Mercado Sobre Ruedas |
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Luego de las protestas realizadas
el martes por vecinos de Tláhuac para exigir al gobierno de la Ciudad de
México y federal que se cierre la oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a
Refugiados (Comar) del Bosque de la demarcación y que los migrantes sean
trasladados a otro lugar en donde tengan mejores condiciones de vida, el jefe
de Gobierno, Martí Batres, salió a respaldar las demandas de la gente. Durante su conferencia de prensa
de este miércoles, aseguró que la Ciudad de México no es un destino de los
migrantes, debido a que el objetivo de éstos es «ir hacia el norte del país»,
pero pasó por alto que en un alto porcentaje de haitianos, principalmente, ya
decidieron quedarse a vivir en Tláhuac donde incluso son contratados como
fuerza de trabajo «barata»
por dueños de negocios que prestan diversos servicios. Batres Guadarrama refirió que en
las varias «oleadas de migración» en la Ciudad de México, han sido abiertos
albergues en Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Tláhuac, donde recordó que el
del Bosque de Tláhuac «no se acababa de abrir, sino que se abrió hace tiempo». En efecto, en 2018 el gobierno
mexicano habilitó un albergue para migrantes en el faro Tláhuac, ubicado en
el Bosque de Tláhuac, impulsado por el sacerdote activista Alejandro
Solalinde, quien visitó el lugar para tomarse la foto y hacer declaraciones
mediáticas; sin embargo, luego de dos meses fue cerrado debido a que se
convirtió en un foco de inseguridad para los habitantes de las colonias y unidades
aledañas, porque grupos de migrantes centroamericanos se salían por la noche a
delinquir. Lectura
recomendada: Por fin cierran el albergue para migrantes en el Faro
Tláhuac Según el jefe de gobierno, en el
albergue de Tláhuac «ha habido atención a los
migrantes, tanto alimentaria como de hospedaje y atención sanitaria», en
franco desconocimiento de la realidad que deben enfrentar a diario tanto
migrantes como pobladores de Tláhuac. Ante la posibilidad de mover el
albergue de Tláhuac a otro lugar, como lo ha planteado incluso la propia
alcaldesa Berenice Hernández Calderón, Batres «cantinfleo» en su rueda de
prensa al decir que «existe la posibilidad», pero que se tiene «que ver
también varias cosas, es un punto ahorita de llegada donde hay muchas personas,
también tenemos que ver qué se va a hacer, es decir, tenemos que ver con qué
alternativas contamos y qué se va a hacer en el terreno administrativo, qué
se va a hacer en la parte social». Mientras tanto, hay oportunistas
que medran con la situación de los migrantes y aprovechan para hacerse
publicidad en algunos medios, ante la posibilidad de ser tomados en cuenta
por algún partido político previo al proceso electoral en puerta, a fin de
ver si consiguen recuperar una posición de concejal por lo menos, al tener un
discurso antagónico al del gobierno local. Asimismo, queda el caso de Isaac
Yazbek, quien siendo vecino de la Villa de los Trabajadores jugó a dos bandos
y al caos, debido a que por un lado incitaba a los migrantes a apropiarse de
las áreas comunes de la Unidad Habitacional –donde les proveía de insumos a
través de tiendas de su propiedad o de conocidos– y por otra parte, en redes
acusaba de ser omisa a la alcaldía por este fenómeno. El conflicto sirve para aquellos
que buscan sacar provecho personal de las circunstancias, bien por ser
ignorantes de lo sucedido con la Comar y también por operar en la órbita del jefe
de gobierno, como son los casos de gente identificada con el grupo político
del exalcalde Raymundo Martínez Vite. Por lo pronto, el conflicto
sigue creciendo y quienes como vecinos de Tláhuac se manifestaron durante el
martes en las inmediaciones del Bosque porque no hay condiciones para tener
migrantes, analizan la posibilidad de convocar a una protesta mucho más
amplia la mañana del viernes frente al albergue que se localiza sobre Avenida
Heberto Castillo, frente a la Villa de los Trabajadores. |
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