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martes, 25 de septiembre de 2018

Comisario ejidal de Tetelco pide a autoridades que ya dejen de «robar»

Mercado Sobre Ruedas

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Reprochó tanto al  gobierno federal como al de la alcaldía de Tláhuac su desinterés por suministrar recursos al ejido, el cual se encuentra «muy abandonado», lo que «no ha cambiado desde hace muchos años, por lo que «da tristeza ver que la parte chinampera ya no existe, se acabó porque se permitió la perforación de pozos cuya agua se fue a la Ciudad de México».

Fernando Nava Alderete, Sergio Rojas y Arturo Vigueras, en el jardín principal de Tetelco.
Fotografía de Miguel Ángel Morquecho (OrienteTV)
Un llamado a las autoridades de la ahora alcaldía de Tláhuac para que ya dejen de estar robando el dinero y volteen a ver la crítica situación del campo hizo Fernando Nava Alderete, presidente del Comisariado Ejidal de San Nicolás Tetelco, donde existe gran malestar de la población debido a que por años la supuesta agua potable que reciben en los domicilios simplemente es agua puerca y fétida, «parece de drenaje», dijo.
Durante una entrevista para el programa televisivo Entre Nosotros, que se transmite por cable en el canal de OrienteTV, de Tláhuac, el dirigente ejidal consideró que el mayor problema en Tetelco y gran parte de las colonias es la pésima calidad del agua potable que reciben. «No puede ser posible que aquí en Tetelco, donde nos acabaron el agua de los manantiales que había para llevársela a la Ciudad de México, nos estén mandando agua sucia, la cual obviamente no se puede ni tomar, y a veces sale apestosa, como si saliera del drenaje».
Al hablar acerca de los problemas que los habitantes de ese pueblo de la alcaldía de Tláhuac padecen, reprochó tanto al  gobierno federal como al local que no tengan ningún interés por suministrar recursos al ejido, el cual se encuentra «muy abandonado», señaló. «Esto no ha cambiado desde hace muchos años, da tristeza ver que la parte chinampera ya no existe, se acabó porque se permitió la perforación de pozos cuya agua se fue a la Ciudad de México», indicó.
En una plática celebrada en el jardín del pueblo, frente a la iglesia y la coordinación territorial, refirió que en Mixquic –población vecina de Tetelco– están sufriendo lo mismo que nosotros por la falta de agua, y en Tezompa –en el estado de México– ya se secó, no tienen ni siquiera un charquito, cuando antes en los años 20, 30 o 50 (del siglo pasado) emanaba de muchos manantiales, pura agua limpia, y desgraciadamente ya todo eso se acabó», apuntó.
«Había carpas, acociles, mucha floración, mucho alcatraz, los canales de agua limpia se acabaron a consecuencia de los pozos que se fueron a la Ciudad de México, y la ley de retribución de la Ciudad nos retribuye una miseria, no puede ser posible que tanto el ejido como el pueblo de Tetelco esté muy abandonado por todos los ámbitos», expresó.
Otro grave problema que sufren los pobladores de Tetelco es el de los límites territoriales con Milpa Alta, debido a lo confuso del decreto correspondiente de 1986, cuando pasaron supuestamente a formar parte de Tláhuac. «Lejos de que nos haya ayudado nos acarreó muchos problemas. Tenemos tres códigos postales, las direcciones de las credenciales de elector ya no coinciden, si vamos a Milpa Alta a pedir un apoyo nos dice que no hay, y si vamos a Tláhuac que tampoco porque pertenecemos a Milpa Alta, se echan la bolita», precisó.
Nava Alderete dijo ser productor de nopal, «como muchos compañeros de Tetelco, nuestra producción es cien por ciento natural, pero desgraciadamente no tenemos mercado y si vamos a Milpa Alta nos rechazan porque no somos de allá. Y si nos ponemos en Tláhuac para hacerle la lucha y ver qué podemos vender, llegan los de Reglamentos y nos corren», manifestó.
Tras de lanzar un ya basta ante tanta indiferencia de parte de las autoridades para atender los problemas y necesidades de los habitantes de Tetelco, el presidente del Comisariado Ejidal hizo «un llamado a las autoridades para que ya dejen de robarse el dinero y le suministren al campo lo que debe de ser, porque deben de voltear al campo, no para la zona urbana, no para banquetas, no para carreteras».
Porque, subrayó, «si no cuidamos nuestros bosques que es donde se recargan los mantos acuíferos, si los llenamos de casas, ¿qué le vamos a dejar a las futuras generaciones? Si ahorita ya tenemos problemas con el agua, imagínese dentro de algunos años, ¿qué van a hacer las autoridades?, ¿se van a beber el petróleo?»

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