En 2016 en Tláhuac se dispararon los delitos de
manera escandalosa, «pareciera que en algunos lugares opera la ley del oeste»
| No es
necesario que azucemos a la gente, por lo que culpar a la UCP de las
movilizaciones contra Salgado «es pensar que la gente es ignorante e incapaz
de defender sus derechos» | Es «un mal
gobierno» que engañó a los tlahuaquenses en su campaña diciendo que la
delegación iba a cambiar, a renacer, que iba a haber amor en todos los
rincones de la delegación | El ex delegado perredista afirmó que en sus tres años enfrentó la
corrupción y que no recibió ni un solo quinto de una empresa
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En poco tiempo Morena
ya demostró ser un proyecto nocivo para los tlahuaquenses, porque el
escenario de inseguridad y violencia que se vive actualmente en la delegación
es producto de un mal gobierno, como resultado de una política nociva, así
como de un menosprecio a los pobladores de la demarcación, señaló Gilberto Ensástiga Santiago, ex jefe
delegacional de Tláhuac (2006-2009) y cabeza visible de la corriente interna
del Partido de la Revolución Democrática denominada Unión de Colonias
Populares, cuyo nombre actual es el de Parlamento Ciudadano… Mientras por el
gran ventanal del restaurante Vips se veía a un helicóptero de la Secretaría
de Seguridad Pública de la Ciudad de México sobrevolar el lugar, como parte
del operativo instrumentado ese miércoles por dicha Secretaría en forma
conjunta con la Procuraduría capitalina para buscar a Felipe de Jesús Pérez Luna, el «Ojos» (Refuerzan ataque a
narcomenudeo),
aseguró que en 2016 en Tláhuac se han disparado los delitos de manera escandalosa,
«pareciera que en algunos lugares opera la ley del oeste»… Para Ensástiga, lo que sucede en Tláhuac
es responsabilidad de la delegación, porque debe gestionar, solicitar y
acordar con el gobierno de la Ciudad la atención a los problemas delictivos, dijo, «se están incrementando y apareciendo con mayor
frecuencia», y eso sólo se logra con una política sustentada en una relación
institucional, así como de compartir responsabilidades frente a los
tlahuaquenses… «El asunto es que desde que llegó Rigoberto Salgado a la administración (delegacional en Tláhuac),
su soberbia no sólo ha radicado en el trato a la gente, sino también en su
relación con el gobierno de la Ciudad, porque él en muchas ocasiones ha
menospreciado y confrontado, más en el terreno político y personal, al
gobierno de la Ciudad», indicó… Al recordarle que para el delegado morenista los causantes de todos los
males de su administración son los de la Unión de Colonias Populares, Ensástiga Santiago respondió que no
es necesario que ellos azucen a la gente, y culparlos a ellos de las
movilizaciones y manifestaciones que recientemente se han hecho «es pensar
que la gente es ignorante e incapaz de defender sus derechos»… «A los del PRD
nos tachan de rateros, corruptos, y a la primera pues les pega, pero ha ido
pasando el tiempo y se les ha ido cayendo ese discurso», manifestó… Para
quien dice no tener ningún interés en volver a ser jefe delegacional, no le
queda ninguna duda de que la culpa de lo que sucede en Tláhuac con un escenario
de narcoterror, «es de ellos (los
morenistas), definitivamente»… Porque se trata de «un mal gobierno que engañó
a los tlahuaquenses en su campaña diciendo que la delegación iba a cambiar,
que iba a renacer, que iba a haber amor en todos los rincones de la
delegación, y nos siguen mintiendo. Entonces es un gobierno que se ha ido
forjando con el engaño y la mentira», asentó… Con la población continúan utilizando
el mismo patrón desde la administración delegacional, debido a que «mienten y
mienten a cada rato, y eso nos está haciendo mucho daño, porque predispone a
los tlahuaquenses contra cualquier acción de buena voluntad, contra cualquier
acción en beneficio de la sociedad», y por ese motivo la gente ya no cree en
nadie… Tras de asegurar que en su gestión como delegado nunca recibió
presiones de ninguna organización criminal, Ensástiga de igual forma afirmó que en sus tres años «te puedo
asegurar que enfrenté la corrupción», y que «no recibí ni un solo quinto de
una empresa», por lo que sigue viviendo en la misma casa donde toda su vida
ha vivido, dijo, y «me conduzco como cualquier persona»… Sin embargo,
reconoció que el tema de la distribución de la droga en esa delegación «no es
de ahorita», sino «de toda la vida»; mientras comienzan a llegar fotografías
del operativo que en ese momento se lleva a cabo en la delegación, con un
dejo de circunspección señaló que se trata de «un mal que tenemos en nuestra
sociedad y que a raíz de los últimos 10 o 15 años se ha agudizado en el país
y con preocupación ahora en la Ciudad de México».
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La entrevista completa con el ex delegado
perredista Gilberto Ensástiga
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Hay un ambiente enrarecido en la delegación Tláhuac sobre todo por
la ola delincuencial que se ha incrementado. Al cuestionar a la delegación,
voces anónimas –vía troles en redes sociales, porque esa es la única política
de comunicación social que el delegado Rigoberto Salgado tiene–, culpan al
grupo político que tú encabezas de todos sus males. ¿Qué opinas?
«Primero hay que decir
que Tláhuac por sus características geográficas y cercanía con el estado de
México y de alguna manera con Morelos, es una zona que sí se ve afectada
cuando la incidencia delictiva impacta esas entidades; siempre hemos tenido
problemas en nuestra delegación de robos y de venta de droga, por lo que
asegurar que en esta administración han aparecido sería falso, pero esa no es
la discusión. Sin embargo, en este año de 2016 se han disparado los delitos
de manera escandalosa, pareciera que en algunos lugares opera la ley del
oeste. Se han presentado casos de robo en el transporte público, casas
habitación, robos banqueteros y, desde luego, es evidente el miedo que se
respira en toda la delegación».
¿De quién es la culpa entonces?
«Es responsabilidad de
la delegación lo que está pasando, pero lo puede hacer sin dejar de hacer.
¿Qué es lo que debe hacer una autoridad delegacional? Gestionar, solicitar,
acordar con el gobierno de la Ciudad la atención a estos problemas delictivos
que se están incrementando y apareciendo con mayor frecuencia, y eso sólo lo
logras si tú tienes una política de relación institucional y de compartir
responsabilidades frente a los tlahuaquenses».
«El asunto es que desde
que llegó Rigoberto a la
administración, su soberbia no sólo ha radicado en el trato con la gente, sino
también en su relación con el gobierno de la Ciudad. Si existe una relación
no es la mejor para enfrentar este problema, porque él en muchas ocasiones ha
menospreciado, confrontado más en el terreno político y personal al gobierno
de la Ciudad que por el trabajo conjunto. Entonces si es un gobernante en
donde sus relaciones son malas, nos afecta a los de Tláhuac; ahí está el
rubro de seguridad, es cierto no le toca a él, nunca le ha tocado a un jefe
delegacional ver los problemas de seguridad, pero eso no le importa a la
gente, a esta lo que le importa es que haya seguridad, y como autoridad
principal en la delegación tiene que asumir esa tarea, y no lo ha hecho. De
repente como que deja entrever que lo va a hacer, pero no lo ha hecho.
Entonces, desde ese punto de vista, sí tiene responsabilidad, si no
directamente, pero la tiene de que las cosas acá se estén complicando».
La soberbia es síntoma de incapacidad y considero que con eso trata
de encubrirla. Pero el delegado los acusa a ustedes como UCP i Parlamento
Ciudadano de promover manifestaciones como la de los padres de los jóvenes desaparecidos,
como la del día en que vino Martí
Batres; pero también de capitalizar la inconformidad en los trabajadores
y de organizar manifestaciones contra la delegación por determinados
problemas. ¿Tienes ustedes la capacidad de movilizar a tanta gente?
«No, la verdad es que
todas estas movilizaciones que ya se han dado y que son muchas, son el
reflejo del mal gobierno local.
No es necesario que nosotros azucemos a la gente porque es pensar que la
gente es ignorante e incapaz de defender sus derechos. Si los trabajadores se
han movilizado es porque han visto afectados sus derechos. ¿Qué se les dice?
Que todas las prestaciones que adquirieron en los gobiernos del PRD –y que
fueron varias prestaciones y beneficios–no se han podido cumplir porque se
robaron el dinero. Bueno, a lo mejor en los primeros tres o cuatro meses de
su inicio esto les pegó, pero ya vamos para un año y siguen diciendo lo mismo.
Mejor, ¿por qué no tienen la humildad de reconocer que no saben hacer los trámites
ante el gobierno de la Ciudad? Que acepten que son incapaces de buscar los
expedientes y hacer lo adecuado para que les suelten los recursos».
«Porque hay todo un
procedimiento. Primero tienes que acreditar si hay autosuficiencia
presupuestal. Ahí está el dinero, ningún delegado tiene una caja fuerte, todo
viene de oficinas centrales, todo se maneja electrónicamente, no sale dinero
si tú no acreditas el programa, los beneficios, los tiempos para que te
aprueben. Lo que ellos no dicen es que se les han pasado los tiempos. Nada
más porque la gente protestó, hasta estas fechas, dos o tres meses después, están
festejando el día de la madre; cuatro meses después el de los trabajadores, además
de que las becas las disminuyeron. O sea, traen un desorden brutal que lo
único que acredita es su incapacidad. A los adultos mayores de igual forma
les prohibieron un conjunto de programas que ellos los tenían con nosotros, ¿y
qué les dijeron?, que los del PRD se robaron el dinero?»
¿Y les creen eso?
«Claro que hay quien les cree, y entonces nos
tachan a los del PRD de rateros y corruptos, y a la primera pues les pega,
pero ha ido pasando el tiempo y se les ha ido cayendo ese discurso. La culpa
es de ellos. Este es un mal gobierno que no sólo engañó previo a la campaña
diciendo que la delegación iba a cambiar, que iba a renacer, que iba a haber
amor en todos los rincones de la delegación. Entonces es un gobierno que se
ha ido forjando con el engaño, con la mentira, es el mismo patrón que
utilizan con la población; mienten y mienten a cada rato y eso nos está
haciendo mucho daño, porque predispone a los tlahuaquenses contra cualquier
acción de buena voluntad, en beneficio de la sociedad. Eso es lo que ellos
están provocando en esta administración, generando un descrédito de todos.
Dicen que el que escupe para arriba le puede caer en la cara, y eso es lo que
ellos están haciendo».
¿Hubo corrupción en los nueve años en que ustedes como grupo
político estuvo en la administración de Tláhuac?
«Es muy fácil decir que
no hay corrupción en una administración, yo creo que la hay en todas las
administraciones desafortunadamente. Este es un problema sistemático, puedes
tú enfrentar la corrupción si la cabeza no se involucra, así de sencillo.
Para que tú pares la corrupción debes tener autoridad moral, tiene que haber
ética. Cuando yo estuve como jefe delegacional, en mis tres años te puedo
asegurar que enfrenté la corrupción. Yo no recibí ni un solo quinto de una
empresa, sigo viviendo en la misma casa donde toda mi vida he vivido y me
conduzco como cualquier persona».
¿No recibiste presiones de algún grupo de narcomenudistas?
«Nunca, nunca, nunca».
Pero sí se vendía droga…
«Bueno, la droga no es
de ahorita, es de toda la vida, es un mal que tenemos en nuestra sociedad y
que a raíz de los últimos 10 o 15 años se ha agudizado en el país y con
preocupación ahora en la Ciudad de México».
¿Qué hiciste en tus tres años como delegado de Tláhuac? ¿Qué obra
significativa puedes presumir?
«Mucha, no hay
administración que haya hecho obra pública como la que nosotros hicimos, que
haya tenido una gestión importante frente al gobierno federal y el de la Ciudad.
¿Obedeció a que la virgen nos hizo un milagro? ¡No! Obedeció a que había una
política de gestión y de relaciones y de propuestas, para que hubiese
inversión. Ahí está la línea 12 del Metro. No estoy diciendo que yo la hice.
Pero alguien tuvo que apretar el timbre para que vinieran a Tláhuac a construir
la línea 12. Ahí participamos muchos, la gente, las autoridades…»
Era un proyecto que ya estaba desde hace 20 años…
«No, yo creo que sí
está proyectado el Metro para toda la ciudad, pero hasta cuando yo conocí el
plan maestro del Metro, vi que la línea 12 era de Mixcoac a Acoxpa, y
entonces hubo una coincidencia con el gobierno de la Ciudad, en el sentido de
que en términos de prioridades le iba a generar un mejor funcionamiento, una
mayor cantidad de transportación de usuarios a Tláhuac que a Acoxpa, y ahí
está la prueba. Pasan más de 400 mil usuarios diarios de San Pedro a Mixcoac.
A lo mejor ya no se acuerdan, pero nosotros como delegación hicimos una
campaña por toda la ciudad, a favor de la línea 12; nuestra campaña se
llamaba Para salir del olvido, la línea
12 del Metro a Tláhuac. Pegamos mantas en todas las delegaciones en
beneficio del Metro».
«Luego están los tres tecnológicos,
lo que logramos en el período de mayor confrontación entre el PRD y el
gobierno federal, en 2006, por aquello de que los perredistas estuvimos por
más de 40 días en Paseo de la Reforma protestando por el fraude electoral y
la imposición de Felipe Calderón. Cuando
en 2006 entré a la delegación, entablé una comunicación con la Secretaría de Educación
Pública porque había el proyecto de 12 tecnológicos para la Ciudad de México,
hicimos a un lado la confrontación y convencí al gobierno de la Ciudad. Me la
jugué con los tecnológicos y les prestamos a estos un espacio en el Bosque de Tláhuac
para que se instalaran, porque si no, no se iban a hacer. Ahí se empezaron a
inscribir y se dieron a la tarea de conseguir los terrenos. La gente del
Cetis 1 –en Tlaltenco– les dio un espacio, nosotros les abrimos el Bosque,
San Juan les abrió el otro espacio, y ahí están los tres tecnológicos. Pienso
que debe haber una matrícula de más de tres mil estudiantes, no lo sé, pero
al final es un beneficio, una obra, un planteamiento como gente que vive aquí
en Tláhuac, con escuelas de nivel superior».
El gobierno de la Ciudad construyó también el Hospital General en tu
período como delegado…
«Así es, hay gente que
no se acuerda que yo invadí el terreno del hospital, porque me habló el jefe
de gobierno (Marcelo Ebrard) para
decirme que tenía información acerca de que un grup0 iba a invadir el terreno
porque se oponían a que se hiciera el hospital. Me dijo: ‘Si ese terreno lo
invaden, se nos va a caer el proyecto’… Entonces yo le dije, no te preocupes,
yo lo voy a resguardar. Hablé con varios vecinos de la Agrícola, de la Miguel
Hidalgo, de la Del Mar, las Villas, y les dije, oigan tenemos este problema…
Cité a toda la estructura y les pregunté, ¿qué hacemos? Fueron como uno o dos
días, me comuniqué con el jefe de gobierno y le dije ‘ya tenemos el terreno,
ahora lo que la empresa tiene que venir a hacer es cercar’, y lo cercaron.
Varios vecinos se oponían a la construcción del hospital en forma
irresponsable, porque se trataba de un hospital, no de construir un Vips
ni ningún otro restaurante, íbamos a hacer una obra pública importantísima
para la delegación. Tampoco estoy diciendo que lo hicimos nosotros, porque es
una obra del gobierno de la ciudad, pero estarás de acuerdo que ahí es donde
tú puedes acreditar que sí hay una decisión de hacer cosas en beneficio de la
delegación».
Ustedes reconocieron asentamientos irregulares también…
«Tuvieron que pasar 10
años para que se hiciera una revisión del Programa Delegacional de Desarrollo
Urbano. Sabrás que cada vez que se tiene que hacer esto se genera una especie
de guerra civil en nuestra delegación, pero hicimos el esfuerzo, se hizo la
consulta y, después de 10 años, se aprobó un Programa que para nuestra
desgracia a estas fechas eso fue ya un fracaso. ¿Por qué nos dimos a la tarea
de que se aprobara el Programa? Primero, para intentar ordenar el crecimiento
de la delegación; de 93 asentamientos en aquel entonces, se reconocieron
cerca de 50, para consolidar y regularizar, para meterle servicios a la gente
y para ir a un proceso de escrituración… Y se quedaron pendientes como 43 ya
reconocidos como asentamientos, pero en la perspectiva de revisarlos…»
Fue donde intervino el entonces diputado local Edy Ortiz…
«Espérame. El error de Edy fue meterle mano de manera
irresponsable a la aprobación de los usos de suelo. En la mayoría de los
terrenos nos dio una densidad habitacional muy baja, así, irresponsablemente.
Ni siquiera correspondía al número de viviendas con el de densidad que le
dio, pero al de la Tabla de los Ranchos sí le dio una densidad alta… ¿Cómo le
das una densidad habitacional alta a un terreno baldío que está en disputa y
que es parte de un conflicto permanente ahí en Tlaltenco y castigas a donde
ya están los núcleos de población consolidados? Eso fue lo que quedó, porque
al final quien aprueba es la Asamblea, y nosotros, junto con la Seduvi y el
Medio Ambiente, entregamos todo».
¿Por qué ese trato especial a la Tabla de los Ranchos?
«Me queda claro que a
alguien le hizo un favor. ¿Qué otra cosa podría explicar que a un terreno
baldío como ese se le diera una densidad así para que en el futuro puedan
hacerse unidades habitacionales?... Con esos 50 asentamientos con los que se
aprueba el Programa la norma dice que debe instalarse la Comisión de
Regulación Especial, que es con Medio Ambiente, con gobierno central, la
Seduvi y la delegación, para empezar a dictaminar y a consolidar los procesos
de regulación. Ya pasaron, desde 2008, ocho años, y todo lo que hicimos ya es
diferente a estas alturas, los que consolidamos con determinado número de
viviendas y población ya no se procedió y ahora que entró Morena peor, porque
estos no saben ni qué. Y para que instales la Comisión de Regulación Especial
tienes que pactarlo con el gobierno de la Ciudad, con las diferentes instituciones,
pero no hay mucha capacidad. Entonces, estamos condenados a que en los
próximos ocho, 10, 20 años, siga creciendo desordenadamente la delegación,
aunque se hagan operativos como el desalojo de Tempiluli, o el desalojo de la
Ciénega, porque esos son palos de ciego del gobierno de la Ciudad, ¿eh?
Porque si quieren resolver el problema del crecimiento, entrémosle, en los
asentamientos humanos irregulares de Tláhuac y de la Ciudad vive la gente más
pobre, y ahí se están presentando fenómenos sociales relacionados en muchos
casos con la incidencia delictiva».
Se le atribuye el desalojo de Tempiluli a la última administración
de ustedes, la de Angelina Méndez.
«No, esa fue una
decisión del gobierno de la Ciudad»
Pero ya tenían derechos, reconocimiento…
«No ese no. El de la
Ciénega no está contemplado entre los 93 que yo te digo».
Decía el difunto Jesús Téllez que sí estaba regularizado…
«¡Ah!, Tempiluli, sí,
pero es lo que te digo, hasta lo que contemplamos en el 2008 después de ocho
años los polígonos ya desaparecieron, el crecimiento se amplió. El
crecimiento en la ciudad nunca va a parar, el problema es cómo lo ordenas, y
la única manera de ordenarlo es precisar muy bien el Programa Delegacional,
echar a andar todos los instrumentos después de aprobado el programa, y
buscar la manera de resolverle a la gente y ordenar el crecimiento. Pero eso
no se ha hecho. En el 2008 tuvimos esa intención de que el Programa saliera,
con esa finalidad de garantizarle a administraciones posteriores bajo esta
estrategia le entraran al tema, pero ahí está el problema. Inclusive estuvo a
punto de no votarse el Programa Delegacional en la Asamblea. Lo que pasa es
que nosotros nos movilizamos. Moví a la gente a la Asamblea, visité al jefe
de gobierno, a Seduvi, a las otras instancias y les dije, oigan, no nos
pueden dejar sin Programa Delegacional, di mis explicaciones y se aprobó; pero
en esa revancha tonta nos pusieron usos de suelo que nada tienen que ver con
la realidad de la delegación».
¿Cómo qué?
«Pues que bajaron la
densidad. Si tú tienes 100 viviendas en núcleo poblacional irregular, pues
tienes que resolverles a las 100, no a 50. Debes tener una densidad para 100.
Porque en menor densidad el lote tipo es mayor. Te van a exigir en algunos
casos 500 metros como lote tipo, como fue en su momento en la Selene; o hasta
mil. No, acá no, la gente tiene 100 metros… Pero bueno, son las tentaciones
políticas que luego tenemos entre los mismos partidos».
¿Y las escuelas?
«Construimos Cendis. En
mi administración construimos el Cendi de Los Olivos, que era una barraca, la
verdad; así como el otro Cendi que está pegado al Lago de los Reyes.
Arreglamos la mayoría de los Cendis de la delegación. Visité prácticamente
todas las escuelas, no hubo escuela donde no pusiera el pie. En algunas
arreglábamos los baños, en otras los tinacos, en ese período se desató mucho
la fiebre por las mallas filtra sol, las pusimos; en otros casos remodelamos
los patios, con todo y barandales. Entonces, sí hubo una inversión importante
en las escuelas».
¿Tú no construiste fuentes?
«Sí… Pero de empleo, no
de agua. Las fuentes de empleo más grandes se construyeron en mi
administración, ahí está la alberca. Hay gente que entró a trabajar en la
administración, la Sala de Artes, el centro de campismo que está hasta el
fondo del Bosque en el que los chavitos acampan los fines de semana, en donde
de la misma delegación ahí tirábamos nuestro cascajo. Cuando yo entré, los
corredores me pidieron, oye Gilberto,
dejen de tirar cascajo, y dije, vamos a construir un área a la que le
llamemos la mini Marquesa, y fue hasta el fondo donde se habilitó el Centro
de Capacitación Ambiental Infantil y de Campismo. Ahí acampan más de 100
niños cada fin de semana».
¿Quieres ser delegado otra vez?
«Mira, me lo han
planteado varias veces y he dicho que no… Me lo han planteado en el 2012, me
lo volvieron a plantear en el 2015 y yo dije que no porque mis tareas son más
que Tláhuac. Permíteme que te lo diga de esta manera: He podido incursionar
en tareas del partido en el ámbito nacional. Además, yo siempre he sido partidario
de los relevos, soy de los pocos actores en la Ciudad que nunca he
repetido. Cuando fui jefe delegacional
en el 2006-2009 varios me propusieron también que si me iba a lanzar por un
espacio legislativo y les dije que no, que yo quería terminar mi administración
y meterme después más a las tareas del partido, que es lo que estoy haciendo
actualmente».
¿Podrán en el PRD de Tláhuac ponerse de acuerdo para enfrentar en
las urnas y vencer a los de Morena en 2018?
«El PRD tiene una
crisis que yo no sé si la superaremos. No vamos a desaparecer, eso sí me
queda claro, pero retrocederemos si continuamos por el camino que vamos, para
terminar en un partido del seis, siete, o si quieres 10 por ciento, que ya
estamos en eso según los escrutinios electorales. Entonces, yo me he metido
mucho al debate de qué es lo que debe pasar con el PRD y he logrado ganar un
espacio. Somos una oposición a todas las fuerzas hegemónicas en el partido,
no hay mucha oposición ya en el PRD, pocos, ya no habemos muchos, y si tú
quieres a lo mejor necios, dogmáticos, lo que quieras, pero tenemos una
coherencia en el planteamiento que hemos metido. Entonces, volver a pensar en
hacer algo en la delegación tendría que equilibrarse en su momento. Yo no descarto
(volver a contender en una elección), pero eso no quiere decir que sí quiera,
porque no es un problema de querer, es un problema de que se pueda, y si hay
una candidatura sólida que nos unifique a los perredistas tlahuaquenses en el
2018, hay que echarla a andar. Lo que sí yo tengo claro es que Morena ya nos
demostró en poco tiempo que es un proyecto nocivo para los tlahuaquenses, y
quien no quiera entender eso está cerrado de los ojos, y no quiere escuchar y
ver la realidad, lo que hoy estamos viviendo es el producto de un mal
gobierno, es el resultado de una política nociva. Hay un menosprecio a los
tlahuaquenses».
Pero eso lo hicieron también ustedes en las anteriores
administraciones…
«Quizás sí, quizás sí –repitió–,
porque luego ese es el error en que incurre una autoridad pública».
¿También cayeron en la soberbia?
«La soberbia, sí, pero
lo que estamos viendo no tiene parámetros… Hay un nivel de descomposición
social y político en nuestra delegación sumamente preocupante. ¿Cómo lo
podemos enfrentar para no quedarnos solamente en el cuestionamiento? Hay que
pensar que así como la gente le dio su voto a Morena, se lo puede quitar y
dar a otro partido».
¿No fue comprado mucho voto con recursos de oscura procedencia?
«Yo creo que hubo de
todo. Pero sí hubo quien le dio su voto a Morena para castigar al PRD y
buscar un cambio desde la perspectiva de estar mejores. Pues mira, pareciera
que tanto los que votaron por Morena como los que perdimos la elección
estamos condenados a pagar una manda de tres años. Entonces, hay que
prepararnos para generar un relevo. ¿Puede ser el PRD? Creo que sí, pero eso
depende de la capacidad que tengamos los perredistas de ponernos de acuerdo.
Aunque eso nunca ha sucedido, nunca, nunca, nunca ha sucedido».
¿Te andas candidateando?
«No, la que luego me
candidatea es la gente, porque ellos así me lo dicen, porque me lo sueltan a
rajatabla: ‘¿Vas a ser candidato?’ ¡No, espérense! Hasta sienten como que les
quiero ver la cara, pero lo de Tláhuac es un problema muy serio que hay que
pensarlo muy bien».
¿Un último comentario o reflexión?
«Tláhuac está
regresándose a la vieja imagen de que éramos conocidos por los escándalos,
porque aquí nos venían a tirar un número considerable de muertitos».
Pero ahora los matan aquí y los tiran aquí…
«Entonces, Tláhuac está
volviendo a ser una delegación con esa imagen, de que aquí hay muchos problemas,
pero la diferencia es que antes sí era una imagen, ahora no, ahora es una
realidad».
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