Mercado Sobre Ruedas
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Tras de ser designado a
principios de julio pasado por el jefe de gobierno, José Ramón Amieva, como «mando
operativo» de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP), tras de la
renuncia de Hiram Almeida, Luis Rosales Gamboa, conocido por el indicativo «Jefe
Apolo» y por los más de 30 años que lleva en diferentes cargos en la policía de
la Ciudad de México, presentó su renuncia a esa corporación amparándose en el
programa de Baja Voluntaria.
Con la salida de este
polémico mando, podría comenzar a cerrarse la página más negra de la SSP
desde la gestión de Arturo Durazo al frente de ésta, faltará por ver a quién
designará como titular de la misma la nueva jefa de gobierno, Claudia
Sheinbaum.
Sin embargo, diversas
versiones apuntan a que el «Jefe Apolo» estaría preparando su salida para
incorporarse al gabinete de Seguridad Federal del nuevo gobierno morenista,
el de la dizque «cuarta transformación», a cuyo frente estará Alfonso Durazo, donde por cierto también
formará parte el ex titular de la SSP, Gertz Manero, compadre de Rosales
Gamboa.
Quien ingresó hace cerca
de 43 años a un área administrativa de lo que en aquel entonces se llamaba
Dirección General de Policía y Tránsito, donde se convirtió en uno de los más
influyentes funcionarios de esa institución, a grado tal de que hubo etapas
en las que nada se movía al interior si no lo ordenaba o autorizaba Luis
Rosales, actualmente se desempeñaba como subsecretario de Control de Tránsito
y Vialidad.
Porque además de ser el
de más años en la policía capitalina, también se distinguió por ser de los
más cuestionados al interior y exterior de esta dependencia.
Su poder al interior de
la corporación llegó, incluso, a causar confrontaciones entre éste y los ex
secretarios de Seguridad Pública Jesús Rodríguez Almeida e Hiram Almeida,
quienes terminaron por renunciar a sus cargos, de acuerdo con testimonios de
mandos en activo de la SSP capitalina.
Las mismas fuentes
destacaron que este personaje fue cuestionado por diversos temas, desde el
ubicarlo como uno de los integrantes de un grupo interno de policías conocido
como «La Hermandad», la cual fue creada en la época de Arturo Durazo, los que
durante muchos años se habrían beneficiado de la corrupción imperante en ese
cuerpo policial.
Para nadie es un secreto
que el llamado «Jefe Apolo» contó desde el inicio de la gestión de Miguel
Ángel Mancera como jefe de gobierno, con el apoyo incondicional de éste, a
tal punto de que el gobernante siempre ignoró las acusaciones de elementos
policiacos contra Luis Rosales relacionadas con actos de corrupción.
Rosales Gamboa, quien ya
había buscado su salida de esa Secretaría, pero la imposibilidad de concretar
un acuerdo económicamente satisfactorio frenó su salida, y cuya edad ronda
los 65 años, también fue señalado por casos de nepotismo, al meter a la SSP a
muchos de sus familiares, acusaciones que siempre rechazó el «Jefe Apolo».
La salida de este mando
se hará válida a partir del 30 de noviembre, un día antes de que llegue la
nueva administración encabezada por el partido Morena.
Una joyita
El cinco de diciembre de
2014, cuando se desempeñaba como subsecretario de Operación Policial, el
entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, le encargó la dependencia,
luego de que Jesús Rodríguez Almeida renunció por las críticas y presiones en
protesta por la actuación de la policía en las manifestaciones por el caso de
los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Según un reporte del
portal de noticias sinembargo.mx publicado
ese mismo día, activistas y defensores de derechos humanos lo calificaron
como «un tipo siniestro, un capo, una manzana podrida, lo peor de la policía
en México, DF».
Para el día 15, Proceso publicó
que Rosales Gamboa tenía en la nómina de la SSP a al menos 10 familiares, con
sueldos entre los 23 mil pesos y los 94 mil pesos.
En julio de 2017, de
igual forma Proceso publicó un
reportaje acerca de la aparición de narcomantas en distintos puntos de la
ciudad, en una de las cuales el «Jefe Apolo» era acusado de recibir pagos del
Cártel Jalisco Nueva Generación y no cumplir con los acuerdos.
En junio de 2009 estuvo
enterado del operativo –que luego resultó fallido– en la discoteca New’s Divine, en la delegación Gustavo
A. Madero, donde murieron nueve jóvenes y tres policías.
En diversos reportes de
prensa se le menciona como líder de «La Hermandad», una de las «cofradías»
que controlan a la policía capitalina. Sus orígenes en la corporación se
remontan a los años 70, en tiempos del llamado Arturo «El Negro» Durazo.
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