Mercado Sobre Ruedas |
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Los tiempos de
precampañas con motivo del próximo proceso electoral que culminará el seis de
junio están, como se dice en el lugar común, en todo su apogeo. Mientras el
presidente Andrés Manuel López está muy indignado por lo que él
considera ataques a la libertad de expresión lo sucedido con su amigo y todavía
homólogo norteamericano Donald Trump, porque Twitter le suprimió su
cuenta por su discurso incendiario, y también porque a él mismo el Instituto
Nacional Electoral le restringe de acuerdo con lo dispuesto en la ley, que no
se transmitan sus conferencias mañaneras por medios públicos de comunicación,
de igual forma hay otros de la Cuatroté que intentan reprimir la libre
expresión y el derecho de opinión de periodistas. Aun cuando López está metido de lleno en la
integración de una red social cuatrotera
por las restricciones, según dice, a la libertad de expresión en redes
sociales, no falta los intolerantes de su séquito político que pretenden
reprimir la libertad de expresión en tan benditos
medios. Lo anterior viene a cuento porque en este período
de precampañas quienes también andan muy activos son los operadores del crimen organizado, y si éste entró a la Ciudad de
México por la entonces delegación Tláhuac hace algunos años, gracias a
siniestros personajes de la grilla politiqueril
que les abrieron la puerta –figurines por cierto de la recalcitrante dizque
izquierda política de la capital, así como de otros a los que nos
habremos de referir más adelante–, esta demarcación, además de las de Milpa
Alta y Xochimilco, son las primeras en donde todo aquel que por sus dichos y
expresiones es considerado como suspirante a un cargo de elección
popular, recibe la –llamémosle así– visita de cortesía de operadores al servicio de organizaciones
delincuenciales a fin de poner a su «empresa» a las órdenes de los potenciales
candidatos. Sobra decir que esta parte del proceso electoral nunca
es conocida por la sociedad, pero se da, invariablemente, con casi todos aquellos
que terminarán siendo candidatos de distintos partidos políticos a algún
cargo de elección popular, llámense alcaldías o diputaciones. Esa es
la parte de una campaña que todo candidato que se precie de serlo y, sobre
todo, que valore su integridad física y la de su familia, no va a revelar por
el riesgo de que trascienda a la opinión pública. Si las visitas de cortesía entre dichos operadores con los suspirantes ya comenzaron a darse –según
trascendidos pareciera que sí– ni cómo saberlo, pero los resultados de dichos
pactos en lo oscurito sí podrían ser
percibidos por la ciudadanía cuando quien en unos días después comience a
perfilarse como candidato y posteriormente salga triunfante y asuma el cargo.
Esa es una práctica de cada trienio, finalmente se trata de la nueva realidad
que, bueno, ni es tan nueva, porque tiene casi la el tiempo que la izquierda lleva
desde que gobierna la Ciudad de México. El caso es que difícilmente un
candidato puede librar la visita de uno de estos operadores de organizaciones
criminales, por eso es común ver a personajitos que llegan a las concentraciones
masivas con sus simpatizantes en automóviles de lujo y hasta blindados, y luego
invierten millones de pesos en la
compra de votos el día de la elección. En fin. Es la nueva realidad de la
política en México, los renovados usos y costumbres de un buen número
de protagonistas de los procesos electorales. Eso es tan común ya, como romper el protocolo para
ir a saludar a la mamá del Chapo Guzmán hasta su camioneta muy diligentemente…
¿O no cree usted? Ramón Montalvo quiere de nuevo alcaldía
vallechalquense Uno que busca su regreso a la
palestra política es Ramón Montalvo, ex alcalde de Valle de Chalco,
quien a pesar de haber sufrido supuestamente dos atentados –mismos que
aquí cuestionamos en su momento por lo inverosímil de al menos una de sus
versiones–, ya se registró para buscar nuevamente la alcaldía de ese municipio
mexiquense por el Partido de la Revolución Democrática. Aniversario de Noticiudadana La red social del periodista Armando
Ramírez –con base en Tláhuac– cumplió ayer 18 años de operar de manera
exitosa. No comercial, obviamente, debido a que el periodismo que ejerce el
egresado de la Universidad Patricio Lumumba de Moscú, es uno de
vocación y convicción ciudadana, con espíritu de servicio a la sociedad. Su
trabajo, que ha contribuido indudablemente a la profesionalización del
periodismo que se practica en Tláhuac, ha molestado en múltiples ocasiones a
quienes medran con cargos públicos desde la grilla politiqueril, al
evidenciar la avidez de estos con los presupuestos públicos, así como sus
enriquecimientos a la postre bastante más que explicables… Noticiudadana,
como su nombre lo dice, es un esfuerzo colectivo, de los ciudadanos de las 16
demarcaciones de la capital, pero sobre todo de alcaldías como Tláhuac y
Milpa Alta… Son los ciudadanos quienes nutren los contenidos informativos
todos los días a través de sus reportes y denuncias, gracias la confianza que
el periodista se ha ganado con su trabajo a través de dos décadas de
integridad profesional y ética periodística, de ahí que nutra la necesidad de
información de medios de difusión, estos sí, con intereses comerciales, por
lo que en ocasiones se ven limitados a publicar hechos en los que se ven
involucrados personajes con cargos públicos debido a que por sus convenios
con estos se ven imposibilitados de exhibirlos… Felicidades, pues, a Noticiudadana,
una voz que no han podido callar aquellos cuyos intereses fueron tocados por
el periodismo de denuncia que ha caracterizado a Tláhuac desde hace más de
veinte años. |
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