A decir del periodista Armando Ramírez (Noticiudadana), presente en el
recorrido, la planta del llano fue una copia de una que el gobierno
capitalino adquirió en Canadá, por lo que se trataba de una infraestructura
hecha para las aguas de aquel lugar, no para la gran cantidad de aguas
residuales que genera la Ciudad de México. Refirió que de acuerdo con
funcionarios de la administración central, cuando los fines de semana se
hacía el destace de animales en los pueblos de Mixquic, Tetelco e Ixtayopan,
para consumo de los pobladores de la zona chinampera, la estructura de la
planta no procesaba la sangre. Sólo en época de lluvias cuando había un nivel
mínimo de agua en los canales ésta se podía procesar, pero el resto del año
no, y como no hay una red de drenaje real, las aguas residuales desembocan en
los canales y de ahí es absorbida por los productores. |
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El campo
no debe estar sujeto a funcionarios Lo cierto es que el problema de la escasez de agua tratada en Mixquic es
crónico debido a que se repite año con año, por lo que en esta ocasión los
campesinos ya ni siquiera piden a la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad
para las Comunidades (Sederec) que les resuelva completo el problema, sino
que lo mitigue. «Este problema es crónico y se repite año tras año, los
funcionarios siempre se han justificado con los cambios, de que cuando
sucedió algo ellos aún no estaban, pero no les cabe en la cabeza que nosotros
no trabajamos con personas, sino que lo hacemos con instituciones, y resulta
que ellos ahí no tienen ningún seguimiento de lo que aquí en el campo de
Mixquic se ha hecho ni de lo que falta por hacer», apuntó Guillermo. Y como cada año, quienes de Mixquic han encontrado en las
administraciones delegacionales su modus vivendi, ante el problema de la
escasez de agua de plano se hacen los disimulados. Por ejemplo, el
coordinador territorial del pueblo, Juan Armando Jiménez, la «Burra»,
impuesto mediante una presunta elección por el delegado morenista Rigoberto
Salgado, tampoco se ha preocupado por hacer ninguna gestión ante las
autoridades responsables de surtir de agua tratada a los canales de Mixquic. «Con que
nos abastezcan de agua ni los molestamos» |
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«Somos productores agrícolas de tiempo completo –reiteró Guillermo Peña–,
es nuestro único sustento, por eso luego se le pide a las autoridades de
manera grosera que resuelvan nuestros problemas, porque nosotros no estamos
jugando a ser campesinos y ellos sí parece que están jugando a ser
funcionarios dado que parecen burlarse de nosotros». |
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Sin embargo, otro malestar de los campesinos productores de Mixquic es
que los programas gubernamentales para el campo en las instancias
correspondientes se los otorgan a gente que ni se dedica al campo.
«Desgraciadamente las instituciones de gobierno han estado manteniendo a todo
tipo de grupos de seudo campesinos, a los que ni siquiera los obligan a ir a
una manifestación porque no viven de esto, como nosotros. Por eso es nuestro
enojo, como se lo dije a la de Sederec, a nosotros no nos den los programas,
con que nos abastezcan de agua ni los molestamos», apuntó. Para el señor Peña García son ellos como campesinos los que realmente
hacen el desarrollo rural en Tláhuac, porque los de esa área burocrática
«nunca han hecho un programa para el campo, sólo están como los bomberos,
dispuestos a apagar el fuego a cachuchazos y sombrerazos, pero aquí estamos
los que vivimos cien por ciento del campo». Recordó que ellos no son ningún grupo
político que tenga acuerdos o convenios con las autoridades, «para eso de,
‘¿sabes qué?, tráeme tanta gente y te doy tantos proyectos’, nosotros estamos
metidos en nuestro campo, porque somos cien por ciento campesinos,
productores, y eso es lo que muchas veces da muina (sic)», expresó. Puro
negocio chueco el campo capitalino |
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A decir del indignado campesino, si alguien con imparcialidad hace un
balance de todos los programas gubernamentales a nivel Ciudad de México, se
podrá ver que en su inmensa mayoría es un dinero no tirado a la basura,
ciertamente, sino uno muy bien repartido entre grupos específicos con
intereses particulares. |
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«No me lo crean a mí, como les dije a los de Sederec –comentó–, pero
contraten a una persona que en realidad sepa y que haga un estudio para ver
cuánto han impactado esos programas en el campo, a quiénes se los han dado,
porque le han dado becerros a gente que los ha terminado por vender; y le han
dado borregos, guajolotes y gallinas a la gente que se ha prestado para sus
acarreos en manifestaciones. Pero a quienes verdaderamente somos del campo y
metemos proyectos con la ilusión de que nos los aprueben, ni siquiera nos
quieren dar una bomba, ninguna maquinaria para el campo. ¿Por qué? Porque no
sabemos elaborar un proyecto, pero los que ya están viciados saben cómo tocar
la puerta y se los dan». «¿Y por qué se los dan? Porque inmediatamente les dicen, ‘órale, ahí está
tu mochada’». Guillermo refirió tener tres hijos y su esposa qué mantener, por lo que
de su trabajo en el campo debe sacar para la comida. «Me alcanza porque
estiro el dinero, y yo solamente debo invertir 40 mil pesos de mi bolsa en
esto, en hectárea y media de cultivo que tengo de romerito. Simplemente de
mecanización me gasto más de cinco mil pesos, más aparte la semilla y todo el
trabajo que todo esto se lleva, pues de perdida me gasto unos 25 o 30 mil
pesos para sembrar hectárea y media. Así que lo que sembramos en octubre lo
cosechamos en diciembre, pero, mientras, ¿qué hace uno para comer? Son tan
ineptos que nos ven como molestia |
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Con la escasez de agua si los campesinos tenían proyectado gastar en 20
litros de gasolina para jalar el agua ahora van a tener que gastar 40, porque
la van a traer de más lejos, «y tenemos que andar, válgame la expresión
–acotó–, como marranitos en el lodo, limpiando los canales para que pueda
escurrir un poco de agua». Lo cierto es que si la Sederec no contribuye a
resolver el problema, toda la producción de romero, brócoli, verdolaga y
espinaca que es sembrada en Mixquic corre el riesgo de perderse. |
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¿A cuánto ascenderían las pérdidas para los productores agrícolas? En un
principio Guillermo dijo no tener idea del monto, «porque habría que hacer
una cuantificación por hectárea, imagínese que el ejido nada más se compone
de 680 ejidatarios, de a media hectárea, estaríamos hablando de casi 400
hectáreas, más aparte la pequeña propiedad que está dentro del ejido, y más
aparte la zona chinampera, estaríamos hablando de más de mil hectáreas.
Multiplíquelos por 40 mil, por hectárea, porque todos somos hermanos del
mismo dolor». En otra parte de la conversación precisó que muchas veces ellos no se
manifiestan todos porque deben de trabajar en el campo. «Ahorita unos están
trabajando y pocos son los que quieren perder tiempo para ir y reclamar a las
autoridades, por eso se designan los representantes, como yo, que somos los
que tenemos que lidiar con las autoridades, y por eso los bu rócratas de la Sederec muchas veces ni nos creen. Con eso de que piensan
que sólo estamos jugando. ‘No, es que nomás vienes tú y estás molestando’,
llegan a decir. Porque son tan ineptos que piensan que en verdad nosotros
estamos jugando y que no tenemos otra cosa que hacer». No quieren
más apoyo que el agua tratada en canales |
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«La situación es crítica y por eso sí pedimos apoyo a todas las
autoridades, porque como le decía, nos interesa que nos den agua y que no nos
anden fregando con que les vayamos a hacer más grandes sus marchas cuando nos
necesitan. Si nos dan agua nosotros estamos contentos como productores y ni
manifestaciones ni bloqueos de instituciones les vamos a hacer, porque
sabemos que no nada más los perjudicamos a ellos sino a terceras personas, y
con eso no vamos de acuerdo», puntualizó. |
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Reconoció que tras del terremoto del 19 de septiembre hubo fracturas en
el tubo de 72 pulgadas que viene del Cerro de la estrella, «pero eso es
entendible, como productores lo entendimos, lo que ya rebasó a las
autoridades es que un rebombeo no lo sepan manejar, que hayan quemado la
bomba, que la estén echando a andar y no avienta agua, y después de diez días
se percatan de que no está aventando agua, ya es cuando intervienen y dicen,
‘¡ah, cabrón!, entonces sí nos faltó echar una supervisadita’». Por lo pronto, la situación sigue siendo desoladora para los productores
agrícolas de Mixquic, a los que ni siquiera han volteado a ver los de la
pandilla incrustada en la Autoridad de la Zona Patrimonio (AZP) Mundial,
Natural y Cultural de la Humanidad, que el jefe de gobierno Miguel Ángel
Mancera, franquició al inicio de su gestión a los de la llamada unión de
colonias populares que por nueve años medró con cargos y presupuestos en la
delegación Tláhuac. |
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