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Sobre Ruedas
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La incompetencia en la actual administración de la
alcaldía Tláhuac, sumada a los «acuerdos oscuros» entre la autoridad y la comisión
organizadora de la Feria Patronal de San Pedro Tláhuac, así como distintas comparsas,
entre otros actores, ocasionan inseguridad y violencia, además de que potencian
la delincuencia, vicios, corrupción e impunidad.
De acuerdo con quejas de vecinos, las situaciones
anteriores «atentan directamente contra la esencia de una festividad de esta
magnitud, degradando las creencias religiosas y generando la falta de respeto
a esta institución de culto», debido a que el origen de la feria es patronal.
La madrugada del viernes 28 de junio, entre la
1:00 y 2:00 am, aproximadamente, se reunieron en la explanada del recinto
ferial de la alcaldía cientos de personas de ambos sexos, en su mayoría
jóvenes y menores de edad, en completo estado de ebriedad, así como otros individuos
más violentos y drogados, todos ellos encabezados por varias comparsas
acompañadas por bandas musicales, lapso en que aquellos consumieron grandes
cantidades de alcohol transportadas mañosamente en carriolas.
«Es vergonzante que estos grupos se presten para
contrarrestar el efecto beneficioso de una sana convivencia y respeto a los
cultos religiosos, a cambio de unos pesos, ya que estas comparsas son
patrocinadas por la alcaldía, so pretexto de los usos y costumbres», dijeron vecinos.
Lo cierto es que en las actividades organizadas
por la alcaldía corren grandes cantidades de alcohol entre quienes participan
en ellas, con lo que ponen en riesgo la integridad física de propios y
extraños.
Al decir de vecinos del edificio de gobierno de la
alcaldía, «al paso de las comparsas y sus seguidores van dejando una estela
de basura, orines, maledicencias y riñas», además de obstruir las pocas
vialidades, colapsándolas por horas, como sucede con las calles que conforman
el Centro Histórico y las aledañas, como es el caso de Cuitláhuac, Mina,
Nicolás Bravo, Avenida Tláhuac-Tulyehualco, Ferrocarril Atlixco e Hidalgo,
entre otras.
En Nicolás Bravo en su entronque con Cuitláhuac y
hasta Ferrocarril Atlixco, estas calles son bloqueadas por pesados tráileres.
Asimismo, otras más son cerradas de manera
arbitraria para realizar ahí bailes públicos, por lo que la gente debe
caminar grandes distancias –entre uno o dos kilómetros– a causa de los cortes
viales sin señalizaciones, para llegar a los paraderos y de ahí dirigirse a
su destino.
Otras calles que tienen gran aglomeración con
motivo de la feria son 20 de noviembre, Rafael Castillo, el paradero
Tláhuac-Chalco, la Monera y Acueducto hasta topar con la Tulyehualco-San Juan,
donde se quedan varados alrededor de mil unidades, entre automóviles
particulares y transporte público.
Como se ha informado, los conductores tardan más
de una hora en pasar la Avenida Acueducto, sin ninguna ayuda de la autoridad.
Los problemas son diversos, como dimos cuenta aquí
del caso de un vecino con domicilio en Avenida Tláhuac, a dos cuadras del
edificio de gobierno, quien fue golpeado salvajemente por un grupo de mototaxistas
afuera de su casa, los cuales se han apoderado de toda la vialidad «de forma
irregular y arbitraria» con el aval de la alcaldía, según se quejaron los
vecinos.
Con información de Noticiudadana
Se recomienda
leer: El alcohol,
punto obscuro de las fiestas patronales de Tláhuac
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