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Sobre Ruedas
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Operadores de una ruta
de microbuses reportaron a la policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana
(SSC) de la Ciudad de México que en su base de Tulyehualco habían detenido a
un sujeto que minutos antes de las 21 horas del sábado se plantó frente a
ellos para extorsionarlos, pero como
es de dominio público, la policía en esta ciudad se toma su tiempo para atender
emergencias y fue así que primero llegaron los cómplices de aquel a
rescatarlo.
Tras de llegar a la base
de Avenida Tláhuac y Calle Isidro Tapia en Tulyehualco, alcaldía Xochimilco,
para exigirles el pago de cuotas por derecho de piso, los operadores del
transporte público que se encontraban en el lugar de inmediato reaccionaron y
lograron detener al sujeto, por lo que de inmediato pidieron el apoyo de la
policía capitalina vía telefónica y a través del WhatsApp de Noticiudadana.
Sin embargo, quienes sí llegaron
de inmediato a bordo de una motocicleta fueron los cómplices del
extorsionador, los que pistola en mano exigieron que lo dejaran en libertad y
luego de conseguir su objetivo, comenzaron a golpear a los operadores de la
ruta 50.
En la agresión uno de
los choferes cayó al suelo y fue entonces cuando los tres sujetos comenzaron
a patearlo, sobre todo en la cabeza, por lo que le dejaron en muy malas
condiciones. Fue necesario pedir el apoyo de una unidad de servicios médicos del
ERUM para que pudiera ser trasladado a un hospital.
Cuando al lugar llegaron
los elementos policiacos 15 minutos después, los individuos ya habían huido
tanto en la motocicleta como a bordo de un automóvil.
Apenas el pasado 19 de
agosto, los operadores de transporte público que en Calle Isidro Tapia y
Avenida Tláhuac tienen su base, habían manifestado su preocupación porque las
autoridades no tienen la capacidad necesaria para enfrentar a la
delincuencia.
«En los últimos meses se ha acentuado la
descomposición social en Tláhuac, por lo que el transporte público no ha sido
la excepción», aseguraron los dirigentes de varias rutas.
Ahora los choferes se encuentran preocupados por las represalias que
puedan tomar los extorsionadores en contra de ellos, el pasaje y sus
unidades, tal y como sucede en el estado de México, donde llegan a incendiar los
vehículos delas rutas que se niegan a pagar las cuotas que les exigen.
«No nos queda más que
encomendarnos a Dios cada vez que salimos de nuestras casas todos los días,
porque sabemos a qué hora lo hacemos, lo que no sabemos es si vamos a regresar,
y como estamos en absoluta indefensión porque la policía ya vimos que nomás
no pueden con los criminales, no tenemos otra alternativa mas que pedirle a
Diosito que nos cuide y nos proteja», dijo un operador de microbús.
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