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miércoles, 7 de octubre de 2015

En Tláhuac no habrá «cambio verdadero», sólo más de lo mismo

«Más pronto cae un hablador que un cojo», refrán que le viene al dedillo al «Rigoñas» | A cuentagotas siguen sabiéndose nombres de «funcioñeros» de la administración tlahuica | Gloria Martínez fue premiada con cargo en Participación Ciudadana | Y en Recursos Materiales fue colocado un individuo de apellido Guzmán

Lo malo de la improvisación... Ni el sitio web de la delegación puede actualizar todavía
Por aquello de las promesas del dizque cambio verdadero en Tláhuac que replicó hasta la saciedad el jefe delegacional Rigoberto Salgado, antes e incluso después de haber conseguido el triunfo en junio pasado, no hay más que coincidir con el sabio refrán del Más pronto cae un hablador que un cojo, debido a que como aquí asentamos incluso previo a que asumiera el cargo, su gestión por muy morenista que pintaba no iba a pasar de ser más de lo mismo… Y si bien, luego de que a siete días de haber asumido el cargo el delegado del Partido Movimiento de Reconstrucción Nacional aún no ha querido abrir a la vista de la ciudadanía su lista completa de colaboradores, por aquello de que en la misma había prominentes figuras del perredismo que como Gandhi Góngora evidenciaron su avidez por continuar en un cargo público en Tláhuac –para ligar su cuarta administración al hilo– al renunciar al Partido de la Revolución Democrática para sumarse a Morena, faltando unos minutos para la asunción del «Rigoñas» (como lo bautizó su ahora secretario particular), debido a que aquí dimos a conocer algunos de los que ya estaban apuntados para hacer carrera junto a Andrés Manuel López vino posiblemente la reconvención superior y todavía es hora de que nomás no sale a la luz la lista completa de «funcioñeros» tlahuicas… Sólo algunos nombres. Como Gloria Martínez, a quien el «Rigolfo» la puso en la Dirección de Participación Ciudadana sin mayor mérito que el de los usos y costumbres de quienes desde hace muchos años se pegaron a la ubre presupuestal de la delegación Tláhuac para vivir a costa del erario, hacer sus patrimonios y tirarse en la hamaca a disfrutar el trienio… De lo poco que se ha podido saber es que el nuevo director de Recursos Materiales es un individuo de apellido Guzmán y que también ya sabe lo que es holgazanear de lo lindo en la administración pública –huevonear y medrar con el cargo, por supuesto–… Dicho «funcioñero» estuvo en el periodo de la corrupción –bueno, todas lo han sido, definitivamente– de Fátima Mena en 2006, quien por lo visto fue a la delegación Tlalpan a hacer una especie de posgrado en ya se podrá usted imaginar qué; una especie de centro de alto estudios de la rapiña tlalpense, una de las administraciones que se caracterizó por ser de las más corruptas en materia de adquisiciones, donde estuvo como titular una de las alumnas más aventajadas, Maricela Contreras, del celebérrimo «señor de las ligas» de la honestidad valiente del Peje, el profe René Bejarano profe en ciencias ocultas, no vaya a creer que en asuntos del magisterio–, uno de los principalísimos factores para que los perredistas perdieran esa demarcación justo ante una candidata de Morena… Sin embargo, el delegado de Tlahuac decidió reciclar a Guzmán, sin ser tan exigente como lo fue con el chapulín de Góngora a quien sí le pidió que renunciara públicamente al PRD para poder aceptarlo en su administración, a fin de encontrarle acomodo en Recursos Materiales… Algo que ciertamente está en sus facultades, poner a quien le dé su regalada gana en donde quiera –a menos que a su jefe López alguno no sea de su agrado–, lo malo es que se ponga de digno y farolón y salga a decir que él es el cambio verdadero y demás trilladas soflamas, cuando en realidad ni siquiera está reinventando el hilo negro, sólo acomodando a su equipo de acuerdo a sus personalísimos intereses… Mientras tanto, el sitio web de la delegación apenas se encuentra «en construcción». Y es que a siete días de que el «Rigoñas» asumió el cargo, a sus exultados colaboradores la imaginación no les ha alcanzado más que para poner en el portal un burdo speech acerca de que Tláhuac es una delegación que «renace», sangrona palabra que algún pretensioso se sacó de la manga por aquello de querer significar que se vuelve a nacer cuando sólo se trata de una entidad administrativa… Pero en fin, de ese tamaño están las improvisaciones… El caso es que se afirma en el speech que Salgado Vázquez asumió «con gusto y gran responsabilidad» el mandato que le confirió «la ciudadanía tlahuaquense» –o apenas una parte de esta, tampoco se debe adornar mucho– el pasado siete de junio, y que según esto el «Rigolfo» está consciente de los «grandes retos» que implica esta nueva etapa de gobierno…
En la administración pública de Tláhuac continuará la impunidad, así como lo lee
Por lo pronto, y tras de que montó todo un circo para decir que ya había denunciado ante la Procuraduría capitalina a los de la pasada administración de Tláhuac por diversas irregularidades administrativas, lo cual fue falso debido a que jamás mostró ningún documento de la Procuraduría que acreditara su dicho, hay quienes aseguran que para cuando Salgado se plantó en el balcón del edificio delegacional para ver a los que el día de su presentación en sociedad fueron a vitorearlo, esto es de arriba a bajo, como los déspotas del medievo solían mirar a sus súbditos (o al peladaje como es costumbre entre los de la clase política sin distinción de partidos referirse al pueblo), los acuerdos con los uceperos ya estaban más que planchaditos para que no la fuera a hacer de admirado porque, de lo contrario, le iban a sacar a relucir sus trapitos al sol… Luego de la reunión que sostuvieron morenistas y uceperos en Temixco, Morelos, en septiembre pasado, donde todo acabó como el final de un cuento de hadas por aquello de todos felices y contentos y aquí no pasó nada, ni pasará, se palmearon las espaldas y se juraron lealtad por el resto de sus días… Políticos, obviamente. Incluso, el «Rigoñas» empeñó su palabra de que va a dejar que se concreten todos los proyectos de construcción de unidades habitacionales que pronto comenzarán a ser edificadas por el rumbo del «hotel de Flatimita», y que amarraron con los constructores los uceperos antes de emprender las de Villadiego, obviamente con su correspondiente mochada


En Tláhuac parece también haber un remedo de Bronco
De ahí que resulte admirable que mejor Claudia Sheinbaum, la jefa delegacional en Tlalpan –y que literalmente fue la que sirvió de tapadera del Peje con el espinoso asunto de la construcción de los segundos pisos en el Periférico–, haya sido quien ante lo desolado que encontró en el edificio delegacional, donde únicamente halló una mesa de cristal vacía, pero sin computadoras, expedientes de jurídico, gobierno y obras, haya anunciado que apenas va, pero que irá, a denunciar los hechos ante el ministerio público… Lo bueno es que a Sheimbaum sí le dejaron los perredistas en fuga una caja con vales de gasolina con valor total de tres millones de pesos, no que en Tláhuac ni el bolígrafo dejaron los uceperos, cuando menos para firmar los dichosos vales… Pero repetimos, ni aun así, nadie en Tláhuac de la pasada administración será tocado ni con el más leve roce de la fricción de un memorándum circunstancial para solicitar el inicio de una investigación en la Procuraduría. Mucho menos en la alcahueta Contraloría Interna del gobierno capitalino… En Tláhuac no habrá tiro entre perredistas y morenos, después de todo no tiene por qué haberlo, son parte de lo mismo, si acaso la culpa la tienen los incautos que creen que Salgado es capaz de consumar el milagro de renacer a Tláhuac. ¡Por favor!... Si ya ni necesario es que los de la Asamblea Legislativa legalicen la mariguana para que alguno en Tláhuac se ponga hasta el gorro de pacheco a fin de inventar eslogan propagandísticos en su delirio pachequil, que lo único que provocan por cierto es risa y hasta lástima... Al tiempo.

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