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«Las pipas se las
llevaron entre la una y dos de la mañana», aseguró el operador de una de las
10 unidades que fueron sustraídas del Campamento uno de la delegación
Tláhuac, quien además dijo que quien autorizó la salida de estas definitivamente
fue «alguien con mucho poder dentro de la administración, porque no
cualquiera hace eso»… Para empezar, indicó, el policía tuvo que haberle
entregado a esa persona todas las llaves que tenía bajo su custodia, a fin de
que los choferes pudieran llevárselas, por lo que quien lo hizo «era un jefe
de jerarquía»… El operador de la pipa dijo que cuando llegaron esta mañana a
su centro de trabajo, las pipas ya no se encontraban en el Campamento uno,
por lo que luego de estar un par de horas «en la banca», su jefe inmediato, Betuel Beltrán, les autorizó a que se retiraran… «Esta
mañana vino un funcionario de la Dirección de Jurídico, estuvo discutiendo a
puerta cerrada con gente del Campamento y de nuestra sección sindical, pero
nunca supimos de qué hablaron», señaló el operador de la pipa que hoy tuvo
día libre, tras de que la unidad que maneja, junto con otras nueve pipas,
simplemente desparecieron del lugar… «Lo único que nos dijo el policía fue
que las habían sacado entre una y dos de la mañana, pero no quiso decir quién
había venido por ellas», comentó… En dicho Campamento son guardadas
diariamente 15 pipas, «había dos descompuestas, pero una la arreglaron hoy y
ya salió a ofrecer el servicio», refirió… Por lo pronto, lo único que se sabe
es que las pipas fueron sustraídas para surtir agua presuntamente a las
familias de los funcionarios de la administración morenista de la delegación
Tláhuac.
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