Cuando sucedió la explosión
en el edificio B2 del complejo administrativo de Pemex –que incluye la Torre–
el 31 de enero de 2013, con saldo de 37 muertos y gran número de heridos,
debido a la acumulación de gas metano en el sótano –según afirmó días después
el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam– o también
conocida como zona de pilotes, a un par de horas de sucedido el siniestro un
equipo de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México compuesto
por estructuristas, químicos y
expertos en explosivos, llegaron al lugar y, más tarde, en conferencia de
prensa confirmaron la causa. Uno de esos expertos fue más allá, porque al no ser
político ni tener que actuar con disimulo e hipocresía, aseguró que lo que
había sucedido en dicho complejo administrativo no debía causar extrañeza
debido a que podía ocurrir en cualquier parte de la Ciudad de México, dado
que el subsuelo de la urbe estaba infestada de una red de conductos de gas
metano… La declaración del perito universitario, transmitida en directo por
los medios de difusión, fue escuchada por Miguel Ángel Mancera, jefe
de gobierno, quien tras de poner el grito en el cielo por la afirmación del
especialista de inmediato ordenó a su encargado de comunicación que se
pusiera en contacto con su homólogo en Pemex para reclamarle el por qué
permitían que aquel experto en explosiones dijera algo que podía desatar una psicosis
entre la ciudadanía… La declaración del universitario no tuvo mayores
consecuencias debido a que ipso facto
en el área de relaciones públicas de la paraestatal se pusieron a minimizar cualquier
efecto entre la población, con la célebre técnica de la persuasión de al buen entendedor su consabido embute…
Cuatro años y 10 meses después, Mancera volvió a molestarse porque
ahora fueron los del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) los
que elaboraron un mapa digital de las fracturas en el suelo de la capital del
país, sin consultarlo a él antes… Con esa actitud de suspirante presidencial
que todo lo concerniente a las consecuencias del sismo quiere aprovechar para
seguir con su campaña de atosigamiento mediático a la ciudadanía, así sean
puras banalidades lo que se pone a informar, el anodino jefe de gobierno
reconoció tener «absoluto desconocimiento» del estudio –además de muchas otras
cosas– elaborado por Dora Carreón Freyre, investigadora del Centro de
Geociencias de la UNAM… Dicho estudio muestra las grietas en el subsuelo de
la Ciudad de México, que llegan a aflorar a la superficie ante el hundimiento
ocasionado por la extracción de agua causando daños a la infraestructura y
viviendas en la superficie… De acuerdo con los expertos de la UNAM existen 12
sitios con deformación crítica en las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez,
Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac y Xochimilco…
Nada nuevo. Porque como se
recuerda, al menos en Tláhuac al inicio de la gestión del narcogobierno morenista, hubo vecinos
que se opusieron a la perforación de pozos (Vecinos de Tláhuac
protestan por perforación de pozos del Sacmex), debido
a que el número de zonas que presentaban cuarteaduras a causa de la
indiscriminada extracción de agua del subsuelo se extendía peligrosamente, lo
que incrementaría el riesgo de que se registraran más hundimientos, pero el responsable
de cuestionar a Mancera por su interés de sacar agua de Tláhuac para
llevarla –con evidentes fines electorales– a Iztapalapa, se puso del lado del
jefe de gobierno por así convenir a sus intereses. Y a los vecinos
quejumbrosos que andaban de revoltosos acabaron silenciándolos con unas
cuantas chambitas en la delegación… Ahora cualquiera puede ver los tres
nuevos pozos que fueron perforados a cuenta del gobierno perredista de la
Ciudad en la Colonia Selene, perímetro del poblado de San Francisco
Tlaltenco, en la delegación Tláhuac. De ahí entonces el malestar de Mancera,
porque para él no hay nada mejor que esconderle a la población todo aquello
que le pueda fastidiar, para que su imagen de suspirante presidencial no
termine por mancharse más de lo que ya está. Cosa de recordar cuánto tiempo
el jefe de gobierno estuvo escondiendo al crimen organizado en la Ciudad,
hasta que les cayó la Marina-Armada en Tláhuac con el operativo en el que fue
abatido el líder del cártel de la localidad, aprovechando que Mancera
andaba jugando a los caballitos en Parral, Chihuahua, y regalando patrullas,
cuando en Tláhuac las pocas que hay sólo sirven para recoger las cuotas que
impone un jefe de sector… A decir de Carreón Freyre la principal
utilidad del mapa es identificar los sitios críticos de la ciudad y con mayor
probabilidad de afectación por los hundimientos y fracturas del suelo, algo
que a Mancera no le conviene que la gente sepa, porque lo que ya
quiere es aprovechar cualquier momento de quietud para renunciar al cargo e
irse de campaña por la presidencia de la República…
Aun no es del todo tarde para
reflexionar…
Entre las propuestas de
los investigadores de la UNAM está la de ya no extraer más agua del subsuelo
ni construir más inmuebles en las zonas con mayor riesgo por fracturas.
Consejo que de cualquier forma en Tláhuac ya no tiene validez luego de que
los del Sacmex perforaron y construyeron como para vaciar el subsuelo de
Tláhuac de agua en un par de años, sin importarles si toda la delegación
termina como la Colonia del Mar… Ahora que si a eso se le agrega la
estulticia del delegado Rigoberto Salgado por construir sus mentadas
albercas en zonas de alto riesgo como en San Juan Ixtayopan y Santa Catarina Yecahuizotl,
aun cuando por ahí cruzan sendas fallas geológicas, el futuro de los
pobladores de Tláhuac con este tipo de gobiernos –de la payasada del renacer
y demás gansadas– que definitivamente alguien pudiera considerar que se lo merecen por su apatía y conformismo, es de fatales consecuencias… Mientras
tanto, el berrinche del jefe de gobierno debe ser visto como el de alguien
que quiere mantener a la ciudadanía engañada. El que le hayan parecido «declaraciones
muy ligeras y desafortunadas» lo anunciado por el Cenapred, a la ciudadanía
le deben servir como advertencia de que para los políticos –sean del partido
que se trate, o se apelliden Mancera o Salgado–, estos siempre
pondrán sus intereses personales muy por encima de los de la gente… Al
tiempo.
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