Páginas

miércoles, 7 de marzo de 2018

Irritación ciudadana ante la delincuencia también va en aumento

Mercado Sobre Ruedas

La Columna de Zaratustra
Ante el hartazgo de que la delincuencia organizada –la informal y la formal que se distingue por su uniforme azul y patrullas– despoje de su patrimonio a ciudadanos de honesto y modesto modo de vivir, la gente en Tláhuac como que le va perdiendo el miedo a los rateros, debido a que comienzan a darse casos de que encara o golpea a estos pelafustanes, por lo que no está lejos el día en que comiencen a suceder desgracias, y lo único que los pazguatos de Mancera e Hiram Almeida saldrán a decir es que «ya están buscando a los culpables».

Sujeto que en la Colonia Selene amenazó a dos señoras y disparó un arma al aire, pero
la policía y la Procuraduría no lo conocen y apenas abrieron una carpeta de investigación
El malestar de la población ante el imparable acoso de la delincuencia también va en aumento, sobre todo en Tláhuac; y ante el flagrante contubernio de buena parte de los elementos policiacos que por necesidad o perversión decidieron también pasar a formar parte de la delincuencia organizada, desde el bando de lo oficial, con licencia y uniforme, los ciudadanos que se ven sistemáticamente acosados por estos pelafustanes que aun cuando ni siquiera han cumplido la mayoría de edad, son ya unas negras fichitas con pase asegurado al crimen organizado, no tienen más opción que tomar la justicia en sus manos… Hace poco se supo de cómo un menor de edad que acababa de despojar a los comensales de un negocio de comida en Tláhuac, al pretender huir fue alcanzado por estos, quienes tras de golpearlo lograron recuperar sus teléfonos móviles y dinero. Al pelafustán lo salvaron literalmente los policías, al negarse a remitirlo al Ministerio Público tras de aducir ante los encolerizados ciudadanos una serie de estultos (para que algún policía no se moleste porque anotemos pen…tontos) argumentos… Ayer se supo, gracias a un video que circuló con profusión en las redes sociales, cómo dos señoras en la Colonia Selene encaran sin ningún temor a un malviviente que se encontraba armado y amenazaba de muerte al hijo de una. Dicho individuo de forma cobarde disparó el arma que traía al aire con el fin de amedrentarlas para que dejaran de molestarlo, pero ni así pudo asustar a las enfurecidas mujeres que cuando menos descargaron su coraje diciéndole sus verdades… Todo este escenario de violencia y acoso sistemático a ciudadanos de honesto modo de vivir, aumenta a diario en las delegaciones, como en Tláhuac, ante la impasibilidad del jefe de gobierno, el omiso Miguel Mancera, quien de plano está más preocupado por plantarse todos los días frente a los representantes de los condescendientes medios de difusión a decir puras tarugadas en sus mentados recuentos de acciones… Tras del operativo de la Marina el 20 de julio y el abatimiento del «Ojos» (Felipe de Jesús Pérez) y una vez que pasó la efervescencia mediática en la que el opaco Mancera y sus subalternos aprovecharon el momento para placearse ante los medios y darse baños de incorruptibilidad, en Tláhuac todo volvió a lo cotidiano como aquí informamos, como en la composición de Serrat, por aquello de que el señor cura también regresó a sus misas… Así que ahora proliferaron tanto las bandas de delincuentes que pudiera decirse que en cada calle de Tláhuac prácticamente vive un malandro, sobre todo menores de edad y demás mozalbetes, quienes (por sus hechos los conoceréis) hasta cuentan con protección policiaca… Ni a quien recurrir en busca de seguridad, sobre todo, cuando el titular de la SSP, Hiram Almeida, nunca quiso voltear a ver el estercolero de corrupción que tiene infectados a sectores de la corporación policiaca como Mixquic, ya fuera por omisión o por conveniencia, denunciados por elementos extorsionados por un superior y aquí reproducidos dichos testimonios… Si a eso se le agrega que en Tláhuac opera un presunto narcogobierno, la ciudadanía de honesto y modesto modo de vivir rehúsa acercarse a esa sombra para guarecerse de la delincuencia, porque sabe que si ya fue víctima de un atraco, corre el riesgo de volver a ser asaltada en cuanto lleguen los uniformados a la escena del crimen. Incluso hasta podría ser extorsionada si alcanza a llegar al Ministerio Público, porque así de podrido está el sistema… Entonces, la única opción que han visto muchos ciudadanos es la de hacerse justicia por propia mano. Y como los elementos policiacos no quieren salir a defender a las víctimas de atracos, porque a leguas se ve que cuando estos llegan al lugar del crimen tras de que alguien solicitó auxilio vía telefónica, lo hacen pero no para aprehender y remitir al MP a alguien, sino con el propósito de rescatar a los malandros, así que un día de estos vamos a comenzar a ver desgracias a causa de que la ciudadanía está hasta la coronilla de los vulgares rateros que pululan ahora en mayor número –con licencia o sin ella– por toda la delegación Tláhuac… Como siempre sucede, ni Mancera ni Almeida serán culpables de lo que llegue a suceder. Pero lo cierto es que la gente le está perdiendo el miedo a estos rateros, hampones y malandros, que junto con los del otro bando, el de la dizque gobernanza, la están despojando de su patrimonio… Al tiempo.

2 comentarios:

  1. Periodismo pobre y amarillista ni fue en la selene ni por extorsión, caray fue por cuernos, señores hagan bien su trabajo

    ResponderEliminar
  2. Periodismo pobre y amarillista ni fue en la selene ni por extorsión, caray fue por cuernos, señores hagan bien su trabajo

    ResponderEliminar