En Mixquic se
pretende desvirtuar las tradiciones a fines meramente económicos a través del
entretenimiento | No
pueden entender que los días de muertos no son para evocar zombis, fantasmas o seres malignos | Algunas
familias citadinas llegan para enseñar a sus hijos sus raíces, otros lamentan
la ley seca, aunque no falta quien se las arregla | La renta de los lugares en las calles y en la
Plaza Juárez es un tema picante y ahí se reflejan los intereses privados en
el contexto de una tradición
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Por Ricardo Flores Cuevas
Colaborador
de la revista Nosotros
Alfredo López
Austin señaló en una entrevista que le realizó Raúl Correa en el año 2003 el
aspecto mercantil que se les ha impuesto a las conmemoraciones de los fieles
difuntos. En la era del homo videns
y de los contenidos light en tv, se pretende desvirtuar las
tradiciones a fines meramente económicos a través del entretenimiento.
En este tenor
varias televisoras han transmitido en vivo desde el atrio-cementerio de
Mixquic, cuyos contenidos distan de la divulgación cultural.
En 2015 una
realizadora de filmes requería imágenes para un featurette de la saga de James Bond Espectre: la alumbrada, danzantes con atuendos y físicos
espectaculares. Lo triste para ellos fue que llegaron el 31 de octubre y lo
que necesitaban sucedía en la madrugada del 2 de noviembre.
Son constantes
las solicitudes de testimonios que narren historias de terror, no pueden
entender que los días de muertos no son para evocar zombis, fantasmas o seres malignos. También diversas empresas
solicitan imágenes sobre los días de muertos para hacer spots de tv de difusión turística. ¿Mixquic
necesita difusión?
Es innegable que
la iniciativa privada ha intervenido valorando en términos económicos las
tradiciones. Como lo redactó Correa en la mencionada entrevista a López Austin:
«No es de extrañar que la ideología neoliberal –impuesta por los gobiernos
desde hace varios sexenios– vaya en contra de la cultura profunda. Este
movimiento no tiene el mínimo respeto por las tradiciones que se forjaron en
el transcurso de miles de años».
Fue impactante
ver como algunos sectores creyeron contrarrestar el halloween dejando únicamente a un lado sus disfraces y pintándose
de calavera. El problema aquí es lo que López Austin nos dijo hace 13 años:
«Así no se
resuelven las cosas. Es superficial. Es como poner un altar de Día de Muertos
en mi casa, me visto de charro y contrarresto el halloween. No es eso. Es una cosa mucho más profunda».
En los días de
muertos se han realizado todo tipo de propuestas, desde las esencialistas
hasta las más provocadoras. De esta manera han habido eventos (organizados por diferentes
agrupaciones) de diferentes corrientes musicales como la trova, clásica,
popular mexicana hasta el skate, dj, vj, rock y ska; también
presentaciones escénicas de todo tipo, proyecciones de cine con enfoques muy
diversos; manifestaciones culturales de diversas regiones del país;
recorridos históricos y también hubo talleres de artes plásticas.
De esta manera se
han presentado desde décadas pasadas: Luis Pérez Meza, Oscar Chávez, Tania
Libertad, Los Folkloristas, Eugenia León, Mario Iván Martínez y Susana Harp,
entre muchos otros.
Las exposiciones
han sido igualmente variadas: ofrendas (recreaciones de lo prehispánico y lo
contemporáneo), calaveras en movimiento, fotográficas, calles iluminadas con
faroles y galerías.
Los deportistas
también se dan cita con el medio maratón y llegan visitantes en rodadas
ciclistas.
Las redes
sociales tienen su estilo propio de compartir. De esta manera, se aportan más
elementos para la formación de imaginarios sobre nuestro pueblo.
¿A qué vienen los
turistas? ¿Qué esperan ver? ¿Qué buscan?
Carlos Monsivais
refiere que en los años 50, «Mixquic fue una reunión de protesta, una
asamblea de los que repudiaban la norteamericanización, cultural y
espiritual, de las colonias»; aquí se dieron cita los izquierdistas, los
antropólogos, los amantes del folclor y los hippies. A fines de los 60
apareció otra minoría: las tribus de la Zona Rosa (según este cronista, la
Zona Rosa es «un estado de ánimo. Se comparte y eso es suficiente, la
angustia sentimental y renacida en la ilusión de estar viviendo en otra
parte»).
En la actualidad,
algunas familias citadinas llegan para enseñar a sus hijos sus raíces, otros
lamentan la ley seca, aunque no falta quien se las arregla. Es común ver cómo
los medios de comunicación recomiendan a nuestro pueblo «para ir a festejar los
días de muertos».
De esta manera, a
casi 50 años de lo relatado por Monsiváis, vemos cómo llegan los mexicanos
que se creen extranjeros, los mexicanistas que defienden las raíces, los
antropólogos a un trabajo de campo, los aventureros, de los que necesitan un
pretexto más para festejar, hasta de los partidos políticos que no dejan
pasar esta oportunidad para su autopromoción.
Asimismo, el
pueblo deviene en la capital del folclor, se pueden encontrar productos de
Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Nayarit, Chiapas, estado de México... (y hasta de
China).
La renta de los
lugares en las calles y en la Plaza Juárez es un tema picante y ahí se
reflejan los intereses privados en el contexto de una tradición. Por
desgracia no hemos tenido la capacidad como pueblo de organizarnos para que
la derrama económica que se genera en estos días retribuya en mejoras
públicas.
Con todo lo dicho
hasta ahora, no sólo es Mixquic el asediado por todo lo narrado líneas
arriba. Puede ser cualquier otro pueblo de nuestro país. A nosotros nos ha
tocado vivir los diversos usos que otros intereses han pretendido imprimir a
esta tradición, desde lo nacionalista hasta la tendencia actual de intentar
incorporar los días de muertos al Mainstream
(cultura de masas).
Finalmente, vale
la pena resaltar que la vorágine del Mictlan-show* no ha mermado del todo la
paz que se vive en los hogares durante estos días, recordando y conviviendo
con los que se nos adelantaron, como lo muestra el importante trabajo video
documental dirigido por Marlene Ramírez, Siempre entre nosotros, día de
muertos en Mixquic.
_____
Fuentes
citadas:
Carlos
Monsiváis. Días de guardar. ERA,
18va reimp. México, 2006.
Raúl
Correa. «Los días de muertos, sin valor para la ideología mercantilista». Gaceta UNAM. Número 3,674, 3 de
noviembre de 2003.
Siempre
entre nosotros, día de muertos en Mixquic.
Dirección y guión: Marlene Ramírez Pineda. Producción: Coordinación de Enlace
Comunitario de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. México, 2009.
*
El término Mictlanshow fue acuñado
por Enoch Vargas Jiménez
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Conmemoración
El
colorido espejo de la muerte en muestra fotográfica
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La celebración
que se realiza los últimos días de octubre y los primeros dos de noviembre,
cuando «la brecha entre el mundo de los vivos y de los muertos se abre para
permitir el retorno de las almas de los fallecidos» y visitar a sus seres
queridos, quienes los esperan con flores, luces, viandas, música y danzas, es
captada por cuatro destacadas fotógrafas en la exposición colectiva El colorido espejo de la muerte… Yolanda Andrade, Susana Casarin, Ruth
Lechuga (1920-2004) y Maritza
López exponen sus diversas miradas en torno al ritual del Día de Muertos
en dicha muestra fotográfica, integrada por 24 imágenes a color y blanco y
negro, que se exhibe en la Sala Nacho
López de la Fototeca Nacional del INAH, en Pachuca, Hidalgo… La
exposición nació hace más de una década, explicó Maritza López, curadora del montaje, como resultado de un
proyecto fotográfico de la investigadora de origen austriaco, Ruth Lechuga, que devino en un libro
para la Universidad de Fort Worth, Texas… Posteriormente, la muestra como tal
se organizó a instancias de una invitación del entonces embajador de México
en la India, Jaime Nualart, quien
tenía conocimiento de este material gracias a la editorial Artes de México.
Se montó en la Galería Bengal del Centro Rabindranath Tagore, en Calcuta,
India, en octubre de 2010… «Originalmente
se trataba sólo del trabajo de Ruth
(a partir de los años veinte hasta poco antes de su fallecimiento) y el mío
(de los setenta a la fecha), más tarde se buscó invitar a una o dos personas
que tuvieran obra sobre esta manifestación cultural en la ciudad y en
pequeñas comunidades rurales», explicó Maritza
López… La fotógrafa expuso que se trata de mostrar las distintas facetas
de esta celebración declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
por la Unesco, en 2003, como las observadas y capturadas durante el recorrido
que hizo acompañando a Ruth Lechuga
por la República Mexicana… En este viaje por la geografía nacional, relató López, descubrieron que este festejo
abarca mucho más que el simple hecho de acudir a los panteones para estar con
sus difuntos o montar las típicas ofrendas… «Habíamos visitado Oaxaca y
Michoacán, pero a medida que nos adentramos por el país conocimos otras
realidades más allá de las ya consabidas, nos dimos cuenta que la fiesta era
de una versatilidad impresionante: gastronómica, dancística, musical y
artesanalmente (máscaras y juguetes, entre otros); la idea del Día de Muertos
del panteón, la velación, los tamales y los altares, cambió para nosotras»… Sobre
este ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido, López declaró que la idea de celebrar la vida a través de la
muerte, es una de las características constantes de los festejos en el país…
Destacó que el Día de Muertos es una conmemoración que se debe enseñar a las
nuevas generaciones para que la preserven, ya que se trata de una tradición
que en el país tiene representaciones maravillosas, cuya raíz proviene, en
muchos casos, de tiempos prehispánicos…
Sobre la particularidad de los trabajos
de cada una de las participantes, López
resaltó que Ruth Lechuga fue una
enamorada de México, la riqueza cultural del país la impresionó a tal grado
que decidió ayudar a que estas manifestaciones culturales no desaparecieran,
haciendo un registro de algunas de ellas, como se puede apreciar en su obra
expuesta… Yolanda Andrade se ha
especializado en temas sobre la ciudad, por lo que muestra algunas de las
representaciones urbanas de esta celebración… Por su parte, Susana Casarin expone parte de un
trabajo hecho en el municipio de Naolinco, Veracruz, donde da a conocer la
forma como festejan en ese poblado a los seres queridos que han fallecido… De
su participación en El colorido espejo
de la muerte, la curadora dijo que se trata de un seguimiento de su
trabajo realizado en distintas de regiones del país, ahondando en los
festejos celebrados en diversos pueblos, donde descubrió otras formas de
concebir este ritual… «Estas cuatro fotógrafas excepcionales nos muestran por
qué la fotografía contemporánea es columna vertebral del arte mexicano. El
cual no deja de explorar las sustancias de la vida, una de ellas, su espejo
oscuro, a ratos colorido, la muerte», destaca el escritor Alberto Ruy Sánchez, en un texto de
sala… La exposición fotográfica permanecerá hasta el 23 de noviembre, en la
Sala Nacho López de la Fototeca
Nacional, Casasola sin número, colonia Centro, ex Convento de San Francisco,
Pachuca, Hidalgo, con horario de martes a domingo de 10 a 18 horas. La
entrada es libre.
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