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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Ejidatarios de Tetelco cuidan último pulmón del DF: el Ayaquémetl


Moisés Mancera, Erasmo Medina, Alejandro Durán
y Lorenzo Palacios

San Nicolás Tetelco es uno de los siete pueblos históricos que conforman la delegación Tláhuac, y cuya significativa área verde en el Cerro del Ayaquemetl forma parte del último pulmón que provee de oxígeno a los habitantes del Distrito Federal, por lo que la preservación de la zona tiene especial importancia para quienes también son sus custodios, y donde el pasado sábado el empresario filántropo Alejandro Durán Raña, presidente del Grupo Social Tláhuac, realizó una visita al paraje conocido como «El Cacalote», a invitación expresa del presidente del comisariado ejidal, Erasmo Medina Jurado… Tras de subir por un estrecho camino asfaltado y ascender unos 400 metros, llegamos a un camino de penetración el cual es construido por la actual mesa directiva de los ejidatarios, después de que tomaron posesión el cuatro de diciembre de 2011, a fin de mostrarle la obra que realizan con el camino de penetración que servirá para sacar cosechas, así como para construir una olla captadora de agua a fin de tener la reserva suficiente del vital líquido y combatir algún posible incendio…
Erasmo Medina construye camino de penetración para ejidatarios
Camino de penetración a punto de ser
concluido por ejidatarios de Tetelco
El camino de penetración conduce al paraje conocido como el «Cacalote» y, al decir del presidente de los ejidatarios de Tetelco, permitirá que estos y sus familiares y amistades vayan a pasar días de campo en el bosque… Durante el camino al «Cacalote», cuyos 650 metros están concluidos en su mayor parte y uno debe tener condición física para resistir el ascenso, Moisés Mancera Ríos, tesorero del Comisariado Ejidal, refiere que ese hermoso paraje boscoso ni siquiera es conocido por la propia gente de Tetelco, ya no se diga por muchos que en el núcleo ejidal nomás se la pasan despotricando contra la actual mesa directiva por el trabajo que realiza y que jamás han estado en el Ayaquemetl debido a que la única tierra que tienen es la de las uñas, aunque aún así se dicen ejidatarios… Erasmo Medina, quien se hace acompañar por su hijo, refirió que la piedra necesaria para construir el camino de penetración la han traído desde la parte baja del cerro. «Nos costó mucho trabajo subirla, lo hicimos con puro tractor y remolque, y cuando ya ni el tractor subía tuvimos qué cargarla en carretilla y a lomo, no se podía de otro modo». Acepta haber sido él quien tramó el proyecto del camino de penetración desde que tomó protesta como presidente del Comisariado Ejidal de Tetelco, y que considera el acondicionamiento de un centro de recreación y esparcimiento para los ejidatarios y sus familias. «Aunque también podrán venir con otras personas, solamente deberán pedir la autorización correspondiente de un representante como puede ser el presidente del Consejo de Vigilancia, el tesorero, el secretario o un servidor»…
Denso paraje boscoso que provee de oxígeno a habitantes del DF
Luz María Nogueron y Esteban Martínez
se sumaron a la comitiva
Medina Jurado expresó su preocupación porque ese paraje del «Cacalote» siempre se encuentre limpio, aunque a unos metros de donde nos encontrábamos había un envase de plástico vacío de un refresco de cola de tres litros, y en la parte baja más plástico colgando de los pinos… Tras de decir que los culpables de haber tirado esa basura en el bosque fueron los trabajadores que construyen el camino de penetración, el presidente del Comisariado Ejidal no dejó de comentar que esa parte del paraje «la hemos cuidado bastante porque es la más boscosa», y refirió que ahí aún sobrevive mucha fauna «como coyote, gato montés, guinea, tlacuache, águila, zopilote, cocoleada, zorrillo, correcaminos, armadillo, víbora de cascabel, cincuate y chirrionera, entre otros animalitos que se han preservado en lo que es el último pulmón de los habitantes de la Ciudad de México», indicó…
Evitarán a toda costa la expansión de la mancha urbana
Luego de comer exquisios esquiites
hubo que refugiarse del intenso frío
«Hemos reforestado y conservado la naturaleza –apuntó Erasmo Medina–, tenemos mucha planta medicinal y mucha flora»… Entonces, ¿qué les hace falta?, preguntamos. «El apoyo del gobierno, para que vean que estamos en ceros, porque abandonados de cualquier instancia oficial está canijo. Siempre acaban apoyando al que ni tierra en las uñas tiene, pero por lo pronto con nuestro puro esfuerzo hemos construido cinco ollas captadoras de agua, bien hechecitas, no como las que (construyó la delegación), en los parajes de Joya Larga, Nopal del Agua y Los Encinos… », subrayó… La primer dotación del ejido de Tetelco, cuyas tierras e el Cerro del Ayaquemetl se encuentran ya en la delegación Milpa Alta, fue de 540 hectáreas, más una ampliación de 58 hectáreas en Xico, en el estado de México, y en total son 144 ejidatarios… Precisamente mientras nos desplazábamos por el estrecho camino asfaltado hacia la parte alta del cerro, advertimos cerca de ahí un gran asentamiento humano ubicado en la entidad mexiquense, se trata de la Colonia San Miguel, cuyos moradores tienen una vista esplendorosa porque desde lo alto del Ayaquemetl dominan gran parte del Valle de México… Al respecto, y tras de preguntarle al presidente del Comisariado Ejidal si no les preocupa el avance de la mancha urbana, éste dijo que «desgraciadamente los asentamiento ya pueden verse desde aquí y hay que evitarlo para que no afecte la naturaleza que queremos preservar, porque si no logramos conservar estos bosques sabrá Dios qué vaya a ser del futuro de nuestros hijos. Si así tenemos tierra y no sembramos, lo único que hacemos es dejar que siga expandiéndose la mancha urbana. Por eso los ejidatarios deben ponerse a pensar que lo mejor para salvaguardar el patrimonio de sus hijos es sembrar la tierra, para que no sean meros ejidatarios de membrete»… ¿Los hay?, preguntamos… «¡Sí! Por eso los ejidatarios deben de cumplir con sus obligaciones, no nada más con sus derechos, y sus obligaciones están en la tierra, y los derechos los tenemos todos»… En el Ayaquemetl los ejidatarios siembran en la parte alta forraje, avena, maíz, haba, chícharo, frijol y papa; y en la parte de abajo siembran tomate, frijol, chícharo, calabaza y todo tipo de hortalizas, espinaca, acelga y huauzontle. «Todo natural porque aquí no acostumbramos echarle fertilizantes ni ninguna sustancia química, todo es orgánico», aclaró… Según explicó Medina Jurado, la flora del lugar se compone de encino, montezuma, oyamel, aile, madroño y ayolisca, entre otras muchas especies, además de árboles frutales como manzana, ciruelo, durazno, tejocote, capulín, limón, naranja y pino piñonero…
Empresario filántropo de Tláhuac visita a ejidatarios de Tetelco
Erasmo Medina en amena charla
con Alejandro Durán
Con respecto a la vista de Alejandro Durán Raña, el presidente del Comisariado Ejidal de Tetelco le dio una especial bienvenida y se refirió a él como «un hombre inquieto, participativo, con buena visión y conocimiento que aceptó venir a ver un bosque tan hermoso como el que tenemos en nuestro ejido, y quien seguramente deberá participar de aquí en adelante con nosotros para la preservación del área natural»… Por su parte, el empresario filántropo reconoció ser un amante de la naturaleza, sobre todo de la que se encuentra en el Distrito federal y está en riesgo de perderse por el incontenible avance de la mancha urbana, y acto seguido felicitó a Erasmo Medina por el trabajo que realiza al frente del núcleo ejidal, porque el mantenimiento del bosque es fundamental para la vida debido al oxígeno que produce, sobre todo por la obra concerniente para la captación de agua…
Insinúa ex guardabosque que en Tláhuac de por sí son borrachos
Ahora resulta que los habitantes de los pueblos tradicionales de la delegación Tláhuac son borrachos por naturaleza. Al menos eso es lo que dio a entender Alberto Luna Hernández, quien se desempeñó como responsable del Bosque Tláhuac en el período del ahora «dipuporno» Rubén Escamilla, y quien tuvo que dejarle su lugar para que lo sustituyera un sobrino del anterior delegado. En una conversación por Facebook con Andrés Aloi Timeus, en el que éste significativo cibernauta cuyo muro es un espacio de denuncia de casos de corrupción y de funcionarios involucrados –regularmente del PRD–, tanto de Tláhuac como de otras delegaciones, se refiere a la venta de bebidas adulteradas «a diestra y siniestra» en festividades como Zapotitlán, Tlaltenco y Mixquic, «donde corre el alcohol sin regulación alguna»… Tras de la contundente pregunta de «acaso miento», el ex servidor público le responde con un «suele suceder»… «¿Qué suele suceder?  –reitera Andrés–, «¿que expendan bebidas alcohólicas adulteradas en las fiestas patronales sin regulación de la autoridad? Aclare el punto por favor»... Es entonces cuando el espontáneo defensor del grupo de «uceperos» enquistados en la jefatura delegacional en Tláhuac escribe: «Si la población tuviera una visión diferente, no consumirían sustancias adictivas y la regulación saldaría sobrando». Luego de una pausa continúa: «Hace algunos años atrás (sic) promoví una liga de futbol, con la intensión (sic) de promover el deporte, para evitar el consumo de sustancias adictivas, ingenuo de mi, después de terminado el partido, se dedicaban a tomar cerveza y alcohol»… Inmediatamente Andres Aloi le revira: «Ahora resulta que el pueblo es quien tiene la culpa y no la autoridad que les pone en charola de plata el alcohol, debido a la idiosincrasia de la gente. La autoridad debería considerar la venta de alcohol, ¿no lo cree así?»… Pero Luna parece exasperarse: «De plano no entiende»… Andres Aloi no quita el dedo del renglón: «En las fiestas patronales no he visto anuncios de la delegación que indiquen: ‘Si notas que se expenden bebidas adulteradas repórtalo a... (algún número telefónico) No consumas alcohol es en tu perjuicio. La delegación Tláhuac en apoyo al control de adicciones prohíbe la venta de alcohol en las fiestas patronales’»… Un minuto después, quien parece abogado de oficio de los perredistas incrustados en el edificio delegacional anota lo siguiente: «Los que forman parte de la autoridad emanan de la misma población»… A lo que responde Aloi Timeus: «Nooooo, pos entonces los de Iztacalco son bien pedos, perdón, bien borrachos»… El ex responsable del Bosque redarguya furibundo: «Incluyendo a usted»… Tres minutos después el imperturbable cibernauta que constantemente presenta en su muro de Facebook denuncias ciudadanas e informa de lo que acontece en Tláhuac y la ciudad, escribe lo siguiente: «Su intención sobre fomentar el deporte es buena; sin embargo, se requiere de más acción por parte de la autoridad delegacional. Porque se debe trabajar de acuerdo a las diferentes generaciones y no sólo a un grupo en específico»… Sólo que el iracundo ex servidor público mantiene su posición «ucepera»: «De plano usted no entiende»… A lo que Andrés responde: «Afortunadamente yo no consumo alcohol ni drogas y no soy de Iztacalco»… «Su obstinación ya raya en la necedad», apunta el ex guardabosque de Tláhuac… Andres Aloi prosigue en el chat: «Obstinación y necedad... No lo creo, es más bien que soy un ciudadano que no baja los brazos»… Luna Hernandez arremete: «Si usted se lo cree, no haré esfuerzo alguno para contradecirlo»… Andres objeta: «No se desgaste, no se esfuerce, los ciudadanos tlahuaquenses estamos acostumbrados a esta forma de actuar de los funcionarios públicos». Enseguida le hace a aquel una última pregunta: «Hoy día, ¿en qué área de nuestra delegación Tláhuac está usted?»… Luna se destantea: «Jajaja, ¡ya salió el peine!»… Pero Andrés acomete por último en el chat: «Jajaja, mucha risa. No se ría y contribuya usted a mi acervo cultural. ¿En qué área de la delegación Tláhuac le tocó su hueso?»… Luna tira un muletazo descompuesto: «Cuando eso suceda, si no se entera, le aviso»… «Mmm –apunta Andrés–. ¡Ah caray!, entonces, ¿sigue de aviador?... Me lo dijo un pajarito»… «Jajaja», anota aquel. 
Pobladores de Tláhuac recibieron con júbilo a Tonacatecuhtli 
El recibimiento del segundo brasero ceremonial
A la usanza azteca fue recibido el brasero
por pobladores
Tonacatecuhtli regresó a Tláhuac el pasado sábado, al menos como réplica fidedigna del original, pero aún así la gente salió a la calle a darle la bienvenida. Fue uno de los cinco braseros ceremoniales aztecas que el entonces joven preparatoriano Jesús Galindo Ortega descubrió el tres de agosto de 1995 en tierras de cultivo de San Pedro, luego de notar la abundancia de tepalcates en la zona conocida como el «Tequesquite» (revista Nosotros número 4, mayo de 1997, «Tlaloc y Chicomecoatl aguardan el momento de regresar a Tláhuac»)… Sin embargo, el primero en regresar fue Chicomecóatl, diosa mexica del maíz maduro, el cuatro de septiembre de 2010, 15 años después del hallazgo, para ser exhibida en el Museo Comunitario Cuitláhuac que la familia Galindo Ortega instauró para orgullo de la identidad cultural de los tlahuaquenses… Ahora Tonacatecuhtli, padre de nuestro sustento, señor de las chinampas, viento, agua, tierra y maíz, con advocaciones de Ehecatl, Quetzalcoatl y Tlaloc, fue recibido por los entusiastas integrantes de la Asociación Civil denominada Alianza de los Barrios Tizic, Tecpancalco, Atenchicalcan y Teopancalco, con danzas ceremoniales aztecas, entre el aroma de copal, para ser resguardado, exhibido y difundido de manera permanente en dicho Museo Regional Comunitario del Barrio de La Magdalena… Se trata de cinco braseros ceremoniales prehispánicos elaborados en barro recocido con una capa de estuco, todos de 1.06 a 1.20 metros de altura, con una rica y variada policromía cuya riqueza ornamental podía apreciarse gracias a su buen estado de conservación… Al cumplirse 17 años del hallazgo arqueológico y dos años después del retorno de Chicomecóatl, los pobladores de Tláhuac prepararon un gran recibimiento del segundo brasero ceremonial, en la confluencia de las calles Ferrocarril Atlixco y Javier Mina, a donde llegaron unos trabajadores del INAH, donde pasaron de una camioneta pick up a un módulo móvil a Tonacatecuhtli, y posteriormente trasladarse en alegre procesión al Museo Cuitlahuac, ubicado en Calzada Tláhuac–Chalco número 63. 
Nombres, hechos, actitudes 
Vestigios en Dzibanché rebaten «colapso maya». Un mural de estuco en relieve con policromía, que refiere a una de las dinastías mayas más antiguas e importantes de la antigua ciudad de Dzibanché, en Quintana Roo, así como fragmentos de estuco, forman parte de los últimos descubrimientos registrados por el INAH que revelan que dicho lugar fue habitado hasta el siglo XIII, y no hasta el XI, durante el llamado «Colapso Maya», cuando se cree fueron abandonadas por completo las urbes de las Tierras Bajas… Los hallazgos son dados a conocer luego de que especialistas reanudaron hace unos meses las investigaciones que el arqueólogo Enrique Nalda (1936-2010) efectuaba en esa antigua urbe maya, y quien durante sus últimas exploraciones encontró restos humanos y decenas de objetos de ofrendas, entre los que destaca un punzón de hueso labrado con la escena de un sacrificio humano… Dzibanché es una ciudad que se ubica en el sur de Quintana Roo, en el municipio de Othón P. Blanco, asentada en 40 kilómetros cuadrados dentro de la selva; se conforma de cuatro conjuntos arquitectónicos: Grupo Principal de Dzibanché, Tutil, Complejo Central y Acrópolis de Kinichná. El asentamiento tuvo su mayor auge en el periodo Clásico (250-1000 d.C.), durante el cual gobernó la dinastía Kaan, una de las más antiguas e importantes de toda el área maya… La arqueóloga Sandra Balanzario, responsable del proyecto de investigación en Dzibanché, informó que los datos que arrojan estos descubrimientos indican que esta ciudad estuvo habitada hasta el periodo Posclásico Tardío (1200-1550 d.C.), lo cual es relevante porque las investigaciones apuntaban a que la ocupación sólo había llegado hasta el Clásico Terminal (800-1000 d.C.)… Entre el conjunto de objetos encontrados sobresale una vasija del Clásico Tardío que fue matada (rota intencionalmente) durante un ritual en la época prehispánica, y depositada como ofrenda; la pieza esta decorada con iconografía que hace referencia a uno de los hermanos de Testigo Cielo, uno de los más importantes gobernantes de la dinastía Kaan… Esa vasija —que ya ha sido rearmada en 70 por ciento— junto con iconografía de los dos murales, la decoración de estuco y los aplanados con glifos asociados a tal dinastía, indican una continuidad de dicha estirpe en esa urbe maya. Lo cual, dijo la especialista, «es relevante porque la información que teníamos nos decía que la dinastía Kaan se asentó en Dzibanché en el periodo Clásico, y que para el Clásico Tardío (600-800 d.C.) emigró a Calakmul, pero después de este descubrimiento sabemos que hubo una continuidad, parte de la familia se quedó en Dzibanché para controlar la ciudad»… Balanzario indicó que luego de dos años de haber quedado interrumpido el proyecto de investigación en el mencionado sitio, debido a los requisitos académicos que se debían cubrir para dar continuidad a los estudios de uno de los más importantes investigadores del área maya, en agosto de este año se reanudaron los trabajos en Dzibanché, cuya primera temporada da prioridad a la restauración y consolidación de las áreas descubiertas por Nalda entre 2008 y 2009… La arqueóloga del Centro INAH de esa entidad recordó que el objetivo de la última exploración de Nalda era encontrar las casas que habitó la gente de Dzibanché, porque ya había descubierto las áreas ceremoniales y edificios con cámaras mortuorias, por lo que decidió buscarlas en dos conjuntos arquitectónicos cercanos al área monumental que no habían sido excavados… «La sorpresa que se llevó fue que en uno de los conjuntos, en lugar de casas habitación descubrió cuatro palacios destinados a la administración de la ciudad, el equivalente a la hoy Secretaría de Hacienda; 70 por ciento de sus espacios conservan fragmentos de estuco con pintura policromada y grafitis, algunos con glifos de la familia Kaan, y algunas cenefas de color rojo»… Tales edificaciones, abundó, se localizaron en el área conocida como Pequeña Acrópolis, donde también se descubrieron materiales arqueológicos que no estaban asociados a la actividad doméstica, sino que integraban ricas ofrendas de 700 años de antigüedad: objetos de concha, tumbada (aleación de cobre con oro), oro, cerámica polícroma, cuentas de jade, materiales orgánicos como semillas con restos de carbón y madera… También se hallaron los restos óseos desmembrados de cuatro individuos que parecen haber sido sacrificados, junto con incensarios efigie, matados (rotos) en el momento del ritual; cuchillos de pedernal y de obsidiana, restos de animales y un punzón de hueso grabado con una escena de extracción de corazón en la que se aprecia a un sacerdote en la escena del sacrificio… Los objetos que integran las ofrendas por lo general se encuentran en cámaras mortuorias, pero en este caso los mayas los depositaron dispersos en las ruinas de los cuatro palacios, que ya estaban en desuso. «Pensamos que se pudo tratar de un ritual realizado en un momento de crisis para hacer alguna petición, o bien como despedida para marcar un cambio político»… En otro conjunto arquitectónico donde Enrique Nalda buscó evidencias residenciales, la Plaza Pom, el arqueólogo corroboró que se trata de un área habitacional que fue ocupada por la elite (en el periodo Clásico), caracterizada por la construcción de banquetas en el interior de las habitaciones. Además, halló materiales arqueológicos de molienda, cerámica policromada asociada con actividades domésticas y en uno de los edificios conocido como Palacio Sur, se descubrió un mural en relieve de estuco con pigmentos rojo, azul, verde, amarillo y negro… «Lo importante del mural es que nos da una idea de la decoración de los edificios de esta plaza de elite. Tiene la representación de una serpiente con el cuerpo extendido y las fauces abiertas, sobre su cuerpo lleva personajes de los que sólo se conservaron brazos y manos», dijo.… Por su cercanía al área monumental de Dzibanché, los arqueólogos piensan que puede ser la residencia de la familia Kaan. Cerca de ahí, en el Templo de los Cormoranes, el equipo de Nalda descubrió otro mural de estuco en relieve con policromía, elaborado en el periodo Clásico; su iconografía representa la montaña sagrada, en la que se describe el origen y da legitimidad a dicha dinastía, apuntó Balanzario… Este segundo mural se halló en uno de los costados del Templo de los Cormoranes, que solo había sido excavado por el frente, donde Nalda, en 1995, descubrió la tumba de Testigo Cielo; la obra fue cubierta con un muro en talud por los mayas en el Posclásico Temprano (1000-1250 d.C.), por eso se conservó… Dicho mural —con tonos azul y verde— actualmente está en proceso de limpieza para eliminar las capas de cal que se le pusieron luego de su descubrimiento en 2008-2009; previamente se le colocaron morteros de cal y arena para su consolidación y se techó para evitar daños por agentes ambientales. Mientras que la obra de la Plaza Pom recibe baños de cal para conservarlo mientras comienza su intervención en este mismo mes de noviembre, según informó la arqueóloga… ¡Hasta el viernes!

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