Por secuestro exprés y robo en pandilla en Tláhuac, fue capturado

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Información Los delitos fueron cometidos por el individuo en noviembre de 2007, pero tras 16 años y dos meses de andar a salto de mata, regresó al terruño y lo pescaron.

La Fiscalía General de Justicia (fgj) de la Ciudad de México cumplimentó una orden de aprehensión contra un hombre por su presunta responsabilidad en el delito de privación de la libertad personal, en su modalidad de secuestro exprés calificado, así como robo calificado en pandilla, cometidos en la entonces delegación Tláhuac, hoy alcaldía, en noviembre de 2007. Tras de que el hombre regresó al terruño y fue reconocido por quienes habían sido sus vecinos, esto fue notificado a la Fiscalía, donde investigadores de la Dirección General de Atención y Cumplimiento de Ordenamientos Judiciales pudieron averiguar que el susodicho podía ser localizado en el municipio de Valle de Chalco Solidaridad, estado de México, donde pernoctaba. Con oficio de colaboración en mano, los detectives se trasladaron al municipio vecino y con la cooperación de sus homólogos de la Fiscalía General de Justicia mexiquense, ubicaron al prófugo de la justicia, y luego de que descartaron cualquier homonimia una vez que lo tuvieron enfrente, le notificaron del mandamiento judicial vigente en su contra. El individuo fue aprehendido en apego a los protocolos de actuación policial y con respeto a sus derechos humanos; previa certificación médica y con acta entrega-recepción lo trasladaron a la Ciudad de México para ingresarlo al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. Según las indagatorias, el hombre y otras personas que aún se encuentran prófugas de la justicia, participó en la privación de la libertad de los ocupantes de un vehículo de carga a fin de apoderarse de la mercancía que transportaban, mediante un falso retén que fue colocado sobre una avenida en la hoy Alcaldía Tláhuac. Ahora el sujeto duerme en prisión, luego de que por 16 años anduvo huyendo de la justicia por distintos lugares de la República, pero como supuso que de su delito ya nadie se acordaba, muy confiado regresó al terruño donde fue reconocido por gente cernada a él quienes dieron el «pitazo» a las autoridades. El imputado podría alcanzar una pena de hasta 90 años en prisión.