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miércoles, 27 de septiembre de 2017

La soflama de Peña Nieto con el ISSSTE tras del temblor del 19


¿Qué derechohabiente se tragó el cuento ese de que el ISSSTE tenía capacidad y sus burócratas voluntad para atender a más demandantes de atención médica? | Cómo se ve que el presidente jamás en su vida ha pisado como paciente una clínica u hospital de ese Instituto donde literalmente la vida no vale nada | Para colmo no es un médico si no un abogado y ex gobernador de un estado del norte que cual político todólogo se encuentra al frente de esa institución | Si hubo esos hospitalizados por el sismo con seguridad los hacinaron en un área común o los acostaron en el suelo porque ni siquiera pueden atender a derechohabientes
Madriguera de burócratas
Tras del sismo magnitud 7.1 registrado la tarde del 19 de septiembre en el centro del país, Enrique Peña Nieto salió muy orondo a decir que el servicio de emergencia del IMSS y del ISSSTE estaría abierto a todos los afectados que lo requirieran. «La red de hospitales y clínicas –de estos– atenderán a todos los afectados, incluso los no afiliados», anunció… El anuncio, como es de suponer, causó estupor y malestar entre al menos un amplísimo sector de los 12.7 millones de derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y no porque estuvieran en desacuerdo con la disposición para auxiliar a compatriotas en desgracia y dejar que la maltrecha institución recibiera a víctimas del terremoto, no, sino por el oportunismo político del presidente en sus desesperados intentos por congraciarse con la sociedad y ganar espacios en los medios de difusión ante el deprimente e ineficaz servicio, eficiencia, tecnología y de calidad e información que ofrece… Porque ante el desabasto de medicamentos y de materiales de curación, se suma la despótica actitud de la inmensa mayoría de los burócratas que deben atender a los derechohabientes debido a que siempre están en actitud defensiva, a la espera de los justificados reclamos y reproches de estos por las deficiencias en el servicio… Y es que si el ISSSTE es incapaz de atender con calidad, eficiencia y prontitud a sus derechohabientes los 365 días del año, por las carencias de equipo y la holgazanería crónica de su personal, es indudable que en una situación de emergencia como la vivida tras del sismo, mucho menos iban a poder atender otro tipo de emergencias… Cómo se ve que Peña Nieto jamás ha tenido la necesidad de ir a solicitar una consulta al bendito Instituto o, de igual manera, ni siquiera se ha asomado a las áreas de urgencias de los hospitales –como el Leonardo Bravo en la zona oriente de la Ciudad de México– para ver en el primer piso la deprimente situación en que ahí están literalmente hacinados en un área común cual campamento de damnificados, sentados en bancas porque ni siquiera cuentan con las suficientes camas para atenderlos, casi medio centenar de quienes ingresaron por algún padecimiento y cuyo sufrimiento se refleja en los rostros o quejidos, mientras deben detener ellos mismos en sus manos las bolsas de suero y demás medicamentos que les son suministrados. Obviamente, llegaron ahí después de que estuvieron dos horas en la sala de espera de urgencias –conste– a la espera de que el personal del Instituto les pudiera hacer el favor de llamarlos, y eso si no les tocó la desdicha de que hubiera cambio de turno porque, de lo contrario, el tiempo de espera para poder ser valorado inicialmente por alguno de los fondongos médicos que como repartidor de verduras en la central de abastos reparte los pases para que el derechohabiente pueda ingresar al primer piso del Leonardo Bravo, con facilidad pudo estar en esa especie de cámara de tortura que significa el ISSSTE más tiempo…
Un político todólogo al frente del ISSSTE
De ahí que eso de que en menos de 15 minutos un derechohabiente recibe una valoración inicial en las áreas de urgencias de clínicas y hospitales gracias a un dizque innovador sistema llamado Triage, tan cacareado por el director general José Reyes Baeza (abogado y ex gobernador de un estado del norte), no deja de ser otra vil mentira de esos nefastos políticos todólogos que por pago de facturas acaban siendo colocados en donde no ocasionen problemas al presidente… Porque para empezar, si un derechohabiente se ve en la necesidad de recurrir al ISSSTE por algún problema de salud, si no quiere esperar a que dentro de un mes o mes y medio le programen una cita debido a que solicitó ésta por teléfono, entonces debe madrugar y presentarse antes de las cinco de la mañana en la clínica que le corresponde. Tenemos el caso de un derechohabiente que debido a la premura con que requería ser atendido, se presentó a las cinco de la mañana en la Clínica Iztapalapa II (Clave 82211) para sumarse a la fila de más de 60 solicitantes de servicio médico del ISSSTE. Pero esta persona lo hizo llevando bajo el brazo los resultados de dos estudios que prefirió pagar de su bolsillo en un laboratorio particular, porque sabedor de cómo se las gastan en dicho Instituto en eso de programar el pase al laboratorio de un derechohabiente, lo que puede tardar mes y medio, a fin de no tener que aguardar tres meses para volver a encontrarse con el médico que le asignaron…
Eso sí, muy exigentes estos médicos con los derechohabientes, pero cuyo bienestar poco
les importa cuando se ponen a atender asuntos de otra índole
Médicos sin ningún respeto por derechohabientes
Así que a las siete de la mañana la Clínica abrió sus puertas y, tras de seguir la fila media hora, le anotó su cita a las nueve de la mañana con el doctor Octavio Norberto López Reyes. Obviamente había derechohabientes antes que él, por lo que debió esperar su turno… Sin embargo, dieron las 10 de la mañana y del médico –como debe llamárseles mientras no comprueben que tienen alguna especialidad– ni sus luces. Cuando los solicitantes de consulta fueron a la ventanilla de la entrada a preguntar por éste, la displicente burócrata que ahí estaba les respondió que estaba dando clase, así sin más explicación, y que en un rato más llegaba a su cubículo… Efectivamente, el médico se apareció en su lugar acompañado por tres pasantes con bata blanca de la UNAM pasadas las 10 de la mañana, y con ese aire de perdonavidas que tiene empezó a atender a quienes llevaban ahí ya más de dos horas esperándolo… En cuanto al derechohabiente que nos ocupa, éste le mostró los resultados de los estudios que ya se había practicado en un laboratorio particular, a fin de ahorrar tiempo y para que lo pasara al Hospital de especialidades Leonardo Bravo debido a que su problema de salud ya requería otro tipo de atención, e incluso una intervención quirúrgica… Sin embargo, el médico del ISSSTE le dijo que debía hacerse nuevamente los dos estudios ahí, porque para ellos los realizados con un particular no servían. Luego de dejarlo en el cubículo con las pasantes de medicina unos 15 minutos porque el tipo salió para ir a arreglar otros asuntos, regresó malhumorado porque el derechohabiente se negó a que para enseñarles a las estudiantes seguramente, le pidió que se desnudara porque lo iba a auscultar. El paciente le reiteró que lo que pretendía hacer ya no era necesario porque para eso tenía ahí los resultados de los estudios…
Interior de la Clínica Iztapalapa II, donde médicos como López Reyes dejan hasta
dos horas esperando a los pacientes que tuvieron la desgracia de sortearlo con él
El ISSSTE no es como lo pintan los políticos
Fue entonces cuando el arrogante médico expidió de mala gana el pase al laboratorio de la Clínica para que de ahí se le entregara al derechohabiente el otro pase al Hospital Leonardo Bravo (ubicado a un costado de la FES Cuautitlán). Por fortuna, el empleado que lo atendió en la ventanilla del laboratorio vio que ya contaba con los estudios que López Reyes quería que le volvieran a hacer, y tras de decirle que qué bueno que ya los tenía, le pidió que regresara en veinte días para que recogiera su hoja de traslado al hospital referido… Transcurridos los veinte días regresó a la Clínica Iztapalapa II a recoger dicho documento, pero con sorpresa vio que la cita con el especialista había sido programada para dentro de un mes. El derechohabiente, acabó repitiendo lo que una vez un político dijo acerca de que al diablo en este caso el ISSSTE, y terminó realizándose la operación con especialistas particulares… Por eso, el anuncio de Peña acerca de que el ISSSTE recibiría a todo aquel que por motivos del sismo lo requiriera, solamente fue uno de esos anuncios soflameros con que busca recuperar la credibilidad perdida de la población desde hace mucho tiempo…
Al ISSSTE lo relaciona la gente con la muerte
¡Llévalo al ISSSTE!
Según el director médico del ISSSTE, Jorge Guerrero, el 92 por ciento de los hospitalizados por el sismo ya fueron dados de alta, y solamente se registraron dos defunciones de heridos en el temblor: una en el Hospital Regional 1 de Octubre y otra en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre… Independientemente de si hubo o no esa cantidad de hospitalizados que no fueron derechohabientes del Instituto y de si los hacinaron en un área común o los acostaron en el suelo, hace algunos años cobró fama aquel grito que desternilló de risa al público de la Plaza México la tarde en que un connotado matador nomás no podía clavarle la espada al astado y pinchaba una y otra vez al burel, aun cuando el juez ya había pedido al alguacil que le sonara con la corneta dos avisos, cuando de la aguerrida tribuna de sol se escuchó por todo el coso de la Nápoles aquel: «…¡Llévalo al Issste!», obviamente para que ahí le mataran al toro… Y la risa del respetable estaba más que justificada porque el símil, aunque burdo y jocoso, no dejaba de tener mucho de cierto.

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