Cifras de Semáforo Delictivo en Tláhuac simplemente no cuadran

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Información Si Semáforo Delictivo se basa en el número de denuncias que levanta la ciudadanía en Tláhuac el índice, de plano, no refleja la realidad, porque hay un grave riesgo para la integridad y la de su familia de quien acude a levantar una denuncia, debido a que pueden ser los propios empleados del Ministerio Público quienes filtran la información a los delincuentes del denunciante. Si los habitantes de Tláhuac se sienten inseguros es por el grado de impunidad que gozan los delincuentes Por el delito de robo a casa habitación, casi todas las delegaciones de la Ciudad de México están en semáforo rojo, excepto Iztapalapa, Tláhuac e Iztacalco que fueron señaladas con el color amarillo, el cual avisa de una alerta por ese delito, señaló Santiago Roel, director de la Organización No Gubernamental Semáforo Delictivo. Sin embargo, lo anterior parece contrastar con el hecho de que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana de marzo de este año, la cual fue publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 96.7 por ciento de los habitantes del Oriente de la Ciudad de México, entre los que se encuentran los de la delegación Tláhuac, son los que más inseguros se sienten de todo el país. Y es que si Semáforo Delictivo se basa en el número de denuncias que levanta la ciudadanía en Tláhuac el índice, de plano, no refleja la realidad, porque hay un grave riesgo para la integridad y la de su familia de quien acude a levantar una denuncia, debido a que pueden ser los propios empleados del Ministerio Público quienes filtran la información a los delincuentes del denunciante. No hace mucho anotamos aquí que la otrora tranquila y apacible Tláhuac, terminó por volverse un infierno para sus pobladores ante el incremento de los asaltos a transeúnte, robo a comercio y casa habitación, así como robo de automóvil. De ahí que llame la atención que el representante de Semáforo Delictivo señale que la delegación Tláhuac no tiene problemas en el rubro de robo a casa habitación, cuando vecinos de colonias como la Selene viven en un tris por el alarmante incremento de asaltos a casas habitación durante la madrugada, cuando ingresan a estas al brincar bardas y tapias para robar bicicletas, tanques de gas o lo que encuentren en los patios. Vecinos de unidades habitacionales como la Juan de Dios Peza, en Zapotitlán, también se encuentran con el alma en vilo ante la posibilidad de que una nueva organización criminal se apodere de esta, como ya sucedió en el pasado cuando tenían que pagar cuotas mensuales a los vigilantes impuestos por los delincuentes, lo que dejaron de hacer tras del operativo de la Marina Armada el 20 de julio del año pasado. De acuerdo con las cifras de Semáforo Delictivo, en el tercer mes del año la delegación Benito Juárez tiene registrados 107 robos a casa, seguido de Iztapalapa con 64 incidentes, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc con 63, Coyoacán con 62, Tlalpan con 53 y Álvaro Obregón con 42. En contraparte, Tláhuac solamente tiene 15, aun cuando en nuestra Redacción y por testimonios de los propios vecinos, en un perímetro de la Colonia Selene (de Eje 10 a Montes Cárpatos y Mar de la Serenidad) ocho domicilios particulares fueron asaltados sólo en el mes de marzo –uno de ellos fue asaltado en dos ocasiones–; Magdalena Contreras con 17 y Milpa Alta con nueve. Los vecinos que son víctimas de la delincuencia organizada se resisten a acudir al Ministerio Público a levantar la correspondiente denuncia, tras de haber tenido tiempo para constatar que en ocasiones son los propios policías quienes protegen a los delincuentes, debido a que en casos donde los propios vecinos los han capturado, estos son subidos a la patrulla ciertamente, pero en lugar de ser llevados al Ministerio Público los transportan a sus casas. Asimismo, cuando los delincuentes que se metieron a un domicilio a robar son capturados debido a que los vecinos se comunicaron al 911, una vez que estos malandros consiguen su libertad en uno o dos días, y gracias a que los propios empleados del Ministerio Público y de la policía les proporcionaron los números telefónicos de donde salieron las llamadas de auxilio, estos en venganza regresan a balacear (o «rafaguear» como sentencian ellos) las casas de por quienes los detuvieron por un rato. Así que las cifras de Semáforo Delictivo correspondientes a Tláhuac no tienen nada que ver con la triste realidad que viven los habitantes de esa delegación, caracterizada por su narcogobierno.