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Luego de que aquí dimos a conocer el presunto montaje que mandos de
la Secretaría de Seguridad Ciudadana (ssc)
ordenaron preparar a agentes del sector Mixquic con la captura de dos «chivos
expiatorios» la tarde del pasado martes ocho de noviembre, cuando a pesar
de un gran despliegue policíaco no pudieron capturar a los asesinos de dos
narcomenudistas en la Colonia La Habana en la Alcaldía Tláhuac, trascendió
que debido al malestar que causó a los jefes el que 40 policías se rehusaran
a participar en la farsa del montaje y acusaran a un par de inocentes ante el
Ministerio Público, lo que vino después como represalia fue la decisión de
remover a los insubordinados a otras unidades de protección ciudadana (upc) de la Ciudad de México. Lo que trascendió hoy en la policía de los sectores Mixquic y Zapotitla
es que ya no son los 40 que originalmente se tenían, porque la lista aumentó
a 50. La absurda medida fue dada a conocer por Noticiudadana y NosotrosMSR, por aquello de que es
tanta la corrupción en la corporación policíaca que comanda Omar García
Harfuch –a quien ya se le nombra como el «señor de los montajes»–
en su desesperado intento por agenciarse una candidatura de Morena –para el cargo
que sea– en 2024, que ahora, en la bendita 4T, los mandos policíacos
aplican castigos pero para los agentes honestos y se premia a los deshonestos,
aquellos que resultan redituables para la causa. Aun cuando uno de los removidos fue un mando del sector Mixquic,
quien fue el único –de los jefes– que se negó a reconocer ante el MP a dos
inocentes para que fueran procesados esa tarde, por lo que se le «rebajó»
a tropa y actualmente se encuentra en un sector de Xochimilco, tras de
que dimos a conocer la absurda disposición de los mandos policíacos la
orden de remoción de los 40 (ahora 50) fue temporalmente suspendida. Pero en lugar de que viniera una investigación al sector Mixquic ordenada
directamente por el titular de la ssc,
a quien un legislador zalamero y lisonjero del Partido Verde –el «Lord
Molécula» del Congreso– aseguró que García Harfuch es el «Batman» de
la Ciudad de México, lo que siguió fue el aparatoso despliegue de personal
y equipo móvil de la dependencia la tarde del viernes, a fin de apantallar e
intimidar a la sociedad tlahuaquense, con la burda argucia de que se
realizaría un gran operativo en la demarcación con el objetivo de brindar
seguridad a los habitantes de pueblos, barrios y colonias. Como es de suponer, la población no cayó en el garlito del jefe de
la policía, a quien se le ha pasado el tiempo sin que pueda combatir a las
bandas del crimen organizado que operan en Tláhuac, quizá porque haya connivencia
o confabulación con éstas –al menos eso dicta la percepción de la ciudadanía–.
No es casual que una banda de policías que se dedica a la extorsión y el
despojo, haya quedado en evidencia luego de que dimos a conocer cómo pretendieron
arrebatarle su patrimonio a los dueños de un predio en la Colonia La Habana,
y en cuya operación también estaría involucrado personal de la Fiscalía capitalina. Mientras tanto, se dice que la remoción de los ya 50 elementos
policíacos que se negaron a participar en el montaje que se había preparado
con dos «chivos expiatorios» la tarde del pasado martes en Tláhuac, será
reanudada a partir de ya tras la pausa hecha por la farsa del operativo
con unidades denominadas como «Rinocerontes», con las que el jefe de la
policía acostumbra placearse en sus montajes donde presuntamente son
capturados integrantes de cárteles y después de unos días ya nadie vuelve a
saber de estos. La línea
es clara en Tláhuac: castigo a los policías honestos y premios a los
deshonestos y corruptos. ¿Cuándo es
el siguiente operativo, señor Batman? |
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