Mercado Sobre Ruedas
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Mientras el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, echó a
andar una campaña de presuntos videos acerca del menor Marco Antonio Sánchez,
detenido por policías de la Ciudad de México el pasado 23 de enero, a fin de
convencer a la ciudadanía de que éste deambuló por varios lugares hasta ser
encontrado cinco días después en un municipio del estado de México, y que nunca
fue golpeado por los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública
capitalina, el caso de cuatro jóvenes brutalmente golpeados en Tecómitl pasa
inadvertido para los medios de difusión.
Con ello, queda demostrado
que la indiferencia mostrada por esos mismos medios de difusión que no
perdieron detalle de la desaparición del alumno de la Preparatoria 8 de la
UNAM, y que ahora difunden con profusión las grabaciones que compendian más
de 20 horas del supuesto deambular de Marco Antonio por varias tiendas, imágenes
en las que según afirma el procurador Edmundo Garrido nunca se le aprecian
las lesiones que mostró cuando fue encontrado, se debe a que pudieron haber
entrado en acción los operadores de limpiar la imagen de Mancera junto con
sus publirrelacionistas.
Lo cierto es que en San
Antonio Tecómitl, en la delegación Milpa Alta, se registró un caso grave de
exceso de autoridad por parte de la policía de la Ciudad de México el pasado
sábado, apenas unas horas después de que el secretario de Seguridad Pública,
Hiram Almeida, había armado su tinglado mediático para demostrar sus dotes
histriónicas al presuntamente regañar a 149 mandos policiacos por no seguir
los protocolos de detención, y hasta les pidió que vigilaran a los 89 mil
policías que tienen a sus cargos.
Por eso es que ahora entró en
operación la maquinaria del omiso jefe de gobierno, a fin de contener con
presuntas dádivas un nuevo escándalo mediático con los excesos de fuerza y la
prepotencia que mostraron en Tecómitl elementos de la Secretaría de Seguridad
Pública de la Ciudad de México, a fin de evitar el deterioro de la imagen
pública que tiene el anodino Mancera, quien hasta hace poco tuvo aspiraciones
de presidenciable pese a su incompetencia y nulidad para combatir el chiquero
de corrupción que tiene en la policía capitalina.
Al respecto, Alejandro Martínez en su página de Facebook y tras de calificar como «una vergüenza» el abuso
de autoridad de los elementos policiacos el sábado por la noche en San
Antonio Tecómitl, refiere que el tres de febrero a las 10:45 horas, aproximadamente,
la patrulla del sector «procedió a tirar a mi primo de su moto metiéndose en
sentido contrario», por lo que al percatarse los policías de que aquel había
visto todo comenzaron a perseguirlo. «Al llegar al barrio Xaltipac comenzaron
a abrir fuego hacia el cielo», después procedieron a agredirlo con un arma de
fuego «en mi cabeza».
Tras de relatar su
testimonio, Alejandro Martínez pide a sus contactos en esa red social que lo
hagan viral a fin de que no pase inadvertida la brutal agresión de que fueron
víctimas cuatro jóvenes de Tecómitl, tres menores de edad y uno de 18 años;
sin embargo, por lo visto pareciera ser más influyente el poderío económico del
gobierno capitalino, debido a que solamente el diario El Universal dio cabida
a lo sucedido ahí la noche del sábado.
Los abusos de elementos
pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México podrían
continuar, tras de que por causa de la podredumbre de corrupción en los
mandos policiacos, son constantes y hasta exagerados el número de retenes que
imponen a la ciudadanía con el pretexto de revisar documentos y ver la
posibilidad de extorsionar a conductores, dado que los elementos adscritos a
los sectores deben cumplir con las cuotas que les imponen sus jefes.
El incidente, de acuerdo
con un video que circula en redes sociales, se registró sobre la Calle Farías
de Tecómitl, cuando policías preventivos instalados en un retén le hicieron
el alto a dos motocicletas en las que se transportaban los cuatro jóvenes, los
cuales aseguran que no se detuvieron por miedo a los policías.
Al no detenerse se
desató la persecución, aunque metros después uno de los motociclistas derrapó
y cayó, por lo que sus amigos se detuvieron. Fue entonces que los policías
sin mediar palabra comenzaron a golpearlos y los jóvenes empezaron a pedir
ayuda a gritos. Varios vecinos salieron en su ayuda y confrontaron a los
uniformados, quienes simplemente explicaron que habían recibido órdenes de
implementar un operativo contra el narcomenudeo en la zona.
Con los vecinos de
testigos, los uniformados revisaron a los cuatro jóvenes, pero no les
encontraron drogas.
Sin embargo, y como informamos
el domingo, uno de los jóvenes sí fue llevado por sus familiares al Hospital
Belisario Domínguez debido a la gravedad de los golpes que le propinaron los
policías.
Lo cierto es que la
corrupción en los mandos policiacos sería la causante de las brutales agresiones
a menores de edad, comenzando por la que sufrió Marco Antonio Sánchez en las
inmediaciones del Metro El Rosario, quien todavía de que al parecer fue
víctima de una brutal golpiza por parte de los uniformados el pasado 23 de
enero, días más tarde el propio jefe de gobierno y sus colaboradores lo
hicieron objeto de una descalificación al buscar evidenciarlo como un vago y
drogadicto.
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