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Luego de que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, por andar en
campaña política por la candidatura presidencial descubrió el pasado 24 de
julio que el crimen organizado se dedica a la tala clandestina en las
alcaldías Tlalpan y Milpa Alta, la comunidad de San Miguel Topilejo en la
Alcaldía Tlalpan sigue viendo la «tala indiscriminada y la masacre contra los
árboles». Lo anterior es el testimonio de Marcos Paz Miranda, representante de
Bienes Comunales de Topilejo, cuya comunidad ha denunciado desde hace dos
años la situación sin que las autoridades actúen. «Tiene dos años que hemos
realizados las denuncias, y de esa fecha ahora son cerca de las cuatro mil
hectáreas afectadas», aseguró al reportero Jaime Quintana Guerrero, de
Desinformémonos. Los pobladores de Topilejo –comunidad donde el pasado 12 de julio tuvo
lugar un nuevo montaje policíaco en un inmueble que según se dijo operaba
como casa de seguridad–, han interpuesto 21 denuncias ante la Procuraduría Federal
de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría del Medio Ambiente
(Sedema), la Dirección General de la Comisión Nacional Forestal y ante las
autoridades del gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, «el bosque sigue devastándose».
Modus operandi del crimen organizado A decir de Paz Miranda, la forma de actuar del crimen organizado,
principal responsable de la tala del bosque, es por medio de «halcones», que
observan quién entra y quién sale del territorio. «Son delincuentes que se
dedicaban al huachicol, pero cuando el gobierno les quitó ese ilícito se
pasaron al bosque, porque la madera es muy redituable». Los talamontes vienen de Morelos y del estado de México, «llegan en la
madrugada y en la noche, son informados desde el kilómetro 28 de la carreta
México-Cuernavaca sobre si hay elementos de la Guardia Nacional, de Seguridad
Ciudadana o Brigadistas de la comunidad en el camino». «Entran por una vereda en el kilómetro 48 de la México-Cuernavaca.
Utilizan drones, vienen con motosierras y camionetas de tres y media de
plataforma. Viajan de cinco a seis personas por unidad, armados, y entran
aproximadamente seis camionetas diariamente», aseguró el defensor del bosque. Pero debido a la corrupción policíaca en la Ciudad de México es que las
camionetas cargadas de madera que de ahí salen, son detenidas para presunta «supervisión» y después «los dejan libres», mientras que los pobladores de Topilejo –hongueros
y cultivadores de papa y avena– son hostigados y amenazados por los invasores
con el cobro de paso al bosque. Lectura recomendada: Jefa de gobierno descubre que los talamontes son «crimen
organizado» Las autoridades comunales de San Miguel Topilejo se empeñan en cuidar y
defender su bosque, que forma parte del Corredor Biológico Chichinautzin
–que forma parte de la dizque «áreas naturales» protegidas del gobierno
federal , el cual comprende varios municipios del estado de México, pero
también de la Alcaldía Milpa Alta, en la Ciudad de México. ♦ Fuente: desinformemonos.org | Fotografía Heidi E. Badillo Gámiz |
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