Por conflicto vehicular conductor mata a otro de tubazo en Av Tláhuac

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| Información | Tras de ser golpeado con un tubo en la cabeza, un conductor de 64 años murió esta mañana. Su agresor huyó del lugar, ignorándose si en la Secretaría de Seguridad Ciudadana tendrán la capacidad para localizar, identificar y detener al asesino como de 35 años, debido a que en dicho perímetro se encuentran varias cámaras de videovigilancia.

Así quedó el Beatle VW azul con su conductor sin vida adentro Por un conflicto de tránsito vehicular al circular por Periférico Oriente y Avenida Tláhuac entre los conductores de un vehículo gris y un Volkswagen Beatle, el tripulante de este último murió debido a la saña con que fue golpeado en la cabeza esta mañana en Avenida Tláhuac, a la altura de Avenida Las Torres. Tras de insultarse sobre la primera vialidad, el conductor del Beatle color azul y placas MVD1684, Roberto Castro Peña, de 64 años, salió de Periférico para enfilar sobre Avenida Tláhuac, con dirección al panteón de Tezonco, pero a la altura de Avenida Las Torres le dio alcance el conductor del vehículo gris que venía hecho un energúmeno. Sobre el camellón quedó el vehículo Las señoras Rosa y María Estela Castro Peña, de 72 y 70 años de edad, respectivamente, quienes viajaban en el vehículo VW, fueron testigos de cómo el enfurecido sujeto, de unos 35 años de edad aproximadamente, golpeó a su hermano con un tubo en la mejilla izquierda, dejándolo semi inconsciente. Tras de la cobarde agresión, debido a que el sujeto del automóvil gris utilizó un tubo para causar al tripulante del VW lesiones de gravedad, huyó del lugar Transcurrido unos minutos y luego de sentirse repuesto de la golpiza, Roberto Castro Peña reanudó la marcha con rumbo al panteón de Tezonco, pero a unos metros de Las Torres empezó a convulsionarse, por lo que perdió el conocimiento y perdió el control del vehículo, subiéndose al camellón de Avenida Tláhuac. De inmediato se presentó en el lugar una unidad médica a cuyo frente se encontró el paramédico Ricardo Reyes Montoya, quien constató que Roberto ya no presentaba signos vitales.