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jueves, 27 de octubre de 2016

En puro «mainstream» acabó el día de muertos en Mixquic

En Mixquic se pretende desvirtuar las tradiciones a fines meramente económicos a través del entretenimiento | No pueden entender que los días de muertos no son para evocar zombis, fantasmas o seres malignos | Algunas familias citadinas llegan para enseñar a sus hijos sus raíces, otros lamentan la ley seca, aunque no falta quien se las arregla | La renta de los lugares en las calles y en la Plaza Juárez es un tema picante y ahí se reflejan los intereses privados en el contexto de una tradición
Por Ricardo Flores Cuevas
Colaborador de la revista Nosotros

Alfredo López Austin señaló en una entrevista que le realizó Raúl Correa en el año 2003 el aspecto mercantil que se les ha impuesto a las conmemoraciones de los fieles difuntos. En la era del homo videns y de los contenidos light en tv, se pretende desvirtuar las tradiciones a fines meramente económicos a través del entretenimiento.
En este tenor varias televisoras han transmitido en vivo desde el atrio-cementerio de Mixquic, cuyos contenidos distan de la divulgación cultural.
En 2015 una realizadora de filmes requería imágenes para un featurette de la saga de James Bond Espectre: la alumbrada, danzantes con atuendos y físicos espectaculares. Lo triste para ellos fue que llegaron el 31 de octubre y lo que necesitaban sucedía en la madrugada del 2 de noviembre.
Son constantes las solicitudes de testimonios que narren historias de terror, no pueden entender que los días de muertos no son para evocar zombis, fantasmas o seres malignos. También diversas empresas solicitan imágenes sobre los días de muertos para hacer spots de tv de difusión turística. ¿Mixquic necesita difusión?
Es innegable que la iniciativa privada ha intervenido valorando en términos económicos las tradiciones. Como lo redactó Correa en la mencionada entrevista a López Austin: «No es de extrañar que la ideología neoliberal –impuesta por los gobiernos desde hace varios sexenios– vaya en contra de la cultura profunda. Este movimiento no tiene el mínimo respeto por las tradiciones que se forjaron en el transcurso de miles de años».
Fue impactante ver como algunos sectores creyeron contrarrestar el halloween dejando únicamente a un lado sus disfraces y pintándose de calavera. El problema aquí es lo que López Austin nos dijo hace 13 años:
«Así no se resuelven las cosas. Es superficial. Es como poner un altar de Día de Muertos en mi casa, me visto de charro y contrarresto el halloween. No es eso. Es una cosa mucho más profunda».
En los días de muertos se han realizado todo tipo de propuestas, desde las esencialistas hasta las más provocadoras. De esta manera han habido  eventos (organizados por diferentes agrupaciones) de diferentes corrientes musicales como la trova, clásica, popular mexicana hasta el skate, dj, vj, rock y ska; también presentaciones escénicas de todo tipo, proyecciones de cine con enfoques muy diversos; manifestaciones culturales de diversas regiones del país; recorridos históricos y también hubo talleres de artes plásticas.

De esta manera se han presentado desde décadas pasadas: Luis Pérez Meza, Oscar Chávez, Tania Libertad, Los Folkloristas, Eugenia León, Mario Iván Martínez y Susana Harp, entre muchos otros.
Las exposiciones han sido igualmente variadas: ofrendas (recreaciones de lo prehispánico y lo contemporáneo), calaveras en movimiento, fotográficas, calles iluminadas con faroles y galerías.
Los deportistas también se dan cita con el medio maratón y llegan visitantes en rodadas ciclistas.
Las redes sociales tienen su estilo propio de compartir. De esta manera, se aportan más elementos para la formación de imaginarios sobre nuestro pueblo.
¿A qué vienen los turistas? ¿Qué esperan ver? ¿Qué buscan?
Carlos Monsivais refiere que en los años 50, «Mixquic fue una reunión de protesta, una asamblea de los que repudiaban la norteamericanización, cultural y espiritual, de las colonias»; aquí se dieron cita los izquierdistas, los antropólogos, los amantes del folclor y los hippies. A fines de los 60 apareció otra minoría: las tribus de la Zona Rosa (según este cronista, la Zona Rosa es «un estado de ánimo. Se comparte y eso es suficiente, la angustia sentimental y renacida en la ilusión de estar viviendo en otra parte»).
En la actualidad, algunas familias citadinas llegan para enseñar a sus hijos sus raíces, otros lamentan la ley seca, aunque no falta quien se las arregla. Es común ver cómo los medios de comunicación recomiendan a nuestro pueblo «para ir a festejar los días de muertos».
De esta manera, a casi 50 años de lo relatado por Monsiváis, vemos cómo llegan los mexicanos que se creen extranjeros, los mexicanistas que defienden las raíces, los antropólogos a un trabajo de campo, los aventureros, de los que necesitan un pretexto más para festejar, hasta de los partidos políticos que no dejan pasar esta oportunidad para su autopromoción.
Asimismo, el pueblo deviene en la capital del folclor, se pueden encontrar productos de Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Nayarit, Chiapas, estado de México... (y hasta de China).
La renta de los lugares en las calles y en la Plaza Juárez es un tema picante y ahí se reflejan los intereses privados en el contexto de una tradición. Por desgracia no hemos tenido la capacidad como pueblo de organizarnos para que la derrama económica que se genera en estos días retribuya en mejoras públicas.
Con todo lo dicho hasta ahora, no sólo es Mixquic el asediado por todo lo narrado líneas arriba. Puede ser cualquier otro pueblo de nuestro país. A nosotros nos ha tocado vivir los diversos usos que otros intereses han pretendido imprimir a esta tradición, desde lo nacionalista hasta la tendencia actual de intentar incorporar los días de muertos al Mainstream (cultura de masas).
Finalmente, vale la pena resaltar que la vorágine del Mictlan-show* no ha mermado del todo la paz que se vive en los hogares durante estos días, recordando y conviviendo con los que se nos adelantaron, como lo muestra el importante trabajo video documental dirigido por Marlene Ramírez, Siempre entre nosotros, día de muertos en Mixquic.
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Fuentes citadas:
Carlos Monsiváis. Días de guardar. ERA, 18va reimp. México, 2006.
Raúl Correa. «Los días de muertos, sin valor para la ideología mercantilista». Gaceta UNAM. Número 3,674, 3 de noviembre de 2003.
Siempre entre nosotros, día de muertos en Mixquic. Dirección y guión: Marlene Ramírez Pineda. Producción: Coordinación de Enlace Comunitario de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. México, 2009.
* El término Mictlanshow fue acuñado por Enoch Vargas Jiménez
Conmemoración
El colorido espejo de la muerte en muestra fotográfica

La celebración que se realiza los últimos días de octubre y los primeros dos de noviembre, cuando «la brecha entre el mundo de los vivos y de los muertos se abre para permitir el retorno de las almas de los fallecidos» y visitar a sus seres queridos, quienes los esperan con flores, luces, viandas, música y danzas, es captada por cuatro destacadas fotógrafas en la exposición colectiva El colorido espejo de la muerteYolanda Andrade, Susana Casarin, Ruth Lechuga (1920-2004) y Maritza López exponen sus diversas miradas en torno al ritual del Día de Muertos en dicha muestra fotográfica, integrada por 24 imágenes a color y blanco y negro, que se exhibe en la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional del INAH, en Pachuca, Hidalgo… La exposición nació hace más de una década, explicó Maritza López, curadora del montaje, como resultado de un proyecto fotográfico de la investigadora de origen austriaco, Ruth Lechuga, que devino en un libro para la Universidad de Fort Worth, Texas… Posteriormente, la muestra como tal se organizó a instancias de una invitación del entonces embajador de México en la India, Jaime Nualart, quien tenía conocimiento de este material gracias a la editorial Artes de México. Se montó en la Galería Bengal del Centro Rabindranath Tagore, en Calcuta, India, en octubre de 2010…  «Originalmente se trataba sólo del trabajo de Ruth (a partir de los años veinte hasta poco antes de su fallecimiento) y el mío (de los setenta a la fecha), más tarde se buscó invitar a una o dos personas que tuvieran obra sobre esta manifestación cultural en la ciudad y en pequeñas comunidades rurales», explicó Maritza López… La fotógrafa expuso que se trata de mostrar las distintas facetas de esta celebración declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, en 2003, como las observadas y capturadas durante el recorrido que hizo acompañando a Ruth Lechuga por la República Mexicana… En este viaje por la geografía nacional, relató López, descubrieron que este festejo abarca mucho más que el simple hecho de acudir a los panteones para estar con sus difuntos o montar las típicas ofrendas… «Habíamos visitado Oaxaca y Michoacán, pero a medida que nos adentramos por el país conocimos otras realidades más allá de las ya consabidas, nos dimos cuenta que la fiesta era de una versatilidad impresionante: gastronómica, dancística, musical y artesanalmente (máscaras y juguetes, entre otros); la idea del Día de Muertos del panteón, la velación, los tamales y los altares, cambió para nosotras»… Sobre este ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido, López declaró que la idea de celebrar la vida a través de la muerte, es una de las características constantes de los festejos en el país… Destacó que el Día de Muertos es una conmemoración que se debe enseñar a las nuevas generaciones para que la preserven, ya que se trata de una tradición que en el país tiene representaciones maravillosas, cuya raíz proviene, en muchos casos, de tiempos prehispánicos…



Sobre la particularidad de los trabajos de cada una de las participantes, López resaltó que Ruth Lechuga fue una enamorada de México, la riqueza cultural del país la impresionó a tal grado que decidió ayudar a que estas manifestaciones culturales no desaparecieran, haciendo un registro de algunas de ellas, como se puede apreciar en su obra expuesta… Yolanda Andrade se ha especializado en temas sobre la ciudad, por lo que muestra algunas de las representaciones urbanas de esta celebración… Por su parte, Susana Casarin expone parte de un trabajo hecho en el municipio de Naolinco, Veracruz, donde da a conocer la forma como festejan en ese poblado a los seres queridos que han fallecido… De su participación en El colorido espejo de la muerte, la curadora dijo que se trata de un seguimiento de su trabajo realizado en distintas de regiones del país, ahondando en los festejos celebrados en diversos pueblos, donde descubrió otras formas de concebir este ritual… «Estas cuatro fotógrafas excepcionales nos muestran por qué la fotografía contemporánea es columna vertebral del arte mexicano. El cual no deja de explorar las sustancias de la vida, una de ellas, su espejo oscuro, a ratos colorido, la muerte», destaca el escritor Alberto Ruy Sánchez, en un texto de sala… La exposición fotográfica permanecerá hasta el 23 de noviembre, en la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional, Casasola sin número, colonia Centro, ex Convento de San Francisco, Pachuca, Hidalgo, con horario de martes a domingo de 10 a 18 horas. La entrada es libre.

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