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sábado, 14 de octubre de 2017

En tiempo de definiciones Alejandro Durán podría ser alcalde de Tláhuac

Mercado Sobre Ruedas
Al menos en Tláhuac el comité directivo del PRI solamente ha sido una oficialía de partes de la administración delegacional | Mangoneadores del PRI se han burlado de correligionarios y electores con candidatos perdedores | Al empresario filántropo se le pueden adjudicar las tres condiciones de honesto (probo, recto y honrado)
En una de sus acostumbradas visitas a colonias y pueblos de Tláhuac como parte de su labor social Alejandro Durán dona con recursos propios, no de su partido
Como el tiempo de definiciones parece estar más cerca a los partidos políticos –con excepción de los de la secta morenista, claro está, debido a que ahí siempre se encuentran en campaña con el permanente acopio de recursos salgan de donde salgan, y donde por lo visto no le hacen el asco ni al narco–, y luego de que en Tláhuac asomara el pasado miércoles relevante personaje del perredismo de la Ciudad de México como potencial prospecto para la candidatura a la alcaldía local, quien por cierto iría respaldado por el resto de partidos que conforman el llamado Frente Amplio Democrático, interesante será saber si en el menguado Partido Revolucionario Institucional en lo que concierne a la capital del país van a continuar con esa convenida tendencia de ser meras comparsas de los llamados izquierdosos en el escenario tlahuica… Porque para nadie es un secreto que desde que a los perredistas les fue franquiciada la Ciudad por el entonces preponderante a nivel nacional partido tricolor, al menos en Tláhuac el comité directivo solamente ha sido una oficialía de partes de la administración delegacional en turno, cuya servil actitud les ha sido recompensada con mendrugos presupuestarios y chambitas como de autogenerados… Imposible olvidar cómo en tiempos del candidato perredista Marcelo Ebrard a la jefatura de gobierno, dirigentes priistas como Cuauhtémoc Gutiérrez encabezaron la promoción del voto en favor de aquel, según denuncias de sus propios correligionarios… Ni qué decir del remedo de patéticos candidatos a jefes delegacionales en Tláhuac que a pesar de ser afamados perdedores, los de la cúpula del tricolor –léase el lúgubre «pepenas» o «rey de la basura», como guste usted llamarlo, entre otros celebérrimos mangoneadores de los destinos del partido en la capital o con sus socios del Partido Verde– siguieron burlándose de sus correligionarios y de los electores al volver a ponerlos en las boletas precisamente para quedar bien con sus superiores perredistas… Sin embargo, en esta ocasión y debido a la recién creada constitución de la Ciudad de México, el camino queda libre para que un personaje de la delegación Tláhuac caracterizado por su trayectoria empresarial, pero sobre todo por su labor social y filantropía en favor de sectores necesitados de la región –porque su trabajo no se circunscribe nada más a esa demarcación–, y quien apenas incursionó en la política –hace cosa de siete años aproximadamente– aun cuando es militante del Revolucionario Institucional desde hace 45 años más o menos, al encabezar el Grupo Social Tláhuac, pueda aspirar a conducir los destinos de la administración local…
La labor de apoyo en comunidades de la delegación las ha hecho siempre como Grupo Social Tláhuac
Si el PRI quisiera recobrar la dignidad...
Alejandro Durán
Se trata de Alejandro Durán Raña, mejor conocido como el empresario-filántropo de Tláhuac, quien durante décadas ha sido un referente por su altruismo y dedicación a sus congéneres, sin importar color partidista, religión ni condición social. Porque aun cuando anotamos unas cuantas líneas arriba que su atención se centra en la población menesterosa, no faltan los que como sucedió con los cheques de Miguel Ángel Mancera destinados a los damnificados por el sismo y que se hicieron pasar por uno de estos, de igual forma se han beneficiado de la bonhomía y dilección de un hombre al que bien se le pueden adjudicar las tres condiciones de honesto (probo, recto y honrado), cualidad humana en vías de extinción principalmente en quienes han visto a la política como lucrativo negocio… De ahí que en el Grupo Social Tláhuac sus compañeros y amigos se encuentren en este momento de junta sabatina, animándolo para que decida emprender la obra que nunca antes ha hecho, la de convertirse en aspirante a la candidatura del PRI por la alcaldía de Tláhuac… El liderazgo de Alejandro Durán respaldado por su solvencia moral y económica, esto último garantía absoluta de que no llegaría a la jefatura delegacional literalmente a robarse lo que no es suyo, como lo han hecho tantos otros que llegaron como perico perro al cargo y siguen como chapulines en el usufructo de cargos públicos, son la mejor carta de presentación de un potencial candidato para alcalde de Tláhuac. Aun cuando su partido sea el Revolucionario Institucional… Solamente falta que en el partido tricolor decidan recuperar la dignidad perdida en Tláhuac desde hace ya muchísimos años, donde siniestros militantes han establecido un coto para su sobrevivencia personal a costa del desprestigio y la banalidad, y opten por ponerse a la altura de las circunstancias que vienen en un esfuerzo por recuperar esa delegación del narcogobierno, y postulen a un candidato como Durán, cuya estatura está ciertamente muy por encima de tanto dirigente baladí de ese PRI tan cuestionado por amplios sectores de la sociedad capitalina… Han sido muchos los años en que Tláhuac se ha rezagado en lo social y económico con respecto a los avances registrados en dichos rubros en el resto de delegaciones limítrofes, como es el caso de Milpa Alta por ejemplo, e incluso de municipios mexiquenses de la conurbación metropolitana –cosa de ver el crecimiento que ha tenido Valle de Chalco mientras que Tláhuac sigue igual de fregada–, a causa de que quienes han llegado como delegados sólo les ha importado su beneficio personal, el de su familia y, claro está, el de sus compinches de partido. O el de su mesías tropical, como es el caso de los sectarios del Peje López más recientemente… Por ello la necesidad de que Tláhuac pueda tener un alcalde con visión e iniciativa que la saque del atraso, mediante la reactivación económica y la apertura de fuentes de empleo para sus pobladores, a fin de que ya no sea la administración pública local la única alternativa –además del cártel de la localidad– de empleo, sobre todo de los jóvenes… Así que habrá que esperar entonces a que Alejandro Durán sopese las condiciones que habrá de enfrentar si decide convertirse en aspirante a la candidatura, sobre todo ese clima hostil y de animadversión a lo que no está acostumbrado –y que podrían generarle los sicarios cibernéticos que se pusieron de moda en la actual gestión delegacional– para desacreditarlo, a fin de hablar de que sí puede ser posible un futuro para los ciudadanos de Tláhuac… Al tiempo.

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