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Ex rector Gerardo Sosa Castelán dijo que va porque va como candidato a gubernatura |
Gerardo Sosa Castelán,
ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y actual
presidente del Patronato Universitario, anunció que buscará la posibilidad de
la candidatura a la gubernatura de Hidalgo por el Partido Revolucionario
Institucional, aunque no descartó la opción de una candidatura independiente…
Entrevistado al término del informe de actividades que rindió Isidro Pedraza Chávez, senador por el
Partido de la Revolución Democrática, comentó que al ser priista y haber
expresado, en su momento, sus deseos para ser gobernador, buscará la
candidatura del partido en el que milita… Respecto al frente opositor que
pretende conformar el partido del sol azteca, mismo que promueve el
legislador perredista Pedraza Chávez,
comentó que están en su derecho y que lo ve con simpatía… Sin embargo, dijo,
todos los ciudadanos que están interesados en el desarrollo del estado «tenemos
que crear opciones, es nuestro derecho», puntualizó, aunque aclaró que por el
momento su interés es atender la invitación que le corrió el senador Pedraza para asistir a su informe de actividades…
Sosa Castelán sostuvo que mantiene
su militancia priista y que en este momento está identificando si hay oportunidad
en su partido de participar como candidato al gobierno del estado, y que si
no la hay tendrá que buscar «opciones»… Dijo que va a esperar y que analizará
si participa o no en el proceso interno para definir al candidato del PRI a
la gubernatura… Aunque aseguró que de otros partidos le han hecho
invitaciones para ser candidato, como es el caso de Movimiento Ciudadano,
pero «sólo son invitaciones, no hay nada firme», aclaró… La convocatoria del
PRI para el registro de aspirantes a participar en el proceso interno de
selección de aspirantes a gobernador se abrirá después del 15 de diciembre,
pero si no logra ser tomado en cuenta advirtió que tendría la opción de
contender como candidato ciudadano.
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Porfirio Díaz |
Con una velada que
evocó a través de la música y la palabra ese largo periodo de nuestra
historia conocido como el Porfiriato,
el Instituto Nacional de Antropología e Historia comenzó una serie de
reflexiones en torno al ex presidente Porfirio
Díaz, un hombre complejo que –a un siglo de su muerte– está siendo
releído desde sus claroscuros y los legados a la vida cultura, política y
socioeconómica de México… En el Alcázar del Castillo de Chapultepec, que
fuera residencia oficial del mandatario oaxaqueño y hoy es sede del Museo
Nacional de Historia, Teresa Franco,
directora general del INAH, se refirió a las pasiones que aún convoca el
nombre de Porfirio Díaz, y «si las miramos», dijo, «es porque estamos
frente a una gran figura que merece más análisis y consideración»… Lo cierto
es que «más allá de las opiniones particulares que cada ciudadano mexicano
tenga sobre el ex mandatario, él nunca se tomó a la ligera los asuntos que
presuponían una buena dirección del Ejecutivo Federal», apuntó. Poco antes de
morir, en el crepúsculo parisino del dos de julio de 1915, se confesaba
fatigado ante su esposa, Carmen Romero
Rubio, por tantos años de trabajo… «Porfirio
Díaz fue un hombre de entrega total a lo que él consideró era su papel en
la historia y la forma en que debería gobernarse al país», señaló. Tanto se
interesó en la historia de la nación, que en 1910 cumplió su sueño de ver
retornar de España los objetos personales de José María Morelos y Pavón, de quien este año se celebran 250
años de su natalicio, recordó… A quien fuera llamado el «héroe del 2 de abril»
por su desempeño en la célebre batalla contra los franceses en Puebla, y
después se convertiría en el mandatario del país por poco más de tres
décadas, le tocó ver también el estallido de una inconformidad social en
México, «lo que fue una lucha por la democratización», expresó Franco, por lo que desde su exilio «pudo
reflexionar sobre su país»… Para conmemorar los 100 años de su fallecimiento,
el INAH difundirá diversas investigaciones que sus expertos han desarrollado
sobre distintos aspectos que competen a esa larga etapa comandada por Díaz, acercándose de manera más
objetiva y desapasionada a ese momento que definió el despertar de México al
siglo veinte, manifestó la directora de ese organismo… En las voces de la
actriz Luisa Huertas y del
dramaturgo Eduardo Contreras Soto,
se sucedieron fragmentos de memorias, cartas, informes, postulados de los
planes de la Noria y de Tuxtepec, de entrevistas célebres como la denominada Díaz-Creelman e impresiones de sus contemporáneos y sucesores. Se
delineó la silueta de un hombre complejo, como lo definió su propio bisnieto,
Luis Porfirio Díaz, al hablar de
su ancestro… Tras de la participación de la Banda Sinfónica de la Secretaría
de Marina, que bajo la dirección del maestro Domingo Dorantes interpretó La
sandunga, Dios nunca muere y el
vals de Juventino Rosas, Sobre las olas, el familiar del ex
presidente agradeció, a nombre de la Asociación de Descendientes del General
Porfirio Díaz, el esfuerzo del INAH por acercarse a esta figura desde la
rigurosidad de los estudios históricos… Dijo que la labor de Porfirio Díaz no fue la de un hombre
solo, pues supo guiar y reunir «a un conjunto de talentosos líderes, dando
lugar a un Estado fuerte, productivo y responsable de los intereses de los
mexicanos de su época. Su limitación más notable fue que envejeció en el
cargo, al igual que toda su cúpula. No fue posible una sucesión oportuna y
pacífica, surgiendo así nuevas generaciones que reclamaban el poder con
renovados bríos», mencionó… «Porfirio
Díaz sigue en el exilio que él se impuso, aguarda en Montparnasse el día
en que vuelva a su querida patria y realice su último deseo: permanecer en
Oaxaca, reunirse con su madre y descansar en la iglesia de la Soledad, en un
México unido a pesar de las diversas interpretaciones de su papel», indicó Luis Porfirio Díaz…
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Teresa Franco |
La antropología como
disciplina institucionalizada surgió en el Porfiriato
Por su parte, Diego Prieto, secretario técnico del
Instituto, dijo que en el Porfiriato
surgió la antropología como una disciplina institucionalizada que tuvo una
importancia singular en el siglo veinte, sobre todo a partir de la Revolución
Mexicana… «Importancia que se acredita con la existencia del propio
Instituto, que tiene su matriz intelectual en el programa científico de la antropología
mexicana», indicó. Luego recordó que en 2016 se cumplirá el primer centenario
de Forjando patria (Pro Nacionalismo),
de Manuel Gamio, quien puede ser
considerado como el primer antropólogo profesional en México… El volumen es
el primer llamado a la constitución de una antropología centrada en la
búsqueda de la integración nacional, de la unificación cultural de la patria,
enfrentada a la conclusión de la Revolución Mexicana, en pleno avance del
Constitucionalismo… Manuel Gamio
trató de incluir a la población indígena en los proyectos nacionales de
América Latina. Planteó cuáles debían ser las tareas de la antropología en el
inicio del siglo veinte… «Si bien la antropología tiene un impulso inicial
durante el Porfiriato, la
Revolución Mexicana le da un lugar en un programa del Estado y en un proyecto
susceptible de constituir instituciones», explicó… En tanto que Antonio Saborit, director del Museo
Nacional de Antropología, reflexionó sobre la idea que se ha formado en torno
a los escritores y artistas de finales del siglo xix y principios del xx,
calificados como afrancesados… El historiador resaltó que el grupo de los
Modernistas viven bajo un adjetivo peyorativo, surgido de la primera
historiografía de la Revolución Mexicana, que tiene que ver con el
afrancesamiento; son vistos como cómplices de un régimen que fue derrocado
por una revolución, que a la postre limpió al país de ese afrancesamiento y
le permitió reencontrarse con lo más profundo de su ser en las décadas
posteriores… «Estudiándolos y leyéndolos, la imagen que se tiene de ellos es
completamente distinta, fueron quizás los primeros críticos del régimen de Porfirio Díaz. Cuestión paradójica,
la ‘paz’ que se logró a finales del siglo xix
permitió la formación de personajes como Amado
Nervo, Ciro Ceballos, Carlos Toro, José Juan de la Tablada, entre otros», concluyó.
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La película ¡Que viva México!, del cineasta ruso Serguéi Eisenstein, filmada en los
años 30 y donde se retrata al indio como el buen salvaje o la víctima pasiva
frente al abuso de los poderosos, es el punto de partida de los clichés y
estereotipos utilizados en toda la tradición de cine indigenista mexicano,
aseguró Francisco de la Peña Martínez,
profesor investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia… Destacó
en especial dos episodios de ese filme: Uno es el capítulo «La Sandunga»,
donde el director ruso muestra a los zapotecas de Juchitán con esta idea del
buen salvaje y un mundo indígena paradisiaco. En contraposición, en «Maguey»
se exhibe la explotación del indígena por parte de los caciques y hacendados.
«Se trata de estereotipos porque los indígenas no vivían en el paraíso ni
eran víctimas pasivas, inermes, frente a los abusos de los poderosos», dijo…
Al hablar acerca de la imagen del indígena en el cine mexicano de ficción durante
su participación en el Congreso Latinoamericano de Antropología, Peña planteó que hay una serie de
modelos recurrentes en diferentes tipos de cintas de ficción, que no reflejan
objetivamente el mundo y modo de vida de los indígenas…
Resaltó que esos
patrones se instauraron cuando el cine comenzó a erigirse como una industria
nacional, a partir de los años 30, con la llegada del cine sonoro. Entre las
primeras películas que imponen estos modelos está Tribu (1934), de Miguel
Contreras Torres, donde Emilio
«Indio» Fernández caracteriza a un
indígena. «Se trata de un personaje paradigmático en la cinematografía
nacional, quien, no por casualidad, asume el apelativo de ‘Indio’, le
convenía explotar esa imagen aun cuando en realidad no lo era», indicó… Para
el etnólogo, el «Indio» es uno de los representantes más importantes de este
cine indigenista, porque buscó idealizar y mitificar la imagen de los
indígenas; con sus personajes creó una serie de íconos populares con los que,
incluso, ganó varios premios en festivales internacionales con cintas como Janitzio (1935), de Carlos Navarrete, o María Candelaria (1943), de su autoría…
«De los estereotipos que han perdurado, se conocen los clásicos y grotescos,
como en Tizoc: amor indio (1956),
de Ismael Rodríguez, donde el
protagonista es un indígena ingenuo, enamorado de la mujer blanca, y vive en
el estado de la naturaleza donde casi caza a los animales con las manos, es
un cliché absolutamente fantasioso y absurdo», apuntó…
María Candelaria (1943) explora el modelo de la mujer indígena
sumisa, cuyo vínculo con un «fuereño» transgrede la supuesta norma de no
tener relaciones interraciales, rompe con la «tradición indígena», por lo que
es lapidada y rechazada por su comunidad… En Macario (1960), de Roberto
Gavaldón, Ignacio López Tarso
encarna al nativo que vive en un mundo de superstición y magia; en Ánimas Trujano (1961), de Ismael Rodríguez, el actor japonés Toshiro Mifune encarna a un indígena
que se remite a gruñir, no habla, ya que, «aunque eran complicados sus
diálogos, la idea era el modelo del indio reducido a su expresión más
elemental, mínima, es un personaje instintivo, impulsivo, motivado por las
pulsiones básicas del ser humano», expuso
Francisco de la Peña… Para el investigador en la década de los años 70 se
produjeron varias cintas de temática indigenista más crítica. Llovizna (1977), de Sergio Olhovich, relata las aventuras
de un citadino quien de regreso a la capital sufre un accidente y lo auxilian
cuatro campesinos indígenas a cambio de llevarlos a la ciudad; en el camino,
cree que lo van a asaltar y los mata. «Son la intolerancia y el
desconocimiento que privaban y privan en las urbes», comentó… Corazón del tiempo (2009), película de
Alberto Cortés, es un ejemplo
depurado de ese cine, donde los indígenas zapatistas participaron
directamente en la producción, realización y actuación de la cinta; el equipo
del director se limitó a coordinarlos. «Deseable que así fueran los filmes
con esta temática, pero en realidad es una excepción», manifestó… En general,
los estereotipos sobre esta población tienden a dominar la cinematografía
nacional, aun cuando a la fecha no es tan evidente como en otras épocas,
concluyó.
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