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martes, 25 de noviembre de 2014

«Encontronazo» entre Pumas y América inquietó a más de tres…

Por lo que pueda suceder la Federación de Futbol programó el partido a las 22 horas
El que la Federación Mexicana haya programado el partido de futbol de mañana miércoles en el Estadio México 68 de Ciudad Universitaria a las 10 de la noche,  horario inusual al menos en las plazas de primera división de la República, se debió a la petición que presuntamente hicieron al unísono tanto del gobierno capitalino como de la Secretaría de Gobernación —con eso de que nunca como ahora han estado mejor coordinados para reprimir a los cada vez más numerosos contingentes de ciudadanos que participan en las manifestaciones de repudio a la clase gobernante por su connivente actitud ante la corrupción e impunidad que evidenció el caso de los normalistas de Ayotzinapa—, a fin de dar tiempo a que disminuya el intenso tráfico vehicular en los alrededores del inmueble… Pero sobre todo, para que la población estudiantil que no gusta del futbol se retire a sus domicilios al concluir con el horario de clases y no vayan a caer en la tentación de aprovechar el momento del «encontronazo» entre los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México y el club América (porque «clásico» es el lo que por mercadotecnia deben inventar en una empresa del ramplón entretenimiento para vender productos milagro), el equipo representativo de la (por los campus universitarios) estigmatizada empresa televisiva que ha venido funcionando como la televisora del régimen del Presidente Enrique Peña Nieto, para improvisar alguna protesta… Con eso de que el país vive una crisis social de grandes magnitudes ante el cuestionable desempeño de los hombres del poder y el desprecio que estos habían mostrado a las exigencias de la sociedad mexicana de que se recuperaran los tiempos de paz social de otros tiempos, en Gobernación y el gobierno capitalino determinaron que a las 10 de la noche del miércoles ya no debe haber la misma cantidad de ciudadanos que circulen sobre Avenida Insurgentes, los cuales pudieran interferir en el caso de que los granaderos deban entrar en acción para sofocar alguna contingencia estudiantil en la zona… Después de todo, fue en Ciudad Universitaria donde hace unos días un grupo de embozados incendió una unidad del Metrobús, así como la estación correspondiente, con el pretexto de que en el Zócalo una multitud se solidarizaba con el dolor de los familiares de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, y aunque nadie supo de dónde salieron esos vándalos, la acción se la atribuyeron a los llamados «anarcos», aunque de igual forma también quedaron bajo sospecha los alumnos de la UNAM… Y si a eso se le agrega la flagrante provocación de los disparos que hizo un policía de investigación de la Procuraduría capitalina en las inmediaciones de Filosofía y Letras, con la contundente respuesta de rechazo de la comunidad estudiantil a la intromisión del gobierno capitalino en las instalaciones de Ciudad Universitaria, la gente del gobierno local y federal no deben estar muy confiados con lo que pueda suceder la noche del miércoles con motivo del «encontronazo»… Porque tanto que se quemaron las pocas neuronas que deben quedarle a los burócratas de ambos gabinetes con aquello de mandar a que se jugara en Chihuahua un partido de futbol americano entre los equipos representativos de la UNAM y el Politécnico, dizque por el riesgo que había de que se juntaran dos comunidades que estaban en solidaridad por el movimiento estudiantil de los de Zacatenco, para que apenas el domingo los Pumas hicieran la travesura de ganar su encuentro dominical en casa y con ello colarse a la liguilla por el título, y poner, ahora sí, en un predicamento a quienes en las estructuras de gobierno por su indolencia y corrupción han provocado que la gente salga a las calles a manifestarse… Además de que en el club de Televisa no cayó nada bien la noticia de que debían ir a Ciudad Universitaria a jugar el primer partido de la ronda de finales; ni en el más soez guion de telenovela de arrabal se imaginaron que eso podía pasar. A lo que se suma el hecho de que como partido de altísimo riesgo, como lo tienen catalogado en la «mejor policía de Latinoamérica» (según Jesús Rodríguez Almeida, secretario de Seguridad Pública de Miguel Mancera, el jefe de Gobierno), el riesgo de que los aficionados del conjunto auriazul apedreen los vehículos en los que se transportan los jugadores americanistas a su llegada o al retirarse del estadio, está siempre latente… Máxime ahora que se desató el escándalo de la casita blanca de siete millones de dólares en las Lomas de la pareja presidencial, y las explicaciones de la «Gaviota» que nomás no convenció a nadie con sus dichos, vino a calentar todavía más la indignación popular contra los inquilinos de Los Pinos… Por lo pronto, la justificación oficial de mañana para mantener el horario de las 10 de la noche del «encontronazo», será la de que así fue programado por convenir a los intereses de la televisión encargada de la transmisión, o sea Televisa, la empresa consentida del régimen peñanietista (a la que le condonó más de tres mil millones de pesos en impuestos), y que como en el asunto de la mansión presuntamente de Angélica Rivera, cuando envió un comunicado en el que afirmó haberle recompensado por su exitoso trabajo como actriz de telenovelas obsequiándole la mansión, una vez más estará dispuesta a fungir como responsable, en este caso, de haber fijado el inusual horario… Pero no hay vuelta de hoja, la intención de que el «encontronazo» se realice a esa hora es para desalentar en muchos la intención de registrarse en taquilla, insistimos, por aquello de lo que pudiera presentarse en las inmediaciones de Ciudad Universitaria. Después de todo, la situación en el país, pero sobre todo en la capital, no está como para que la gente del poder acabe por confiarse. Por algo el dicho aquel de que la confianza mató al gato.

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