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domingo, 20 de febrero de 2022

Estultos alcaldes morenistas masacraron ajolotes en Xochimilco

http://mercadosobreruedasnosotros.blogspot.com/2021/04/el-robo-candidata-da-esperanza-vecinos.htmlMercado Sobre Ruedas                                                                                                                            

 

Escenarios

Al protagonizar el show del ajolotón, seis sandios alcaldes aventaron a los contaminados canales varios anfibios mexicanos en peligro de extinción. Incluso, en el colmo de la estupidez, hubo quien los nombró «emblema de la 4T»

¡San Alejo, líbranos por favor de estos...! bárbaros
alcaldes que en su vida han abierto un libro de biología

Para estulticias de sandios oportunistas de la grilla politiqueril no gana uno, porque lo que hicieron seis alcaldes de Morena en la Ciudad de México el pasado 19 de febrero sólo puede ser calificado de ecocidio, de acuerdo con la información que dio a conocer el diario El País, único medio que consignó la imbecilidad de los figurines de pacotilla en Xochimilco, tras de que el gobierno capitalino tiene sometidos a través de convenios publicitarios a las grandes empresas comunicacionales para salvaguardar la imagen pública de Claudia Sheinbaum, aspirante a la candidatura presidencial.

La reportera Beatriz Guillén relata cómo ese día los ineptos alcaldes subieron a una trajinera con ajolote en mano –porque de entrada los anfibios no deben ser tomados por la mano de un humano–, para protagonizar un acto al que llamaron Ajolotón, pero que para los biólogos simplemente fue una masacre de estos anfibios mexicanos en peligro de extinción.

Los alcaldes, con el anfitrión a la cabeza, José Carlos Acosta (Xochimilco); Berenice Hernández Calderón (Tláhuac); Judith Vanegas Tapia (Milpa Alta); Clara Brugada (Iztapalapa), Francisco Chíguil (Gustavo A. Madero) y Armando Quintero (Iztacalco), «sacaron a los animales de sus peceras de conservación, los colocaron sobre el pasto, los agarraron como peluches, se hicieron muchas fotos y después los aventaron al agua en una de las zonas más contaminadas de estos canales al sur de Ciudad de México», apunta la reportera.

A decir del investigador y veterinario de la UNAM, Horacio Mena, estudioso de los ajolotes por más de 14 años, los anfibios no debieron sobrevivir más de tres horas, pero según los estultos morenistas, con el burdo show que montaron «ayudó a preservar la especie».

El País refiere que en 1998, la investigadora Virgina Grague, pionera en estudiar a estos seres únicos, completó el primer censo en el humedal: había unos 6.000 ajolotes por kilómetro cuadrado. Pero el mismo censo, levantado con el mismo método, reveló en 2014 que en cada kilómetro cuadrado ya solamente había 37.

Sin embargo, por lo visto los que sí crecen en número y son inmunes a los beneficios de la educación, la información científica y el raciocinio tan necesario en los actuales tiempos para coadyuvar a la preservación del medio ambiente y, sobre todo, del hábitat del ajolote y su especie en peligro de extinción, son los políticos morenistas que proceden como zombis, sin tener la capacidad mínima necesaria para medir las consecuencias de sus acciones.

«¿Cuánto tiempo pueden ellos –los ajolotes– estar ahí fuera? ¿Cuánto tiempo podemos nosotros estar con la cabeza sumergida? No hay que llevar a ninguna especie al límite», explica Horacio Mena, uno de los autores de la guía internacional de manejo de esta especie, como retoma la reportera.

El colmo de la gansada de ese jueves por la mañana, fue cuando Clara Brugada propuso al ajolote como «símbolo del movimiento de la 4T en Ciudad de México» por su –haga usted el favor– capacidad de «regeneración», dijo al tiempo que mantenía a una de estas criaturas entre las manos.

Para el científico Mena, «a un anfibio jamás lo debes agarrar, son muy sensibles y puedes pegarles bacterias que no hay en el agua», pero ¿qué se podía esperar de unos usufructuarios de los cargos públicos que jamás se han interesado por abrir un libro de biología?, como se puede ver con el acoso a científicos mexicanos por parte del presidente López y su llamada cuatroté.

Tras de que los biólogos protestaron porque ninguno de los políticos tuvo el sentido común de parar aquel «deplorable» show, la doctora en Ciencias de la Sustentabilidad, Cristina Ayala, dijo muy molesta vía telefónica a El País que los alcaldes demostraron la «falta de conocimiento de la biología, de los animales y de la ecología del lugar», además de que hubo «cosas muy básicas que fueron pasadas por alto».

La estolidez de la banda de analfabetas funcionales de la 4T quedó, como es habitual entre esta nueva mafia del poder, sin ningún castigo, pero servirá de ejemplo a la sociedad mexicana de como a estos bárbaros enquistados en el poder sólo les importa su proyección política así tengan que aprovechar la infeliz circunstancia de una especie que está en inminente riesgo de desaparición.


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