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miércoles, 25 de octubre de 2017

La doctora Socorro Bernal decidió servir de tiempo completo a Mixquic

Mercado Sobre Ruedas
Si personas como ella hubiesen dirigido los destinos de Tláhuac, en lugar de tanto logrero oportunista que ha caído, otro sería el panorama | Un día supo que su apostolado debía ser el trabajo por su gente, por los suyos, y tuvo tragos amargos, pero fueron más los de satisfacciones | Despreció la lisonja y la hipocresía tan común en quienes por no saber hacer algo de provecho terminaron por incursionar en la política
La doctora Socorro Bernal. Fotografía Sergio Rojas
Cuando parte de esta vida un ser de extraordinaria fortaleza y de un gran amor por su terruño y sus semejantes, como fue el caso de la doctora Socorro Bernal Vázquez, la gente se pregunta por qué nunca ese tipo de portentos llegó a dirigir los destinos de la delegación Tláhuac, en lugar de tanto político logrero vividor y estafador que aquí han aterrizado como paracaidistas apadrinados por diversos partidos políticos… Porque con seguridad, otra sería la situación de la delegación, con servidores públicos que nacieron o llevan muchos años de residencia ahí, y estarían imbuidos por el espíritu de querer el progreso para sus comunidades… Pero bien dicen que el pueblo tiene el gobierno que se merece, y en este caso en Tláhuac pareciera que sobre sus pobladores se cierne una maldición como castigo a la apatía y conformismo de buena parte de ellos, que prefieren no hacer nada ante el descomunal saqueo de los recursos y presupuestos asignados para obras y acciones que nunca llegan, porque los oportunistas aprovechan sus cargos para embolsárselos… Viene a colación el caso de la doctora María del Socorro Bernal Vázquez, quien solamente llegó al cargo de subdelegada de Mixquic en 1978, cuando en el organigrama de la delegación así se establecía, porque después el cargo fue sustituido por el de «coordinador»… Desde ahí luchó como pocos para conseguir que las sucesivas autoridades llevaran beneficios a su pueblo, San Andrés Mixquic, y en sus iniciativas o en las de otros siempre se sumó a las causas que contribuyeran al mejoramiento de éste y de sus habitantes… En una entrevista publicada en el número seis de la revista Nosotros (julio de 1997), se lee lo siguiente:
Quiso servir a su gente de tiempo completo
«Menuda y amable, su voz suena a nostalgia a historia y a pasado, pero también a presente. Nunca se casó porque desde los catorce años, cuando fue elegida por su comunidad para entregarle un ramo de flores en señal de bienvenida al entonces presidente Miguel Alemán Valdés, supo que su apostolado debía ser el trabajo por su gente, por los suyos. Y entre tragos amargos, pero mucho más de satisfacciones, María del Socorro decidió estudiar Medicina para acabar de servir de tiempo completo a quienes pudiera ayudar en ese Mixquic magnificente»…
Modestia y honradez como que no van con la política
¿Por qué los tlahuaquenses han sido tan reacios para apoyar e impulsar al cargo de delegados a coterráneos o personas de probado y desinteresado servicio a las diversas comunidades que integran la delegación? Es algo que quizá tendría que ver con eso de que nadie es profeta en su tierra, o de que salieron más astutos los advenedizos que aterrizaron en Tláhuac representando a partidos políticos para fundar sus feudos y convertir a la gente en sus vasallos… Lo cierto es que esas personas visionarias, de tan modestas y honradas que han sido, despreciaron la lisonja y la hipocresía tan común en quienes por no saber hacer algo de provecho terminaron por incursionar en la política mediante los partidos, por lo que su potencial y talento hasta la fecha no lo han sabido aprovechar sus propios paisanos. Descanse en paz la doctora Socorro Bernal.

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