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Mientras vecinos
de la Colonia San José en la Alcaldía Tláhuac denunciaban el acoso diario de
un par de ladrones en motocicleta, y el
jefe de la policía capitalina, Pablo Vázquez Camacho, presumía en su
comparecencia ante el Congreso de la Ciudad de México la «eficacia y
humanidad» de los elementos de la corporación a su cargo, en calles de la
Tláhuac jenízaros motorizados continuaban con sus acciones de rapiña contra
conductores de motocicletas. Después de
todo, se había ido Omar García Harfuch de la Secretaría de Seguridad
Ciudadana (ssc) tras su fracaso –anunciado,
por cierto, en este espacio, con mucha anticipación– en la búsqueda de la
candidatura de Morena por la jefatura de gobierno, pero continuó en funciones
el subsecretario de operación policial conocido por el mote de «Jefe
Máximo», y las acciones de corrupción y extorsión continuaron al menos en
Tláhuac.
La mañana del miércoles vecinos de la San José
denunciaron a MSR Noticias que viven con miedo a causa de un par de malandros
que se desplazan en motocicleta, y que la policía capitalina ha ignorado sus
denuncias y llamadas de auxilio, porque «ni de chiste» se pasean por la
Colonia, debido a que prefieren andar asaltando a conductores de motocicletas
con el pretexto de revisar que la documentación de la unidad se
encuentre en regla. Lo anterior, sin que estén facultados para
instaurar retenes y detener a cuanto motociclista se encuentren por las
calles, para detener su marcha y extorsionarlo con dádivas. Lectura
recomendada: En la indefensión total viven vecinos de la Colonia
San José en Tláhuac
La mañana
del miércoles, y mientras Vázquez Camacho se daba coba ante diputados de la
legislatura local, al asegurar que los policías de la Ciudad de México han
tenido «aumentos salariales históricos», con un acumulado de 63% en seis
años, los macilentos y ajados uniformados del sector Mixquic se plantaron en
Riachuelo Serpentino y Avenida Tierra y Libertad para detener y esquilmar a
cuanto motociclista pasara por el lugar. Lo
anterior, a pesar de que a unas cuadras del lugar un par de malandros asalta
tanto locales comerciales como domicilios particulares y transeúntes o
automovilistas –y sin portar uniforme ni charola de la corporación policíaca–,
ya sea de día o de noche. La mañana
de este viernes 27 de septiembre, sin importar la pertinaz llovizna y en el
mismo lugar –como diría un filósofo
juarence–, los «mordelones»
de la policía continuaron con su retén de la manera más impúdica, debido a
que si el jefe de la policía tiene la osadía de ir a presentar datos de un
mundo irreal ante diputados afines, ellos bien pueden dedicarse al atraco y
la extorsión sin ningún recato. Por su
parte, los otros bandoleros motorizados con seguridad también continúan en lo suyo,
sabedores de que ninguna autoridad les va a molestar. |
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