación, ahora para extraerle nódulos tiroideos que finalmente pueden ser relacionados con la enfermedad original, la del cáncer, es decir, un cáncer expansivo… No se dijo que era de gravedad entonces ni se dijo nada respecto a lo que les cuento en 2011. Ahora en 2013 hubo ya sospechas claras de que podría tener algo más el Presidente… Lo que se ha confirmado el fin de semana anterior, 2015 ya, es que fue claro que la operación que sufrió el Presidente en la vesícula para extraérsela, no tiene que ver con un cáncer directo, pero podría ser secuela de ese explosivo mal que en un momento rápido puede cubrir todo el organismo. No deseamos que así sea», comentó el periodista… Loret de Mola pide a la ciudadanía estar muy al pendiente porque no se puede tolerar es que haya un presidente que no esté al cien por ciento de sus capacidades. «Más aún, haciendo a un lado el cáncer, al observar que hay una falta de irrigación cerebral severa», subraya, para luego comentar lo que líneas arriba apuntamos acerca de lo torpe que resultaría pensar en que el Presidente sea tan ignorante que no sepa las capitales de los estados ni los nombres de las entidades federativas, por lo que debe solicitar licencia al Congreso y que éste designe a un sucesor…
Un presidente no renuncia por motivos de salud
Tanto que se fletan para llegar al cargo y después renunciar a mitad del período, como
que no es aceptado por un presidente
Sin embargo, más que derivado de alguna enfermedad, la incultura del Presidente no es exclusiva de él, sino que es algo común y corriente en la mayor parte de quienes integran la clase política en el país, por lo que pretender achacarle las barbaridades que dice en sus discursos a una severa deficiencia en la irrigación cerebral, eso estaría más en la intención de quienes sostienen la hipótesis para exigirle a Peña Nieto que renuncie y se vaya a rehabilitar a su casa, lo cual es algo que ni éste ni ningún otro mandatario va a hacer aquí en México, claro está, a menos que los deban sacar de Los Pinos con los pies por delante… Porque lo primero que arguye un político ante sus allegados para aferrarse al cargo, suele ser aquello de que tantos años que se fletó a fin de alcanzar esa posición que de ninguna manera va a dimitir; sin embargo, de que el Presidente está enfermo de eso no debe quedar la menor duda, de ahí que el tema de su enfermedad se le vaya a ocultar a ese segmento de la sociedad que procura estar medianamente informado, debido a que a ningún político, y mucho menos a un presidente, le gusta aceptar que padece alguna enfermedad por la sencilla razón de que eso significa debilidad, y a la gente no le gusta ver a su líder mermado de salud… Es más fácil que mañana los publirrelacionistas del Presidente lo vistan de pants y le manden tomar cientos de fotografías y videos en los jardines de la residencia oficial, con tal de enviar a la gente a través de los medios de difusión el mensaje de que Peña Nieto se encuentra en inmejorables condiciones físicas que ya corrió tranquilamente diez kilómetros por la mañana, nada más como para ir tomando condición física, aunque en la realidad hayan expuesto al mandatario a que pescara una pulmonía por el enfriamiento del caso…
Por lo común los políticos son rústicos e iletrados
Al ex gobernador de Michiacán, Fausto Vallejo, sí le aplicaron el renuncia por
por motivos de salud
, pero con Peña Nieto no sucederá eso
Pero eso sí, la ignorancia, evidenciada en las continuas apariciones públicas, es inherente a él y a la inmensa mayoría de quienes integran la clase política mexicana, lo cual es más que entendible si nos detenemos a ver que precisamente por no distinguirse como mentes brillantes ni alumnos distinguidos de sus generaciones a su paso por la escuela y la universidad (¿cuándo un político ha hecho públicas sus calificaciones en los diversos grados que cursó?), fue que todas estas figuras del vodevil partidista acabaron incursionando en la política a fin de cumplir con sus expectativas de éxito mediante el aprendizaje de habilidades histriónicas para la caracterización de los más disímbolos papeles en la comedia de engañar incautos electores para obtener su voto, y satisfacer sus apetencias de poder y dinero… De ahí que la máxima de que «un político pobre es un pobre político», cuya autoría pertenece al maese Hank González, sigue siendo la vara que mide a quienes sí pueden ingresar al selecto club de los arribistas cuyas membresías las otorgan los partidos políticos…
Una cosa es la ignorancia y otra la enfermedad
Puro montaje este tipo de fotografías, en las que se coloca a personas más maduras
y obesas (con guardaespaldas) que el Presidente para favorecer una lozana imagen
Tras de aquel episodio inicial siendo aún candidato a la Presidencia, cuando confundió al autor de La Silla del Águila, atribuyendo la obra de Carlos Fuentes al historiador Enrique Krauze en la Feria del Libro de Guadalajara, vino una larga lista de desbarres lingüísticos, tartamudeos y galimatías, como aquella visita al Centro Industrial Temium donde Peña Nieto dijo que Monterrey era un estado de la República («Quiero saludar a los titulares de los poderes legislativo y judicial de esta entidad. Al señor comandante de la región militar aquí en el estado de Monterrey de esta región del norte del país»)… O cuando no pudo pronunciar la palabra «epidemiólogo» durante el discurso que dio con motivo del Día del Médico («epide, epidemio, epidemiólogos… Una disculpa por este trabalenguas que me he encontrado en el discurso»)… Sin olvidar cuando durante la presentación del Programa de Apoyo a la Zona Fronteriza, el Presidente confundió el municipio de Ojinaga, Chihuahua, con la isla de Okinawa, Japón («Quiero saludar a toda esta gran representación de la sociedad de Chihuahua que se da cita aquí en Okinawa… a liderazgos… aquí en Ojinaga»)… Ni pasar por alto aquel gazapo en la entrega del Premio Nacional del Deporte a los atletas más destacados, cuando cambió el nombre a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) por el de «Comisión Nacional de Deporte Física y Deporte»… Ahora que, durante su discurso el año pasado en el Foro Económico de Davos, Suiza, Peña Nieto cambió las siglas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) por la «OSD» («con niveles de capitalización del orden de 16.1 por ciento que, sin duda, está por encima del promedio de los países de la OSD o de los países miembros del G-20»)… Sin olvidar cuando le cambió el nombre al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), por el de «Instituto de Información y de Acceso... a la Opinión Pública de toda la Información Disponible para la Ciudadanía desde el Gobierno, el IFAI»…


Lo cierto es que los yerros son cosa común en los políticos, pero sobre todo en los presidentes, debido a que ciertamente el cargo no exige mucha irrigación cerebral que digamos (lo único que debe hacer un presidente es escoger colaboradores que por mucho sean los mejores en sus respetivas disciplinas, pero eso jamás lo van a hacer aquí en México, donde el compadrazgo, el nepotismo o los lazos de oriundez están por encima de cualquier norma); cosa de recordar al inefable expresidente Vicente Fox cuando confundió en repetidas ocasiones a escritores latinoamericanos, como fue el caso de Jorge Luis Borges, a quien nombró «José Luis Borgues» y en un tuit le atribuyó al argentino el Premio Nobel, galardón que nunca recibió, lo que sucedió al momento de felicitar a Mario Vargas Llosa con aquel: «Felicidades Mario, la hiciste! Ya son tres: Borges, Paz y tú»… Mientras que su sucesor, Felipe Calderón Hinojosa, confundió el título del poema del uruguayo Mario Benedetti, «El sur también existe», con una canción del cantante Ricardo Arjona llamada «Si el norte fuera el sur»… Por consiguiente, una cosa es que como el sector más improductivo –debido a que no aportan ni un centavo al Producto Interno Bruto del país–, los políticos en su inmensa mayoría –porque tampoco podemos generalizar– sean burros, analfabetos o ignorantes, y otra que, como en el caso de Peña Nieto, que se esté enfermo… Y esto último no lo decimos nada más nosotros, la enfermedad desconocida del Presidente se comenta con profusión en ese sector informado al que también se le conoce como opinión pública, y cuya relevancia queda manifiesta a cada minuto en las redes sociales, que por lo demás han escapado de la censura oficial a pesar de los intentos de los políticos por legislar al respecto.

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