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Aun cuando los operadores del jefe de gobierno de la
Ciudad de México, Martí Batres, manejaron
con «reserva» la visita de éste a la Alcaldía Tláhuac ayer domingo,
porque la actividad que encabezó no fue registrada en la agenda del día que
dan a conocer a los medios de difusión, de
cualquier forma no se escapó de que un ciudadano se le acercara para
entregarle su ya añeja denuncia. En efecto, un vecino de Milpa Alta logró penetrar el blindaje que suelen hacer escoltas y funcionarios al jefe de gobierno en ese tipo de eventos y pudo entregarle, en propia mano, el antecedente de la construcción
ilegal de dos condominios en el pueblo de San Antonio Tecómitl de la demarcación
que aún gobierna Judith Vanegas Tapia. Una vez que concluyó el acto de la entrega de obra de
rehabilitación de la red de drenaje de las unidades habitacionales Villa Centro
Americana y del Caribe y Villa de los Trabajadores, el señor Gerardo Martínez
pudo también denunciar, de «viva voz», el tráfico de influencias, nepotismo y
omisión de parte de funcionarios de la administración milpaltense para con
sus denuncias. Como aquí se ha informado, al parecer se trata del cártel
inmobiliario de Milpa Alta, el cual opera con impunidad debido a la presunta
protección de la alcaldía. Lectura recomendada: Cártel inmobiliario de Milpa Alta recibe protección del
gobierno 4T El jefe de gobierno escuchó al vecino denunciante de
Tecómitl, pero no hizo ningún comentario. Más bien fue un colaborador de
Batres quien salió al quite, pero sólo para informar a don Gerardo que en el
gobierno capitalino estaban al tanto de la situación, por lo que le pidieron
esperar a que ellos se comunicaran por teléfono con él a fin de darle su resolución del caso. Sin embargo, con los procedimientos que el denunciante ha
seguido por la ilegal construcción de dos condominios en Andador Guerrero Sur
número 29 del Barrio de Xochitepetl en Tecómitl, don gerardo ya fue literalmente «bateado» por la
Fiscalía de Servidores Públicos de la Ciudad de México. También acabaron por cerrarle
las puertas en la Comisión de Derechos Humanos capitalina, así como en la
Comisión Nacional de Derechos Humanos donde de plano le dijeron que no
anduviera molestando porque no era asunto de su competencia. Y por si no fuera suficiente, también terminaron por
ignorarlo en el Instituto de Verificación Administrativa, el mentado Invea. Ahora
sólo le resta esperar a que en el Tribunal Superior de Justicia Administrativa
le confieran la personalidad jurídica por ser un tercer afectado por obras
del «cártel inmobiliario»
milpaltense. El denunciante de igual forma espera que en esta última instancia no
prevalezca el tráfico de influencias que ha caracterizado a la gestión de la
alcaldesa Vanegas, hoy flamante candidata de su partido Morena para una
diputación en el Congreso de la Ciudad de México. Por cierto, la única actividad que los publirrelacionistas de Batres se dignaron anunciar ayer domingo fue una, a las 11 de la mañana, por la presentación de la
nueva empresa de transporte público «Cotaxomil», porque de su visita a las «Villas»
de Tláhuac al parecer tuvieron cuidado, o bien de no alertar a otros sectores
de la población, o porque a pocos metros de ahí se encuentra el mayor
asentamiento de migrantes haitianos en la República Mexicana, los cuales
viven sobre las banquetas de la Avenida Heberto Castillo en ínfimas
condiciones. No hay que ser. Primero los utilizan de bandera política y cuando les explota la bomba en las manos se desentienden de ellos. |
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