Mercado Sobre Ruedas |
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El presbítero José Luis Reyes, quien como párroco
de la iglesia de San José en la alcaldía Tláhuac enfermó en octubre de 2016 a
unos días de que concluyera su período y, tras de ser relevado, sus hermanos
de fe y sus propios familiares le dieron la espalda, debido a que ni el
obispo de la otrora VIII Vicaría se dignó ayudarlo, murió ayer en el
domicilio que le había prestado una vecina de la Colonia Santa Cecilia. Antecedente: Iglesia católica
abandona al ex párroco de San José y Santa Cecilia en Tláhuac
Por ese motivo, esta mañana se celebró una misa de
cuerpo presente en la iglesia de la Colonia San José, ante un centenar de personas,
quienes en todo momento guardaron la sana distancia y utilizaron cubrebocas,
la cual estuvo a cargo de dos presbíteros, uno de los cuales, quien dijo ser
párroco de Mazatepec, ponderó el amor entre los feligreses y la solidaridad
de colegas para venir a oficiar una misa en memoria del compañero fallecido.
Sin embargo, empezando por el entonces monseñor
Andrés Vargas Peña –quien a partir de noviembre de 2019 se convirtió en obispo
al pasar la VIII Vicaría a diócesis de Xochimilco–, y la Arquidiócesis
Primada de México, junto con los que ahora lo llamaron colega literalmente le abandonaron a su suerte.
A partir de que el presbítero Reyes Sandoval
enfermó, quien había sido su asistente, Carlos Joel Pérez Brito, lo siguió
siendo, sólo que ahora de manera voluntaria y solidaria, por lo que dedicó su
vida a tocar puertas para pedir un poco de bondad, misericordia y generosidad
para con un siervo de Dios, «entre sus insensibles hermanos del sacerdocio».
El presbítero, quien murió a los 65 años, sufría
de epilepsia, por lo que fue cuidado las 24 horas del día por Carlos Joel
prácticamente solo, tras de que quien había sido sacristán del párroco, Melquisedec
Rojas, ya no pudo soportar la presión de no llevar alimento a su familia. Por
lo que aquel continuó con la recopilación de la ayuda que brindaban algunas
personas de Tláhuac, quienes en todo momento estuvieron al tanto del problema
de salud del ex párroco.
Dicha ayuda sirvió para la compra de medicamento
de patente, la compra de despensa, alimentación especial, frutas y transporte
para llevarlo a sus citas con el médico. Durante la misa de cuerpo presente en la iglesia
de San José hubo momentos en que pareció que se trataba de la misa de algún
personaje que se hubiese dedicado a otro tipo de actividades, debido a que
varias señoras se molestaron con el reportero de NosotrosMSR por desarrollar la cobertura informativa de la
misma, y el lugar sólo estuviera reservado para algún clan específico. |
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCómo la gente habla por hablar, si no vivieron la situación mejor cállense mientras todos le dieron la espalda e incluso hasta el que escribió esto por qué es gente que le gusta decir las cosas como le conviene gente chismosa que no tiene otra cosa que hacer más que andar escribiendo cosas que no son así que el señor Melquisedec llegaba tarde a su casa, diario se la pasaba con el, en días de festejo nunca estaba con su familia por qué no ponen eso por qué solo ponen a los que al final solo se quedaron para que si el cuando los necesitaba era cuando estaba conciente pero no ya cuando vieron que el ya estaba más malito ya fueron ayudarlo para que dar bien
ResponderEliminarAprende a escribir y nadie sabe nada ni tu sólo quien estuvo con el de principio a fin🙄 y punto .
EliminarLo,se por que a mí corta edad conocí al padre y convivi con el y ya que usted a su edad que tiene debería tener respeto por el padre y dejarlo que descanse en paz y dejarse de tanta hipocresía
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