Drogadicto intenta robar el Cristo de un templo en la Selene y lo rompe

Mercado Sobre Ruedas

| Información | El hecho se registró el pasado seis de enero cuando el hombre jaló la imagen del Cristo sobre la cruz y por el estado en que se encontraba la tiró al suelo y la rompió.

Ni las iglesias se salvan de la delincuencia en Tláhuac, como quedó demostrado en días pasados, cuando un individuo intentó robarse la figura del Cristo de la parroquia del Espíritu Santo y Nuestra Señora de Fátima en la Colonia Selene, aunque el ladrón no consiguió perpetrar su fechoría pero sí fracturó la imagen. El hecho causó malestar e indignación entre la feligresía católica del lugar, tras enterarse vía redes sociales que el individuo al intentar robar la imagen de Cristo y jalarla, terminó por tirarla al piso donde se rompió en la parte de la cintura, como se puede apreciar en la fotografía. En la cuenta de Facebook la Parroquia del Espíritu Santo y Fátima del seis de enero señaló lo siguiente: «Hace unos momentos una persona en estado de drogadicción ingresó al templo parroquial e intentó llevarse el Cristo que preside el altar, al no poder hacerlo lo tiró y se rompió». Estado en que quedó la imagen del Cristo de la Colonia Selene El templo forma parte de la Diócesis de Xochimilco que encabeza el Obispo Andrés Vargas Peña. La información no consigna si el hecho fue denunciado por los encargados de la parroquia ante las autoridades competentes para proceder contra del responsable, debido a que fue visto y pudieron constatar que se encontraba bajo los influjos de una droga. Al parecer y como se indica en la cuenta de Facebook, todo quedó en una oración de desagravio «para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias». En Tláhuac es muy común ver los espacios públicos con personas drogándose o en la ingesta de alcohol en bebidas preparadas con te, precisamente en el pueblo de Tlaltenco, sin que ninguna autoridad se preocupe por atender la problemática y, sobre todo, donde la policía está más preocupada por atender las órdenes de robo y despojo que les dan sus jefes.