Mercado Sobre Ruedas |
||||||||
|
||||||||
El problema de la escasez de
agua que sufrirán los habitantes de la Alcaldía Tláhuac durante 2022, no
podrá ser paliado ni con los discursos ni promesas de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, a quien por lo visto en plena
campaña presidencial como candidata de su partido Morena se le ha vuelto
vicio el prometer. Apenas el pasado viernes la gobernante visitó Tláhuac con
motivo de instalar una mesa de trabajo del agua, tras de lo cual prometió ante
los reporteros y funcionarios –porque vecinos no hubo– que los pobladores
recibirán «cerca de 100 litros de agua por segundo». Sólo que no dijo a
partir de cuándo, únicamente que será «este año» y que a la par de mejorar en el
suministro, también habrá mejoras en la calidad del agua que los tlahuaquenses reciben.
No fue la primera vez que la jefa de gobierno prometió en Tláhuac cosas relacionadas con el desabasto de agua. En diciembre de 2019, Sheinbaum se subió al kiosco de San Nicolás
Tetelco para prometer a la gente que le habían llevado para aplaudirle
que –así como lo lee–, «un mes
después 35 mil vecinos de Tláhuac tendrían agua». Doña Claudia se refería
a que muy cerca de ahí, su gobierno construía una planta potabilizadora de la cual los técnicos del Sistema de Aguas (Sacmex) le habían
dicho que ésta iba a quedar lista en cosa de un mes, pero no fue así, de
última hora se presentaron algunos problemas y la jefa de gobierno guardó el
tema para mejor ocasión. Tardó 10 meses en que la planta quedara lista y fue
entonces cuando la señora Sheinbaum regresó a Tláhuac a entregar la obra.
Fue el tres de octubre de
2020 cuando la gobernante inauguró con bombos y platillos una planta potabilizadora
que había costado a su administración la friolera de 79.5 millones de pesos,
con la que presumiblemente se resolvería el suministro del vital líquido a 35
mil habitantes de Tetelco, Mixquic,
San Juan Ixtayopan, Tlaltenco, Zapotitlán y Zapotitla. En medio del
maremágnum de reporteros de la fuente, colaboradores y representantes de las
fuerzas vivas, doña Claudia aseguró que
el tiempo de operación de la planta sería de 30 años. Sin embargo, en un
sexenio de transformación de cuarta
donde no se necesita ser arquitecto para construir una casa ni ingeniero para
levantar una presa o tender un puente como ha sugerido el presidente López, a la planta potabilizadora apenas le alcanzó para funcionar poco más
de 30 días, un mes, porque después se
descompuso. Nunca más volvió a funcionar y los 79.5 millones de pesos se fueron a la basura, ahora ahí está ncomo un montón de fierros nuevos y maquinaria sin uso (si es que no se la llevó alguien ya a su casa). Así que aquello
que Sheinbaum dijo acerca de que las comunidades que «históricamente habían sufrido de
desabasto de agua» nunca más la padecerían, sólo resultó una estafa más de la 4T. La planta que según dijo sería el
emblema de una «ciudad innovadora y de derechos» simplemente tronó, sí, como ejote. Lectura recomendada: Planta potabilizadora que
inauguró Sheinbaum en Tláhuac, un fraude Prometió el rescate de los humedales Tláhuac-Xico, pero… En mayo del año pasado y tras de que la revista Nosotros denunció el
desecamiento inducido de las
lagunas de Tláhuac-Xico, la jefa de gobierno aseguró que éstas serían
«rescatadas» en su gestión y aseguró que, incluso, «ya se trabajaba» en lo
que llamó un «proyecto conjunto» con el gobierno del estado de México y la
Comisión Nacional del Agua.
Lectura recomendada: Lagunas de Tláhuac-Xico van a
ser rescatadas: Claudia Sheinbaum En nota publicada por La
Jornada –debido a que en la oficina de prensa de doña Claudia
desestimaron las denuncias hechas por nuestro medio y tal vez consideraron que
sería mejor dar una respuesta a un diario amigo e incondicional de la 4T, por lo que en dicho diario se tuvo que armar una nota previa con productores de Mixquic– dijo que el desecamiento era resultado de la
sequía que afectaba a la ciudad y no producto de los ejidatarios de San Pedro Tláhuac, como aquí denunciamos. Lo qaue sí reconoció la gobernante fue que los humedales eran «muy importantes en términos de
biodiversidad por la presencia de aves migratorias». Sin embargo, 10 meses después, el gobierno de la Ciudad no ha
emprendido ninguna acción para rescatar el humedal que,
además de servir de albergue a diversas especies de aves migratorias, ha contenido la
expansión de la mancha urbana que avanza desde el vecino municipio mexiquense
de Valle de Chalco. Doña Claudia, en Tláhuac, se ha vuelto puras promesas. Y eso que
solamente hoy abordamos los temas relacionados con el agua, un recurso por el
que han sufrido, y mucho, los habitantes de esa demarcación. Porque de la Línea
12 mejor hablaremos en otro momento… Por hoy... Al
tiempo. |
Páginas
▼
No hay comentarios:
Publicar un comentario