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miércoles, 20 de octubre de 2004

Cómo allegarse dinero fácil en la administración de Fátima Mena

Mercado Sobre Ruedas                                                                                                                            

 

De grillos y políticos

Mercado Sobre Ruedas

Por Zaratustra

·      Transcripción de la conversación telefónica que el pasado 6 de julio de 2004 sostuvieron el empresario Enrique Medrano y el director de Jurídica y Gobierno de Tláhuac, Misael Morales Hernández, de la cual Nosotros tiene copia del casete. Para mayor identificación Enrique Medrano es señalado como «E» y Misael Morales con «M».

 

Publicado en la Revista Nosotros

Núm. 74, octubre de  2004

Primer audio

M: ¿Bueno?

E: ¿Bueno?

M: ¿Sí?

E: Habla Enrique Medrano.

M: ¡Ah! ¿Qué pasó? ¡Ah, sí, permíteme! (…) Habla con otra persona (le dice Misael a alguien más).

M: ¿Bueno?

E: ¿Bueno?

M: Sí, jefe, discúlpame, ahora sí a tus órdenes.

E: No te preocupes licenciado, acabo de salir con… (interrumpe a Misael otra persona y habla con ella).

M: ¿Cómo te fue?

E: Acabo de salir con Julio César (arquitecto Julio César Sánchez Alba, director de Licencias y Uso de Suelo de la delegación Tláhuac).

M: Ajá, ajá…

E: ¡Y no, pues se está mandando!

M: Habla con otra persona (vuelve a decirle a alguien en su oficina)… Ajá, sí, dime, ¿cómo te fue?

E: Sí, me está pidiendo quinientos mil, mano…

M: ¡Que no mame!

E: Y quiere mina de sesenta mil mensuales.

M: Ajá, ajá, ajá…

E: Que son órdenes directamente de Fátima.

M: Aja, aja…

E: Entonces, no sé qué hacer, licenciado, no sé qué hacer.

M: Ajá.

E: ¿Tú qué me aconsejas?

M: No, mira, yo creo que lo que, que lo que puedes hacer es, eh, mira, yo anoche le comenté a la jefa que tú te ibas a reunir  allá con este cuate (Julio César Sánchez Alba), este, eh… Lo que yo pudiera hacer es… A ver si tú me autorizas, ¿eh? Porque, bueno, se tiene que manejar, este, bien, y decirle que, bueno, ya platicó contigo Julio César, pero que, bueno, tú andas preocupado porque, bueno, el planteamiento no, no es muy, este… adecuado para tu economía toda vez que…

E: Así es.

M: No sé, ¿cómo ves? Yo creo con lo otro va a estar bien.

E: Sí.

M: O sea, lo de las pipas.

E: Ajá, sí, sí… Te digo que me quiere rentar con sesenta kilos al mes.

M: He tenido instrucciones, Enrique, que te arreglaras y que vieras con él; eso la próxima semana se veía lo de las pipas pues.

E: Ajá.

M: Ya le dijo, a mí no me había dicho nada la jefa, te digo con toda claridad.

E: Sí.

M: Ahora, ¿por qué no hacemos una cosa? Tú analízalo y dime cómo quieres que te ayude o qué quieres que le diga a la jefa delegacional, ¿no?

E: Okey.

M: Es en lo único, este… en lo que te puedo ayudar mi querido Enrique, ¿no? Cuando, cuando, este, la vez que te dije que no había bronca luego luego tuve el telefonazo de que cómo y todo eso, y honestamente me causó un poco de problemitas y yo le dije: mire jefa, yo le, le dije que bueno lo dejaran un poco tranquilo, toda vez que iba a hablar con ella con este, Julio César, y todo eso, y bueno me pide una prueba de, este, colaboración y todo eso. Tiene dos días, dijo, órale, no hay problema, también a mí me generó un poco de problemas porque no seguí sus instrucciones de ella pues.

E: Gracias.

M: Me dijo a mí, a ver, ¿quién te dijo? Le dije que yo tomé la decisión por este acto y ahí me respetó, pues… ¿No? Pero me dijo, este, lo que yo puedo hacer mi querido Enrique, es hacer lo que tú me solicites. ¿Cómo te ayudo? Yo sí quiero ayudarte de a de veras.

E: Sí, gracias.

M: Dime cómo, o solamente que lo analices, que lo platiques, pues tú lo tienes que platicar con gente muy cercana.

E: Claro.

M: Y que tú me digas.

E: Es que mira, licenciado, Julio César se pone en un plan muy cerrado, o sea que, o sea en un plan muy pesado. Si quieres seguir trabajando te cuesta tanto cabrón, y si quieres, entonces sí se pone en un plan bien, bien prepotente mano.

M: O sea, muy… O sea, no tiene ni sensibilidad.

E: No tiene sensibilidad, de hecho, me dio hasta la una, la una para, para ora sí que regresar con él y darle una, este… una respuesta. Entonces, eh… ¿cómo ves? Si le digo que lo estoy analizando, ¿no? Que me dé tiempo.

M: A la una de la tarde tú dile, yo creo que es lo que tienes que hacer Enrique, primero no, no te presiones, yo creo, dile, antes de la una, dile, ¿sabes qué?, este, no sé cómo le digas. Este, que mira, como no es un asunto muy, muy fácil, o sea, no vayan a pensar que yo tengo el recurso a la hora que tú me lo plantees pues.

E: Claro.

M: Entonces, déjame un día analizarlo, yo quisiera que me dieras ocho días, una semana y este… bueno y ver qué hago y ya tú lo analizas y tú me hablas en la noche o mañana y me dices, este, oye Misael, quiero, quiero que ahí me ayudes para si puedo hablar con el arquitecto.

E: Con la jefa delegacional, ¿no?

M: ¡Por supuesto, Enrique!, yo haría lo que tengo que hacer, pues lo que tú me solicites, qué decisión va a tomar la jefa y lo que yo pueda adelantar… (Lo que a continuación sigue es inaudible) Mira jefa, la gente y este compañero quiere hacer esto y esto, y así está la situación, me comentan esto, pues a ver qué hacemos.

E: Claro.

M: ¿No? Y tyo encantadísimo de que te reciba Fátima.

E: Sí, gracias, gracias. Está perfecto, licenciado.

M: Hazle así, háblale en una hora y dile que lo vas a pensar, que te dé unos días, ¿no?

E: Exactamente, okey, okey, licenciado.

M: Sale, Enrique, así trabajo, ¿no?

E: Sí, licenciado.

M: Sale pues, órale, tú me avisas, ¿no?

E: Sí, yo le aviso.

M: Yo no hago nada hasta en tanto lo platiquemos pues…

E: Okey, licenciado.

M: Órale.

E: Gracias.

M: A’i nos vemos.

Segundo audio

M: ¿Bueno?

E: Buenas noches licenciado.

M: ¿Qué hubo, jefe, cómo estás?

E: ¿Qué pasó, jefe, cómo ha estado?

M: Bien, a tus órdenes jefe.

E: ¿Estás ocupado, licenciado?

M: ¿Cómo?

E: ¿Estás ocupado?

M: Sí, pero dime, dime, dime, Enrique, ¿qué pasó?

M: ¡Ah!, mire, es en relación a nuestra, a lo que platicamos el otro día.

M: ¡Ah!

E: Este, mire, ahorita el contador está trabajando mucho aquí en la gasolinera, ya nos reunimos para, este, platicarlo, pero yo sí le pediría un favorzote, si se pudiera y si estuviera en sus manos, que me diera por lo menos de aquí al martes o miércoles para yo darle un planteamiento bien, lo que pasa es que no quiero quedarles mal, o sea, no quiero tener, este, fallas, ¿no? En ese sentido y que yo vaya a quedar, pues, otra vez con malos antecedentes ahí, ¿no? Entonces yo le pediría ese favor nada más, miércoles ya estamos, este, sentándonos, platicando, para que quede bien, bien, ¿no? O sea, yo una, una, este, vaya a quedar bien en algo establecido con fechas y todo y comprometernos.

M: Mira, Enrique, mira, por mí no, no pasa nada, pero bueno, me preocupa que antes me dijeran las otras gentes que quieren una respuesta. Eso es lo que me preocupa, ¿no? Eh, yo ahorita te digo que no ha habido, este, ahí la presión, pues.

E: Claro, claro, sí licenciado.

M: Y yo, este, ahorita te puedo decir que sí, pero por ejemplo si mañana o el lunes me dijeran, yo te llamo y te digo abiertamente.

E: ¡Ándele, licenciado, por favor! O sea que estamos en la posición de que no hay problema, estamos, estamos analizando, ya que usted también me dio el consejo que lo analizáramos y este… Nada más es establecer eso, o sea, realmente no estamos cerrados, no estoy cerrado, pero nada más necesito un poco de tiempo porque estamos hablando de una cantidad pues que es considerable, entonces, yo le comenté que en mis posibilidades no estaba.

M: Bueno, por qué no hacemos… A ver, Enrique, por qué no hacemos una cosa, mira…

E: Dime, licenciado.

M: Yo por ejemplo, este, eh, registro lo que tú me estás diciendo, y si por ejemplo, hubiera una presión de la otra parte, yo te lo digo.

E: Okey, perfecto licenciado.

M: Bueno, bueno…

E: Sí, ¿me escucha?

M: ¿Bueno?

E: Bueno, bueno, bueno…

M: ¿Bueno?

E: Licenciado, ¿ya me copia?

M: A ver, a ver, Enrique, ¿qué pasó?

E: Sí, es que, este, se me cortó la llamada licenciado.

M: Sí, mira, jefe, por eso, te digo una cosa, mira, eso yo ahorita registro lo que me estás diciendo; a mí lo que me preocupa de que este, me presionan las otras gentes, la otra parte, para que buscáramos un acuerdo.

E: Este…

M: Te digo que de entrada sí te doy al miércoles.

E: Écheme la mano, ¿no?, licenciado, écheme la mano de aquí al miércoles, ¿no?

M: Por eso, yo aquí lo registro, pero yo espero que la otra parte así lo entienda, pues, Enrique, ¿no?

E: ¿Ya llegó la delegada o todavía no ha llegado?

M: ¿Cómo?

E: ¿No ha llegado la delegada?

M: No, por eso, mira… Independientemente de eso.

E: ¡Ah, ya! Sí, que le llame y le meta presión, ¿verdad?

M: Por eso, te estoy diciendo que hasta el miércoles, ya te estoy diciendo que si antes del miércoles me dicen otra cosa, yo te lo digo.

E: Perfecto, licenciado, muy bien.

M: Sale, pues.

E: Gracias.

M: Hasta luego, cuídate.

Pudieron huir directores de Obras y Licencias de Tláhuac implicados en actos de corrupción  

Por Carlos Jiménez | 8~10~2004 | La Crónica

La Procuraduría General de Justicia (PGJ) del Distrito Federal solicitó al juez girar órdenes de aprehensión en contra de los directores de Protección Civil, Hans Salazar Castañeda; de Obras, José Trinidad Mendoza, y de licencias de Uso de Suelo de la delegación Tláhuac, Julio César Sánchez, por considerarlos probables responsables del delito de cohecho en pandilla.

No obstante, fuentes de la dependencia, dirigida por Bernardo Bátiz, revelaron ayer que tanto José Trinidad Mendoza como Julio César Sánchez no han sido localizados, por lo que, se cree, pudieron haberse escapado para evitar ser capturados por la policía judicial. Sólo Hans Salazar, encargado del área de Protección Civil se encuentra localizable, de acuerdo con información proporcionada en la PGJDF.

Crónica informó ayer que los cuatro funcionarios involucrados en la denuncia presentada por un empresario gasero habían sido suspendidos desde el jueves de la semana pasada y por tanto no se presentaban a laborar a la delegación.

Todos ellos, al igual que la delegada Fátima Mena, fueron acusados por haber intentado extorsionar al empresario Enrique Medrano al haberle solicitado medio millón de pesos y una «renta» mensual de 60 mil para dejarlo trabajar «tranquilamente» en dicha demarcación.

Fue el Ministerio Público de la Fiscalía para Servidores Públicos de la dependencia quien envió los elementos que consideró pertinentes al juez noveno con sede en el Reclusorio Norte, Fernando Guerrero Zárate, para que sea él quien ordene la detención de los ex funcionarios.

El motivo es que las indagatorias realizadas por la procuraduría encontraron elementos suficientes para presumir que los tres forman parte de la red de corrupción que encabezaba el director general Jurídico y de Gobierno, Misael Morales, quien ya se encuentra preso en el Reclusorio Norte.

Sobre el caso, el procurador capitalino, Bernardo Bátiz, aseguró que la dependencia a su cargo no ha relacionado en el caso al ex jefe delegacional de Tláhuac, Francisco Martínez Rojo, pues, dijo, no hay elementos para sospechar que participó en el intento de extorsión.

Se dice inocente

En tanto, el ex director general Jurídico y de Gobierno, Carmen Misael Morales, rechazó las acusaciones en su contra y aseguró que todo «es producto de una venganza».

Tras la rejilla de prácticas, insistió en que las acusaciones en su contra son «infundadas» y detalló que la denuncia se debe a que había la posibilidad de clausurar las instalaciones de la gasera «La Habana», propiedad de Medrano.

Según dijo, todo comenzó cuando los vecinos de la demarcación le solicitaron que clausurara dicho establecimiento donde se expende combustible a vehículos del transporte público pues «era peligroso».

Será el próximo martes cuando el juez determine la situación jurídica de Misael Morales, toda vez que sus abogados solicitaron duplicar el término constitucional para poder presentar las pruebas para defenderlo.

La sombra de Martínez Rojo

Por Airamsol Martínez

Empleados de la delegación Tláhuac aseguraron ayer que en varias ocasiones han visto al ex delegado, Francisco Martínez Rojo, en los pasillos de la sede delegacional. Además, expresaron que el pasado 15 de septiembre vieron al ex funcionario, ahora prófugo de la justicia, en una cena que realizó la jefa delegacional, Fátima Mena.

Incluso, funcionarios de alto nivel, quienes pidieron omitir su nombre, dijeron que durante las reuniones de gabinete la jefa delegacional se comunicaba con Martínez Rojo para pedirle algunos consejos de cómo llevar la administración.

A decir de los trabajadores, los servidores públicos de alto nivel criticaron a Mena por no tomar decisiones sin antes consultar a Martínez Rojo. Dijeron que recientemente vieron a Martínez Rojo comer en un restaurante de Chalco.

Dan Bátiz, Luján y Encinas espaldarazo a Fátima Mena

Por Raymundo Sánchez

Al menos tres funcionarios del gobierno capitalino dieron ayer un espaldarazo a la delegada en Tláhuac, Fátima Mena, quien, dijeron, no es investigada por la extorsión a un empresario gasero.

El procurador Bernardo Bátiz, informó que no se habían encontrado elementos para indagarla, la contralora, Bertha Luján dijo que sus investigaciones están enfocadas a la administración pasada, «la que estuvo a cargo de Francisco Martínez Rojo».

Por su parte, el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, sostuvo que mientras no se encuentren elementos de prueba contra la delegada «no se va a proceder en términos legales o administrativos».

Bátiz indicó que la dependencia no investiga a la jefa delegacional en Tláhuac como posible responsable de la extorsión a un empresario gasero, por la que ya fue encarcelado el director Jurídico y de Gobierno de la demarcación, Misael Morales.

—¿Van a investigar a la delegada? se le preguntó luego de la inauguración de una coordinación territorial de seguridad pública en Santa María la Ribera.

—No podemos investigar a toda la gente, cuando hay algunos hechos que alguien denuncia, cuando la Contraloría nos da la información de algunos malos manejos es cuando indagamos. No hay ninguna de estas circunstancias respecto de la jefa delegacional.

—De los hechos de extorsión que se evidenciaron ¿no alcanza a Fátima Mena?

—No hay ningún dato que indique. Hay un señalamiento directamente para este señor que fue el director Jurídico y de Gobierno, un señalamiento directo, un reconocimiento de testigos, unas grabaciones, ahí se menciona a la jefa delegacional, pero generalmente, cuando se hacen extorsiones, se señala siempre a alguien, como si el que está cometiendo el delito tuviera un apoyo.

Al respecto, Bertha Luján afirmó que «hasta ahorita, en los procedimientos que nosotros tenemos ni ha sido citada (Fátima Mena), ni está contemplado hasta ahora».

—¿Contra Fátima hay algo?

—No, hemos hablado de que nuestro trabajo se ha dirigido fundamentalmente a la administración anterior, la que estuvo a cargo del licenciado Martínez Rojo.

Antes, Encinas declaró que mientras no se compruebe que la jefa delegacional está involucrada en algún ilícito, el GDF mantendrá la relación institucional con ella.

—¿Por qué el jefe de Gobierno dice que nadie puede estar bajo sospecha, no son demasiadas evidencias contra Fátima Mena?

—Bueno, en tanto no se acrediten elementos que pudieran fincar responsabilidades administrativas o penales, no se va a proceder en términos legales o administrativos. «Vamos a esperar los resultados de la Contraloría. En caso de encontrarse alguna irregularidad, sea quien sea el funcionario, se va a proceder, eso que no quepa la menor duda».