Mercado Sobre Ruedas |
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La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha
afectado también a las empresas de seguridad privada al registrar pérdidas
del 25 por ciento en sus ingresos, pero a decir de directivos de Agrupaciones
de Seguridad Unidas por México (Asume) y las 32 organizaciones nacionales e
internacionales que la conforman, estas prevén una recuperación paulatina del
1% mensual en los próximos dos años. Al ser decretadas como actividad esencial por el
gobierno federal, las empresas de seguridad tienen un reto mayúsculo, por lo
que han reincorporado a más de 200 mil elementos operativos y especializados
(35 por ciento de la fuerza total, integrada por más 600 mil elementos a
nivel nacional), para atender a los sectores que se reintegraron a partir del
pasado lunes uno de junio a la reactivación gradual de actividades. La industria de la seguridad (integrada por
cuerpos de seguridad, custodios de mercancías, traslado de valores, alarmas y
video-vigilancia, rastreo satelital, control de acceso biométrico y
analógico, blindaje, entre otros) ha instalado comités de crisis, adecuado
procesos y trabajado de manera coordinada con sus clientes para cumplir con
la continuidad del negocio y con la operación de las propias empresas de
seguridad. «Mientras la población se resguardaba responsablemente
en sus hogares nosotros permanecimos firmes en nuestros puestos de trabajo,
haciéndonos cargo del patrimonio e inversión de las empresas y de la
tranquilidad de los hogares. Cerramos filas con las autoridades federales y
estatales para brindar seguridad a aquellos sectores que se consideraron
vitales desde el inicio de esta emergencia sanitaria», señaló Armando Zúñiga
Salinas, coordinador general de Asume. «Seguimos al pie de la letra los protocolos que
nos marcaron los lineamientos técnicos de seguridad sanitaria en el entorno
laboral, atendimos todas las medidas de protección que solicitó la autoridad
federal y estatales de Salud y del Trabajo, para proteger a los colaboradores
en situación de vulnerabilidad con determinadas condiciones o características
de salud más propensas a desarrollar una complicación o, incluso, la muerte
por Covid-19». Aseguró que la industria de la seguridad privada
se ha mantenido sin dejar de operar ni un solo día durante la crisis
sanitaria provocada por el Covid-19, y retornó al lado de sus clientes a la «nueva
normalidad» con los más altos estándares en la ejecución de protocolos de
seguridad e higiene. «Esta nueva normalidad tiene una premisa
compleja pero inevitable: avanzar en solidaridad hacia una recuperación
económica en la que la prioridad sea preservar la salud y evitar una crisis
social», concluyó. |
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