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Pacientes de la especialidad de Bariatría del Hospital General de
Tláhuac protestaron al exterior de las oficinas alternas de la Secretaría de
Salud, en Ricardo Flores Magón a su cruce con Insurgentes Norte por la supuesta falta
de atención y seguimiento para las personas que se sometieron a una cirugía
del estómago, según informó ayer el diario Milenio. En la nota informativa se aseguró que el hospital prácticamente estaba «por
desaparecer» debido a que los doctores renunciaban, porque «no hay
buenas condiciones para trabajar por problemas de acoso laboral por parte de
la dirección general del hospital», además de que se informó que quienes protestaban pedían
la destitución de la supuesta directora «Berta del Río Gómez». Sin embargo, personal del hospital negó a NosotrosMSR que dicho nosocomio esté por desaparecer y que los doctores estén renunciando,
además de que dijeron no conocer a la señora que señalan como directora y de
la que se pide su renuncia. «El director y el subdirector médico siguen siendo Víctor Fernando
Romero González y Juan Carlos Palomo Peña, respectivamente», aseguraron. En tanto que en el área de Bariátrica ya no se atiende a nadie porque a
la empresa que apoyaba esa especialidad, Jonhson & Jonhson, y con la que
se tenía un convenio, el gobierno capitalino dejó de pagar con el argumento
de la austeridad, por lo que principios de año se rompió la relación y se
llevaron su costoso mobiliario –«digno de un sistema de salud como el de
Dinamarca» porque había camas de lujo, reposets y una báscula digital– y
dejaron el área vacía. Lo que sí continúa adelante es el proceso de unificación del sector
salud con el IMSS y el ISSSTE, pero eso es algo muy distinto a que el
Hospital General de Tláhuac vaya a desaparecer. El pasado uno de septiembre el proceso dio inicio en la primera
alcaldía de la Ciudad de México que fue Cuajimalpa, aun cuando tanto personal
médico como de enfermería están en desacuerdo con la medida, porque los van a
obligar a renunciar para después volverlos a contratar. Para el personal, el obligarlos a renunciar y luego recontratarlos es
una estrategia del gobierno de quien el presidente López no se cansa de decir que es «diferente»
a los anteriores, porque el objetivo es anular y tirar a la basura la
antigüedad de quien ha prestado su servicio durante años, a fin de que ya no
tenga ningún derecho que reclamar posteriormente. |
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