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martes, 13 de marzo de 2018

En México nos hemos tardado en reconocer que el racismo existe

Mercado Sobre Ruedas

Especial
Datos del Inegi muestran que sí hay una relación entre el color de piel y el nivel de escolaridad, ocupación y situación socioeconómica, y es que la mayoría de las personas con un tono de piel más claro son directores, jefes y profesionistas, mientras que la mayoría de personas con un tono de piel más oscuro son personal de apoyo, operadores y artesanos.

El racismo mexicano es que se ejerce de una manera privada,es decir, en las familias
y en todos los círculos sociales
Cada vez que Tenoch Huerta acude a un casting para cine o televisión, ya sabe que invariablemente será asignado al papel de un «mexicano de carácter», clasificación creada por el equipo de producción que relaciona su fenotipo —piel oscura, cabello lacio y rostro lampiño— con delincuentes y gente en situación de pobreza.
Tenoch Huerta
«En el cine mexicano, los directores y productores cuando quieren realizar una película con gente fresca y adinerada, asumen que esos papeles deben desempeñarlos actores de piel blanca y ojos claros. Nuestro cine es representativo de la sociedad mexicana: estamos regidos por estereotipos y prejuicios basados en el color de la piel», lamenta el actor mexicano, ganador del Ariel, el máximo premio que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
El racismo es un tema que permanece oculto, sin salir a la luz y ser reconocido como un problema de la sociedad mexicana, explica el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Federico Navarrete Linares.
El estereotipo y prejuicio basado en color de piel es un problema que arrastramos desde la conquista y el colonialismo, pero que también se acentúa en la cultura popular y manifiesta en la televisión, el cine y la publicidad, dijo el especialista del Instituto de Investigaciones Históricas.
Federico Navarrete
El problema es más visible en los últimos años, sobre todo en los medios de comunicación en donde es sobrerrepresentado el blanco en el color de la piel, y en los cuales se ha sistematizado la ausencia de personas morenas.
Sin embargo, explica que no sólo es en los medios, sino que se trata de un fenómeno que se practica en ámbitos muy diversos de la sociedad por lo que es una problemática generalizada en México, y está tan impregnada que se discrimina hasta inconscientemente.
«Es un fenómeno histórico de larga duración que tiene sus orígenes en el régimen colonial que después fue modificado pero, a su vez, confirmado con la ideología del mestizaje», agrega el doctor en estudios mesoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Dice que desde su definición original, la ideología del mestizaje en México nunca discutió la superioridad de la «raza blanca», es decir, planteó que los mestizos más blancos y con una cultura más occidental ocuparan una posición de privilegio.
«Otra característica del racismo mexicano es que se ejerce de una manera privada, es decir, en las familias y en todos los círculos sociales, por lo que tiene esta dimensión personal y casi íntima que lo hace un problema más difícil de reconocer, porque no es un racismo abiertamente declarado, afortunadamente», añade el autor de México racista y Alfabeto del racismo mexicano.
Exclusión sistemática
Lo que se ha impuesto en México, reconoce Navarrete Linares, es un régimen de marginación y exclusión hacia la mayoría de la población. Según la Encuesta Nacional Sobre Discriminación Racial (Enadis), cuatro de cada 10 encuestados dijeron que a la gente la tratan distinto debido a su color de piel.
«La gente es excluida en términos de clase y de raza. Es decir, en México la pobreza sí tiene una faceta racial muy marcada», asegura.
Esto fue comprobado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), según los resultados del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional publicados en 2017. Los datos muestran que sí hay una relación entre el color de piel y el nivel de escolaridad, ocupación y situación socioeconómica.
Lo que muestra, entre otras cosas, es que la mayoría de las personas con un tono de piel más claro son directores, jefes y profesionistas, mientras que la mayoría de personas con un tono de piel más oscuro son personal de apoyo, operadores y artesanos.
Racismo y discriminación
Por su parte, Olivia Gall, coordinadora de Integra, Red de Investigación Interdisciplinaria sobre Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina del Programa de Redes Temáticas del Conacyt, expresó que la encuesta del Inegi logra establecer correlaciones interesantes mas no causalidades.
«En México nos hemos tardado mucho en aceptar que el racismo existe, por ello, ha sido muy difícil desarrollar estudios, políticas públicas y leyes que aborden el tema», dice la investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.
Olivia Gall
El racismo es un problema de una amplia dimensión y no sólo es la discriminación de algunas personas por su tono de piel, el concepto abarca muchos factores.
En la Red Integra abordan el problema en muchas de sus aristas, incluyendo cómo afecta la discriminación a los pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes, desde el punto de vista de las relaciones de poder que obstaculizan su acceso a la igualdad de oportunidades.
Más allá de la legislación tiene que haber conciencia de que, por ejemplo, los pueblos indígenas sufren la discriminación en sus múltiples formas. Cuando se visibilicen todos estos grupos, será un paso importante hacia una sociedad más justa, enfatiza.
Todos somos iguales
La clasificación de las personas por su color de piel y diferencias biológicas se ha descrito erróneamente como «razas»; sin embargo, ahora está demostrado que los humanos son en 99.9 por ciento iguales. Las diferencias radican en el restante 0.01 por ciento.
En uno de sus artículos de investigación, el doctor Harold P. Freeman, del Hospital General de Manhattan, aseguró que no existe una base biológica real para afirmar la existencia de las razas humanas.
La doctora Olivia Gall sostiene que la existencia de las razas humanas es una mera construcción cultural de las diferencias y un intento de clasificar a los seres humanos por sus características físicas.
Además, se ha demostrado que las características —como el tono de piel— de los seres humanos corresponden a la zona del planeta en donde radican o provienen de sus ancestros, y las diferencias son formas de adaptación al ambiente de la región.
El color del éxito social
Raymundo Campos Vázquez
En un estudio realizado por los doctores Raymundo Campos Vázquez y Eduardo Medina Cortina titulado «Identidad social y estereotipos por color de piel. Aspiraciones y desempeño en jóvenes mexicanos», publicado en la revista del Fondo de Cultura Económica (FCE) El Trimestre Económico, los científicos demuestran que el color de la piel es relevante para las aspiraciones de vida de los jóvenes en México.
El profesor investigador del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México (Colmex), Raymundo Campos Vázquez, dice que el objetivo del estudio fue estimar el impacto del tono de piel en resultados de vida.
«Tenemos dos agentes de investigación: el primero era saber si había discriminación, es decir, si tratamos de forma diferente a personas con un color de piel muy oscuro en comparación a tonos más claros; la segunda línea trata de entender si nosotros mismos cambiamos nuestro desempeño y aspiraciones por nuestro color de piel».
La metodología fue aplicada a través de un experimento de campo en varias escuelas secundarias de la Ciudad de México, en las cuales cada estudiante resolvió una prueba de habilidades cognitivas y un cuestionario sobre aspiraciones futuras.
La experimentación se dividió en tres diferentes grupos por cada grado, por lo que a cada uno de los tres grupos se le daba una intervención diferente. A un grupo se le dio un mosaico de personajes públicos de tez clara; al segundo se le daba información sobre el color de piel y se les pedía que pusieran qué color de piel tenían; y al tercer grupo se le daba ambos.
Los resultados indicaron que los estudiantes del tercer grupo fueron los que obtuvieron peores resultados, es decir, tenían menos aspiraciones para el futuro.
«Los estereotipos relacionados con el color de la piel cambian el comportamiento de las personas y pueden tomar decisiones —aunque sean inconscientes— con base en el tono de su piel», concluye.
Fuente: Conacyt

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