Mercado Sobre Ruedas
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Las
enfermeras del Hospital General Tláhuac no conformes con que se ven
presionadas a diario por la situación que significa la continua llegada de pacientes
contagiados con Covid-19, a los cuales deben atender sin que la dirección del
nosocomio les provea del equipo pertinente que les garantice su salud, también
deben soportar las advertencias de la jefa de enfermeras, Beatriz Sánchez, acerca
de que si se niegan a cumplir con su trabajo podrían ser sancionadas administrativamente.
Por
si fuera poco, algunas enfermeras también son presuntamente acosadas por el
subdirector médico del nosocomio, de apellido Noguerón, quien en medio de la
crisis que ahí se vive por el ingreso de pacientes y la muerte de quienes
llegan en muy mal estado, se da tiempo para galantear y abrazar a quien le place,
al aprovechar el cargo que ostenta tanto en el hospital como en el sindicato
correspondiente.
El
pasado martes murió en la sala de urgencias una persona de la tercera edad que
había llegado en muy malas condiciones, debido a que era diabético y tenía
padecimiento renal. Sin embargo, su hija armó un escándalo en el área de
urgencias porque según ella no habían atendido inmediatamente a su papá, e
ignoró que hay un protocolo que se debe seguir; sin embargo, se puso a
insultar al personal y a golpear y patear una puerta.
La
señora tuvo que ser contenida por sus familiares, de los que incluso uno de
ellos, al parecer su esposo, le dijo que la culpa de que el señor hubiese
fallecido había sido de ellos porque cuando comenzó a ponerse mal, todavía dejaron
transcurrir tres días para llevarlo al hospital.
Por
lo pronto, las carpas que han sido habilitadas en el estacionamiento del
nosocomio, son para albergar pacientes de pre-alta, esto es, que ya van de
salida luego de haber recibido el tratamiento correspondiente, y no para atención
inmediata como presuponían las personas que llegaban a solicitar atención
médica.
Los
pacientes que lograron restablecerse son puestos ahí a fin de que ya no
respiren el aire contaminado del interior.
Personal
de enfermería del Hospital General de Tláhuac reconoció estar al borde del
colapso emocional tras de que dicho nosocomio se encuentra con 50 pacientes
contagiados por Covid-19 –«cupo lleno», según la autoridad del mismo–, aunado
al acoso sistemático que sobre ellos ejercen directivos, jefes y
supervisores, a fin de presionarles para que atiendan a los enfermos aun
cuando no cuenten con el equipo que les garantice la protección necesaria y
corran el menor riesgo posible de ser atacados por la pandemia.
Más sobre el tema: Sometido a presión
personal del Hospital General Tláhuac
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